México necesita ‘sacudirse’ el petróleo

México necesita cambiar ‘radicalmente' las políticas públicas de uso de energía fósil, como petróleo y gas, para incrustarse de lleno en el uso de energías renovables y en prácticas de eficiencia energética para reducir la emisión de gases contaminantes que alteran medio ambiente, según expertos. "Hay oportunidades en ahorro de energía que hay que llevar a cabo a pesar de que nos cueste. (Pero) se necesita apoyo de (la Secretaría de Hacienda) y apoyo social en el Congreso mexicano para que se tomen las decisiones correctas", dijo Francisco Barnés, miembro de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

En México, el 91% de la energía generada se obtiene de combustibles fósiles como el petróleo y gas, según el el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Además, las entradas petroleras son la principal fuente de ingresos del Gobierno mexicano, aún cuando la producción de la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) se encuentra en franca declinación.

"Tenemos que tener cambios radicales para reemplazar los ingresos del petróleo que es la principal fuente de ingresos en el país", dijo Barnés.

El comisionado, junto con Carlos Mena, director ejecutivo del Centro Mario Molina; Juan Mata, director general de política climática de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y Julio Valle, director general de Investigaciones, Desarrollo Tecnológico y Medio Ambiente de la Sener, coincidieron en que la transformación también debe de ser del tipo social y cultural.

"El cambio que se plantea es muy profundo e implica modificar la forma en que se utiliza la energía", dijo Carlos Mena, en la presentación del Informe de la Energía Renovable por parte de WWF.

"El reducir la demanda de energía tradicional traería beneficios económicos muy importantes y eso permitiría en el mediano plazo invertir en energías renovables", dijo Juan Mata.

La demanda de energía en el mundo aumentará en los próximos años, ya que la población se elevará a más de 9,000 millones de personas en las siguientes cuatro décadas. Pero los suministros de petróleo y gas baratos y convencionales están disminuyendo, según WWF, organismo independiente de conservación.

Según la Agencia de Información Energética estadounidense (EIA por sus siglas en inglés) la producción de las reservas conocidas de gas y petróleo caerá de un 40% a un 60% para el 2030, en un momento en que los países desarrollados no disminuirán sus requerimientos y los países en desarrollo como China, India y Brasil elevan su demanda.

En México, el gas y el petróleo son los responsables de cerca de dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero; según el WWF el país se encuentra en la media de una lista de 20 países que arrojan más contaminantes al medio ambiente.

El informe de WWF plantea que los países tendrán que invertir entre 1.4 y 4.7 billones de dólares en los próximos 25 años, para instalar la capacidad de generación de energías renovables a gran escala, modernizar las redes eléctricas, transformar el transporte público y de carga, y mejorar la eficiencia energética de los edificios existentes.

La meta es que para el 2050 el 95% de la energía utilizada provenga de recursos renovables.

En el caso mexicano se tiene mucha tarea por hacer, como cambiar las políticas de subsidio a las fuentes de energía, como la electricidad y el petróleo. "Tenemos políticas de subsidios mal aplicadas que se han convertido en prácticas no sustentables. Los subsidios no producen un cambio en el aprovechamiento de nuevas energías sustentables", dijo Julio Valle.

10 recomendaciones del informe del WWF:

-Energía limpia: Promover sólo los productos más eficientes. Desarrollar nuevas y existentes fuentes de energía renovable para proporcionar suficiente energía limpia a todas las personas rumbo al año 2050.

-Redes eléctricas: Compartir e intercambiar energía limpia a través de redes y el comercio de electricidad, haciendo el mejor uso de los recursos de energía sostenible en diferentes áreas.

-Acceso: Poner fin a la pobreza energética, proporcionando electricidad limpia y promoviendo prácticas sostenibles. Como por ejemplo estufas eficientes a todas las personas en países en desarrollo.

-Inversión: Invertir en energías renovables, energía limpia, productos y edificios eficientes.

-Alimentos: Frenar el desperdicio de alimentos. Elegir alimentos suministrados en forma eficiente y sostenible, y así liberar espacio de terreno para el funcionamiento de la naturaleza, la reconversión a bosques y la generación responsable de biocombustibles. Toda persona en el mundo tiene el mismo derecho a un consumo saludable de proteína en su dieta. Para que eso ocurra, los países más ricos tienen que comer menos carne.

-Materiales: Reducir, reutilizar y reciclar, son acciones necesarias para minimizar el desperdicio y ahorrar energía. Desarrollar materiales duraderos y evitar el consumo de las cosas que no necesitamos.

-Transporte: Proporcionar incentivos para fomentar un mayor uso del transporte público y reducir las distancias entre las personas y las mercancías. Promover la electrificación vehicular siempre que sea posible y apoyar la investigación sobre la conversión a hidrógeno y otros combustibles alternativos para el transporte marítimo y la aviación.

-Tecnología: Desarrollar planes de acción a nivel nacional, bilateral y multilateral para promover la investigación y desarrollo en materia de eficiencia energética y energías renovables.

-Sustentabilidad: Desarrollar y aplicar estrictos criterios de sostenibilidad que aseguren la compatibilidad de la energía renovable con el ambiente y los objetivos de desarrollo.

-Acuerdos: Apoyar acuerdos ambiciosos en materia de clima y energía, para fortalecer y crear capacidades, así como promover la cooperación global en esfuerzos de energía renovable y eficiencia energética.