Fitch rebaja calificación de Portugal
Fitch Ratings recortó este jueves la calificación crediticia de Portugal en dos escalones, diciendo que los riesgos de financiamiento del país aumentaron luego de que el Parlamento rechazó un plan de austeridad fiscal, lo que detonó la renuncia del primer ministro. La agencia advirtió que es probable que hayan nuevas rebajas en los próximos tres a seis meses, especialmente por la ausencia de un programa "oportuno y creíble" de apoyo financiero de parte del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea.
Fitch recortó las calificaciones para la deuda en moneda local y extranjera de largo plazo de Portugal a "A-" desde "A+". La nueva nota quedó en "observación negativa".
El gobierno portugués dice 'no' a un rescate internacional
El Gobierno de Portugal seguirá rechazando un rescate internacional tras la dimisión del primer ministro José Sócrates presentada el miércoles, dijo este jueves el secretario del gabinete Pedro Silva Pereira.
"El Gobierno seguirá luchando contra la posibilidad de recurrir a la asistencia extranjera (...) Nuestra postura es clara: rechazo a la ayuda externa", dijo a los periodistas después de una reunión de gabinete, agregando que el Gobierno no considera un rescate como inevitable.
"La ayuda extranjera tendría consecuencias muy graves para la economía", añadió.
A pesar de la renuncia, Sócrates de todos modos está participando en una cumbre de la Unión Europea en Bruselas el jueves y viernes, y ha habido especulaciones de que podría pedir un rescate, en momentos en que los rendimientos de los bonos portugueses tocaron nuevos máximos en la historia del euro.
Sócrates se ha opuesto fervientemente a pedir ayuda externa y el Gobierno tiene la intención de mantener esa línea, al menos hasta que se forme un nuevo Gobierno, que se espera que tarde alrededor de dos meses si se llama a elecciones anticipadas.
Silva Pereira dijo también que las medidas rechazadas por el Parlamento eran meras propuestas y que no representaban un plan económico definitivo, por lo que el Estado portugués no estaba obligado a adoptar tales medidas a pesar de que ellas habían sido elogiadas por Bruselas.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que lamentaba el rechazo de las medidas por el Parlamento luso e instó a los partidos políticos a que se atengan a las metas del programa de consolidación fiscal del país.
Estas metas incluyen recortar el déficit presupuestario a un 4.6% del Producto Interno Bruto este año, al 3% en el 2012 y al 2 por ciento en el 2013. El Gobierno ha declarado que el déficit alcanzado el año pasado fue de alrededor del 7%, por debajo de su objetivo del 7.3%.
