La eurozona ve el cielo despejado
Los nubarrones sobre el futuro de la zona euro estarían comenzando a disiparse tras meses de crisis, según se refleja en la mayor confianza de las autoridades de que lo peor ha pasado. Sin embargo, aún quedan muchos riesgos. El crecimiento económico es frágil, los gobiernos deben mantener la voluntad política para imponer medidas de austeridad por lo años que vienen y los bancos pequeños en los países más golpeados por la crisis siguen sin poder endeudarse en los mercados.
Pero en los últimos días, los mercados financieros han reaccionado positivamente a los detalles de las planeadas pruebas de tensión sobre los bancos europeos , mientras que las ventas de deuda de España y Portugal han recibido una fuerte demanda. Las acciones de los bancos europeos han subido casi un 10% y el euro tocó un máximo de siete semanas contra el dólar.
"Estos han sido los seis meses más difíciles en la historia de la Unión Europea", admitió el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, esta semana. "Ha habido una prueba de presión sobre la UE y sobre nuestra capacidad de trabajar juntos", declaró.
Barroso dejó claro que creía que Europa había superado esa prueba, y sus rivales políticos en el Parlamento Europeo, los socialistas, por una vez parecieron estar de acuerdo con él.
"El ataque especulativo contra el euro ha sido desacelerado. Los especuladores están viendo que la UE está protegiendo a su moneda", dijo en el parlamento el líder socialista Martin Schulz.
Medidas de emergencia
Un importante factor que preocupaba a los mercados en el primer semestre del año fue la dificultad que los estados de la zona euro tuvieron para acordar cómo evitar los incumplimientos de deuda de los países en la periferia sur de la región.
Las diferencias ideológicas y políticas entre los gobiernos no han sido resueltas completamente, pero la mayoría de los aspectos de un mecanismo de emergencia para manejar la crisis están implementados ahora y la UE al menos ha iniciado los esfuerzos para resolver las causas de largo plazo de su crisis de deuda.
Un rescate de 110,000 millones de euros (140,000 millones de dólares) para Grecia, acordado a comienzos de mayo, está comprándole tiempo a Atenas para que reforme sus finanzas.
El lanzamiento de una Facilidad de Estabilidad Financiera Europea, que podría recibir hasta 440,000 millones de euros para ayudar a países atribulados, se ha postergado por la resistencia de la pequeña Eslovaquia, pero parece probable que el problema se supere este mes.
Aunque existe escepticismo sobre cuán creíbles serán las pruebas de tensión de la UE hacia los bancos , la inédita decisión para examinar a 91 instituciones y publicar los resultados individualmente sugiere que el bloque es más serio en su intención de confrontar el problema que hace sólo unas semanas.
La UE, compuesta por 27 países, además ha implementado una fuerza de trabajo para revisar sus reglas de presupuesto, endurecer su disciplina fiscal e incrementar su coordinación de política económica.
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, señaló el jueves que sentía que las medidas estaban empezando a restablecer la confianza de los mercados , diciendo que el banco central podría inclinarse hacia recortar su programa de emergencia de compra de bonos soberanos.
La ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, dijo al medio estadounidense PBS que lo peor había pasado.
"Estamos en el medio del comienzo del fin. La crisis realmente ha tocado su punto más alto", afirmó.
Sin embargo, las autoridades son cautas, recordando que los temores de los mercados a una cesación de pagos de un país de la zona euro no han desaparecido por completo.
Los diferenciales entre los rendimientos de los bonos españoles a 10 años y los alemanes se mantienen en 198 puntos básicos, relativamente cerca del máximo histórico de 239 puntos alcanzado a mediados de junio.
