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2011, un año de riesgos y volatilidad

Se espera que sea un buen año, pero hay riesgos en la recuperación de EU, dicen analistas; en este entorno, el PIB mexicano crecerá apenas 3.3% agrega Edgar Camargo de BofA-Merrill Lynch.
mar 21 diciembre 2010 06:00 AM
El presidente de una firma de asesoría considera que la economía tenderá a crecer. (Foto: Jupiter Images)
dollar-billete-crisis-recesion-JI.jpg (Foto: Jupiter Images)

Aun cuando 2011 puede ser un buen año, los elementos que hasta ahora mantienen la recuperación económica en Estados Unidos no son sostenibles y la probabilidad de que aumente la volatilidad financiera es elevada, coinciden en señalar los directores de Análisis Económico de Invex y Scotiabank, Rodolfo Campuzano y Mario Correa, respectivamente.

En este entorno de incertidumbre, Edgar Camargo, Economista para México de Bank of America Merrill Lynch Research, menciona que la recuperación de México continuará, pero a un paso más lento .  Al ser uno de los principales socios comerciales de EU, México se percibe como una de las economías más vulnerables a una desaceleración cíclica motivada por una doble caída en el vecino país del norte.

"La incipiente recuperación en la demanda doméstica  podría verse afectada, a través de varios canales, si grandes sectores como el de la construcción en EU y el manufacturero en México y EU se debilitan sustancialmente. Tras un crecimiento de 5% en el PIB en 2010, impulsado por la demanda externa, esperamos que la actividad económica se modere a un crecimiento de 3.3% en 2011, lo cual es consistente con el estimado de nuestro equipo de analistas de un crecimiento de 2.1% en Estados Unidos el próximo año".

La economía reducirá su ritmo de crecimiento el próximo año , como resultado del impacto de la desaceleración externa, aunque también como consecuencia de la limitada capacidad productiva y el poco margen de maniobra política, agrega Alfredo Coutiño, director para America Latina de Moody´s Analytics.

"El PIB avanzará sólo 3.3% a fin de preservar los equilibrios macroeconómicos, después de haber crecido cerca de 5% en 2010. La inflación se acercará a su nivel estructural el año entrante, con lo que disminuirá de 4.5% en 2010 a 4% en 2011. Cabe contemplar también que, durante 2011, la economía no podrá evitar la tradicional desaceleración que suele presentarse el año previo al proceso de elecciones presidenciales", subraya.

Al iniciar 2011, la probabilidad de que aumente nuevamente la volatilidad financiera parece elevada, ya que hay muchos factores de riesgo que siguen vigentes. Destaca sobre todo el deterioro del desequilibrio fiscal en EU, que ante un nivel ya considerablemente alto de endeudamiento, y ante la falta de una intención clara de atender el problema por parte de las autoridades, muy probablemente generará tensiones importantes a lo largo del 2011, indica Mario Correa.

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"Cabe notar que en Europa, por lo menos, se está tratando ya de plantear acuerdos para atender la problemática financiera-fiscal de la región. Cada vez es menos impensable la posibilidad de que las agencias calificadoras pudieran reducir la calificación crediticia de la deuda del gobierno estadounidense y habrá que mantener la atención sobre estos temas y sobre la salud de las grandes instituciones bancarias europeas y estadounidenses, que podrían ser fuente de nerviosismo para los mercados", destaca en su análisis semanal.

Mientras persistan cifras económicas que describan una mayor actividad, sería posible observar tasas al alza y a las bolsas aún en terreno firme. No obstante, es un hecho que los mercados se muestran escépticos con relación a la capacidad de Estados Unidos de financiar sus políticas expansivas ; si las dudas aumentan, ello sí puede dar al traste con los rendimientos favorables en activos de riesgo, añade Campuzano.

"La fuerte racha de los mercados de capitales, de commodities y emergentes, tuvo su origen en la decisión de la Reserva Federal (Fed) de aumentar su postura de relajación a través de inyectar más dinero a los mercados a través del programa de Quantitative Easing (QEII) . El exceso de recursos líquidos y la persistencia de un costo de oportunidad sumamente bajo motivaron la revaluación de acciones y otros activos de riesgo", expone en su informe semanal.

Sin embargo, agrega Campuzano, los inversionistas en el mercado de bonos comenzaron a mostrar escepticismo con relación a la efectividad de estas políticas. En el fondo, hay dudas sobre su capacidad de detonar mayor crecimiento y, por otro lado, de la capacidad del Fed de evitar una etapa de resurgimiento de inflación.

Hace un par de semanas, el gobierno del Presidente Barack Obama, acordó un nuevo paquete de estímulos fiscales con valor de 858,000 millones de dólares; mismo que fue aprobado por el Congreso la semana pasada. Con esta acción, lejos de proponer esquemas para reducir el elevado déficit fiscal y los montos de endeudamiento público, se generó un nuevo incremento de ambos indicadores.

La posibilidad de un aumento todavía mayor se centrará en la capacidad de sostén de los buenos crecimientos que se darán al inicio de año (producto de la presencia de estímulos directos a la población) y de la confianza que los inversionistas muestren con respecto a EU. Si esta se deteriora, los aumentos en las tasas serían más grandes y el temor podría de nuevo romper el buen comportamiento de los mercados, dice Campuzano.

La recuperación continúa pero a un paso más lento considerando a un Estados Unidos más aletargado, destaca Edgar Camargo. El economista para México de Bank of America Merrill Lynch Research, menciona un panorama favorable para el peso mexicano, esperando que tenga un mejor desempeño frente a otras monedas latinoamericanas en el 2011, apoyado en un crecimiento continuo de las exportaciones, fuerte inversión extranjera directa, flujos de portafolio y la poca probabilidad de que haya una intervención cambiaria.

En el informe "Perspectivas 2011: México", destaca que tras ser uno de los sectores con mejor desempeño desde el inicio de la recuperación, el sector manufacturero ahora parece reducir su ritmo, uniéndose a los persistentemente débiles sectores de consumo y vivienda.

Las exportaciones no petroleras a Estados Unidos se espera que vean una moderación en 2011, frente a una moderación del ciclo manufacturero en ese país. La inflación se estima que disminuya hacia la meta de Banxico de 3% (+/-1%) en el mediano plazo. Una balanza de pagos saludable, así como influjos robustos de capital mantendrán un peso fuerte. Su escenario base es que Banxico permanecerá en pausa por un largo tiempo.

Sin embargo, considera que a principios de 2011 no se puede descartar la posibilidad de un recorte de tasas, sí y sólo sí, hay una repentina y significativa apreciación del peso frente al dólar, como resultado de una excesiva liquidez global.

Considerando el compromiso de las autoridades mexicanas con un régimen de libre flotación, bajar las tasas podría ser una opción viable para desalentar los flujos de capital especulativo antes de considerar el uso de políticas no-ortodoxas, como las usadas por otros países.

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