Fed defiende nivel de tasa de interés
Tres bancos regionales de la Reserva Federal estadounidense quisieron elevar el mes pasado la tasa de descuento que el Banco Central cobra a las demás entidades financieras por préstamos de emergencia, según las minutas de la reunión de la Fed divulgadas el martes. Los bancos regionales de Richmond, St. Louis y Dallas quisieron subir la tasa de crédito primario a un 1% desde su actual nivel del 0.75%, en un intento por normalizar su diferencial con la tasa de referencia de los fondos federales.
Antes de que la crisis de crédito estallara en 2007, el diferencial entre ambas tasas era de un punto porcentual. Pero existe un desacuerdo interno en la Fed respecto a si ese diferencial debiera volver a ese nivel, un debate que probablemente tome una nueva importancia con los problemas de deuda en Europa.
"Como otro paso hacia restablecer la estructura de la tasa de descuento previa a la crisis, algunos directores apoyaron el incremento de la tasa de crédito primario en 25 puntos base (a un 1%) en esta oportunidad", afirman las minutas de la reunión de los gobernadores de la Fed.
Tras la última reunión de la Fed en abril, los mercados financieros globales sufrieron un severo golpe por los temores de los inversionistas a los déficits fiscales de Europa, empujando repetidamente al euro a tocar mínimos de cuatro años.
Mientras tanto, la recuperación de Estados Unidos se ha visto más fuerte de lo que muchos anticipaban. Según las minutas, los directores regionales de la Fed fueron sorprendidos por la firmeza del gasto del consumidor, aunque mostraron su preocupación de que las compañías aún estén renuentes a contratar empleados en cifras significativas.
"A la luz de estos persistentes riesgos a la baja y el continuo panorama de una recuperación gradual, y con la inflación moderada y las expectativas de inflación estables, la mayoría de los directores concluyó que la actual fase expansiva de la política monetaria debería mantenerse", dicen las minutas.
La tensión financiera en Europa ha impulsado a muchos economistas de Wall Street a retrasar sus proyecciones para el inicio del endurecimiento monetario de la Fed hasta el próximo año.
