CEESP: urge reforma a telecomunicaciones
Para que México se inserte en un mundo cada vez más globalizado y competitivo, es inaplazable reformar al sector telecomunicaciones e impulsar políticas públicas que fomenten y no obstaculicen su desarrollo. El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) expone que las políticas públicas deben fomentar y facilitar la libre competencia entre proveedores de servicios y la inversión, para que esto resulte en una mayor penetración de los servicios e impulse el desarrollo económico y social.
"El avance de las telecomunicaciones es vital para el desarrollo económico y social del país, ya que al incidir en el desempeño de otros sectores se favorece la competitividad", señala en su publicación Análisis Económico Ejecutivo.
De acuerdo con el reporte, las telecomunicaciones son un componente importante de las nuevas Tecnologías de Información y las Comunicaciones (TIC), las cuales dan lugar a nuevas formas de organización social y productiva a nivel global.
Las TIC fomentan el desarrollo económico y la generación de empleos al abaratar los costos de entrada a nuevos competidores y los costos de transacción; crean plataformas donde consumidores y productores interactúan con facilidad; favorecen la innovación y el desarrollo, y abaratan los costos de proveer los servicios públicos, entre otras.
Sin embargo, en México queda mucho por hacer, pues según el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) el país se ubica en el sitio 71 de 134 países en ‘Preparación tecnológica', que mide la penetración de las TIC en la economía y la manera que en los países se apropian o adaptan tecnología y conocimiento del exterior.
Los servicios de telefonía (fija y móvil) y de banda ancha son de particular importancia, ya que cuentan con una gran demanda, inciden en el desarrollo de prácticamente todos los sectores de la economía y, por lo tanto, en la competitividad.
No obstante, precisa el organismo de investigación del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en México se presentan algunas limitantes para su desarrollo, con son la baja penetración de los servicios.
En 2008, la penetración de la telefonía fija se encontraba aún muy por debajo de los niveles reportados en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), incluso debajo de la reportada por Brasil.
Por su parte, la penetración del servicio de telefonía celular ha mostrado un mejor desempeño, ya que datos de 2009 revelan que 73 de cada 100 habitantes en México cuenta con suscripción a este servicio.
Sin embargo, el acceso a los servicios de banda ancha todavía es limitado, entre otros elementos, porque los equipos de cómputo aún no pueden ser adquiridos a precios accesibles, la alfabetización digital es baja y las tarifas son elevadas. Así, en general, gran parte de las industrias mexicanas se caracteriza por falta de competencia.
Según el WEF, de 133 economías, México ocupa el lugar 89 en la efectividad de la regulación antimonopolios, 94 en el indicador de intensidad de competencia en el mercado local, y en el 116 en el indicador que mide el grado de dominio del mercado.
La industria de las telecomunicaciones no es ajena a la falta de competencia, puesto que está caracterizada por una alta concentración de mercado, y por ende, una muy baja competencia en la prestación de servicios.
Comparaciones internacionales muestran que México es uno de los países de la OCDE con menor inversión en telecomunicaciones per cápita, rebasando sólo a Turquía.
En 2007, la inversión en telecomunicaciones por habitante en México fue entre 10 y 14 veces menor a la realizada en Islandia, Dinamarca y Australia. Además, los últimos ocho años se han caracterizado por menores inversiones en el sector.
La Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) estima que la inversión total en el sector para 2009 será similar a la reportada en 1998 y casi la mitad de la realizada en 2001, refiere el CEESP.
