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Bienes de capital, indicio esperanzador

La baja en el indicador de bienes duraderos dio la semana pasada un duro revés a los economistas; pero subió el subíndice que mide la compra de productos como electrónicos, un aspecto esperanzador.
mié 28 julio 2010 03:01 PM
Si las empresas compran más computadoras, requerirán de gente para ocuparlas, lo que puede traducirse en más contrataciones. (Foto: Photos to go)
computadora pc disco duro oficina empleado (Foto: Photos to go)

Si la economía es una silla de tres patas, podemos consolarnos si al menos una de ellas (los negocios) es estable, aunque las otras dos (el Gobierno y los consumidores) se tambalean.

¿Pero sirve esa premisa? Los pedidos de bienes duraderos disminuyeron sustancialmente en junio, con una caída del 1% cuando los economistas preveían un aumento del 1%.

Eso puede ser una señal preocupante, especialmente cuando consideramos las decepcionantes ventas reportadas por Boeing esta semana. Las ganancias del fabricante de aviones descendieron 12%  respecto al año previo.

Las acciones de Boeing, así como las de Caterpillar y DuPont, han liderado el mercado bursátil este año , pues los inversionistas apostaban en una sólida demanda de aeronaves, tractores y materiales de construcción. Pero tras el reporte de bienes duraderos, dichas acciones cayeron, sin embargo, los economistas rápido desestimaron la debilidad en el sector manufacturero calificando las cifras como exageradas.

Si se busca con mayor atención, el informe sobre bienes duraderos arroja algunas buenas noticias. Si bien es cierto que la demanda general de los llamados bienes duraderos (que sobreviven varios años) cayó, esta disminución puede deberse en gran parte a la impresionante caída del 25.6% en los pedidos de aeronaves comerciales.

Pero otra subcategoría del reporte, los pedidos de bienes de capital (como computadoras, equipo eléctrico y de comunicaciones), registró un aumento del 0.6% en junio. Y muchos economistas piensan que los datos de bienes de capital miden mejor el gasto de los negocios. "Si quieres un indicador de lo que las empresas están haciendo, tienes que analizar los pedidos de bienes de capital excluyendo a los aviones" indica Ross DeVol, director de investigación económica en el Milken Institute.

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Para DeVol el incremento del gasto en bienes de capital es alentador porque refleja que los negocios no están reduciendo su gasto. Pero le preocupa que eso cambie si la gente sigue confundiendo una modesta y gradual recuperación con una doble recesión.

Para Joe Lavorgna, economista en jefe del Deutsche Bank en Estados Unidos, la doble recesión tampoco sobrevendrá. Lavorgna sostiene que dado que los negocios siguen gastando en bienes de alta tecnología, tendrán que contratar más personal o ese gasto podría desaprovecharse. "¿Dónde están los trabajadores? No puedes invertir en bienes de capital si no tienes personas que los usen. Sigo afirmando que vendrá (la recuperación). Ocurrirá a la larga, pero hemos esperado mucho tiempo por ese ‘a la larga'" apunta el economista.

Ese es el gran problema, tanta incertidumbre genera cautela , y la decisión de contratar se posterga.

La buena noticia es que las empresas pueden contratar más empleados, pues han reunido montones de dinero. La mala noticia es que prefieren no hacerlo. Si las empresas se animan a contratar, ese gesto podría ser suficiente para restaurar la confianza del consumidor.

"El consumidor no está en posición de liderar la recuperación económica, pero una vez que crezca el empleo y el ingreso, podremos ver cómo los consumidores salen y compran más" explica DeVol.

Matt Lloyd, estratega de Advisors Asset Management Monument, concuerda, pero indica que pasará un tiempo antes de que los negocios, le pase la batuta a al consumidor.

Lloyd señala que la economía atraviesa una difícil fase de transición de la recesión a la recuperación, y que la reacción de los mercados ante el reporte sobre bienes duraderos prueba que los inversionistas siguen confundidos y pesimistas. El camino será accidentado, por eso la llamo una recuperación ‘a la parrilla': lenta y a fuego bajo.

El dolor de la crisis es reciente, lo que pesa más sobre las personas, sean directivos o simples consumidores, y por eso no pueden ver señales de esperanza en datos pesimistas.

"Si esperas una inundación, ante la primera gota de lluvia construirás un arca. ¿Pero quién puede culpar a las personas por pensar así?" pregunta Lloyd.

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