EU libera a estafadores de Pemex
Dos directivos de una compañía petrolera de Texas fueron sentenciados el viernes a libertad condicional por su participación en la venta de productos petroleros robados procedentes de México.
Donald Schroeder, ex presidente de Trammo Petroleum, con sede en Houston, y el corredor de petróleo y gas natural Jonathan Dappen, de McAllen, se habían declarado culpables de conspirar para recibir bienes robados.
Schroeder dijo en una audiencia pública previa que hizo los arreglos para que Trammo Petroleum comprara y después vendiera condensado de petróleo mexicano que había sido robado. El condensado es un hidrocarburo líquido que las refinerías pueden mezclar con crudo para producir combustible y otros productos.
Dappen, quien trabajaba para la compañía Petro Salum, del sur de Texas, ayudó a distribuir condensado robado a Continental Fuels, que tiene una oficina en Houston, de acuerdo con documentos de la corte.
El juez de distrito Edwin Werlein Jr. dictó la sentencia de libertad condicional y multó a los acusados con 10,000 dólares.
Antes de ser sentenciados, tanto Schroeder como Dappen expresaron remordimiento.
"Me gustaría regresar a la sociedad y tratar de enmendar lo que he hecho", dijo Schroeder, de 61 años, quien previamente había acordado pagar una multa aparte por dos millones de dólares al Gobierno de Estados Unidos.
Su abogado, Ronald Woods, dijo que Schroeder ha trabajado en la industria energética por 35 años como un hombre de negocios legítimo y que la compra de derivados de petróleo robados fue un "horrible error" que sólo ocurrió una vez.
El abogado de Dappen, Edward Rodríguez, atribuyó las acciones de su cliente a su "juventud". Dappen tiene 30 años. El acusado, quien es un ciudadano estadounidense radicado en la Ciudad de México, dijo que al haberse involucrado en este delito ha ofendido a su esposa, a sus padres y las enseñanzas de éstos.
El procurador James McAlisted dijo que no pidió cárcel para ninguno de los acusados porque no estaban vendiendo algo peligroso, como drogas o armas.
Las sentencias fueron parte de una investigación binacional sobre petróleo robado a la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), transportado por la frontera y vendido a refinerías estadounidenses.
En junio, Pemex demandó en Houston a las compañías mencionadas en la investigación.
El Gobierno mexicano dijo que miembros de un cartel de narcotráfico y otros delincuentes eran responsables de muchos de los robos de petróleo.
