Reforma en Wall Street: Inicia el debate
El Senado estadounidense ha iniciado oficialmente el debate de la reforma financiera. Tras varios días de obstrucciones republicanas y votaciones empatadas, el pasado miércoles la Cámara acordó de forma unánime debatir el proyecto que regulará las actividades de Wall Street.
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, aceptó emprender el debate porque dijo estar satisfecho con el progreso de las negociaciones de la iniciativa, que ahora tiene un "mejor punto de partida" y puede ser perfeccionada.
El debate no podía avanzar mientras continuara la negociación entre el presidente de la Comisión Bancaria, el demócrata Christopher Dodd, y el miembro republicano más importante del panel, el senador Richard Shelby. Pero el miércoles por la tarde ambos representantes alcanzaron un acuerdo sobre las provisiones que evitarían el colapso de las instituciones de Wall Street y sobre el proceso de desmantelaras si se diera el caso.
Sin embargo, no pudieron lograr un acuerdo en torno a los poderes y el alcance que tendría una agencia de protección al consumidor ni sobre la mejor manera de regular los complejos productos financieros que actualmente se comercian sin supervisión.
No más rescates
Los republicanos han criticado durante semanas los esfuerzos demócratas por desmantelar las firmas financieras que colapsen, alegando que ello estimularía los rescates. Pero este miércoles los republicanos estuvieron dispuestos a avanzar en la discusión debido a que los demócratas aceptaron ciertos cambios en la iniciativa.
La reforma ya no incluirá un impuesto a los bancos para crear un fondo de 50,000 millones de dólares que sería usado cuando los reguladores desmantelaran instituciones financieras colapsadas. Para los republicanos, ese fondo podría interpretarse como "rescate" porque suponía una intervención gubernamental implícita.
Asimismo, se espera que se restrinjan los poderes de la Reserva Federal como prestamista-de-último-recurso en emergencias, para que dichos préstamos estén disponibles en emergencias reales y ayuden a firmas solventes que atraviesan crisis de liquidez.
Obstáculos
El principal escollo en el acuerdo es cuánto poder y alcance dar a la propuesta agencia de protección a los usuarios financieros, responsable de regular operaciones como tarjetas de crédito y préstamos hipotecarios.
Los demócratas proponen colocar dicha agencia dentro de la Reserva Federal, pero dándole poderes más amplios para fijar regulaciones (como prohibir las penalizaciones por pagos adelantados de hipotecas). También desean regular el crédito automotriz, algo que podría afectar a algunos concesionarios si ofrecen paquetes de financiamiento para los autos que venden.
Los republicanos sostienen que esos poderes son demasiado amplios, y quieren que las agencias reguladoras ya existentes participen en el establecimiento de normativas.
Otros puntos de fricción están relacionados con la regulación de los contratos de derivados . Los legisladores quieren mayor transparencia, exigiendo que los derivados coticen en bolsa y transiten por cámaras de compensación. También quieren que quienes apuesten en ese mercado respalden sus apuestas, ofreciendo garantías.
Pero los demócratas además pretenden obligar a los bancos a eliminar sus operaciones con swaps o las divisiones que operan con esas apuestas arriesgadas. Los republicanos, por su parte, creen que estas medidas son excesivas y perjudicarán a las empresas, como las aerolíneas y los agricultores, que se benefician de dichas apuestas para minimizar el riesgo de de oscilaciones en los precios y en las tasas de interés
- Ted Barrett, Brianna Keillar y Jessica Yellin contribuyeron en este artículo.