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Europa, cumbre de 2 días que fracasa

Los líderes europeos atrasaron el aumento en su fondo de rescate, y admitieron riesgos por Portugal; la Unión Europea se había comprometido a ofrecer una solución a su crisis de deuda.
vie 25 marzo 2011 01:40 PM
El encuentro de los líderes europeos no cumplió las expectativas. (Foto: Reuters)
Bandera Unión Europea

Los líderes europeos acordaron un nuevo paquete de medidas anticrisis en una cumbre de dos días, pero se vieron obligados a retrasar el aumento de su fondo de rescate y reconocieron que se enfrentaban a nuevas amenazas por la caída del Gobierno en Portugal. En una batalla por reducir una crisis de deuda que ya dura un año y ha llevado a que tanto Grecia como Irlanda acepten rescates, la UE había prometido presentar una solución integral en la cumbre del 24 y el 25 de marzo con la que esperaba calmar a los mercados.

Pero la dimisión del primer ministro portugués José Sócrates en la víspera de la reunión, después de que sus medidas de austeridad fueran rechazadas por el Parlamento, arrojó una gran sombra de duda.

La incertidumbre en otros miembros de la eurozona como Finlandia e Irlanda también impidió que los líderes terminaran los elementos fundamentales de su plan.

"El euro ha sobrevivido a una prueba crítica pero hay mucho trabajo por hacer", dijo la canciller alemana, Angela Merkel, a periodistas, y agregó que el bloque necesitaba "redimir sus pecados pasados".

"Este es un paquete exhaustivo que creo que es un gran paso adelante. Si será suficiente, sólo el tiempo lo dirá", afirmó.

Los rendimientos del bono portugués a 10 años subieron a más del 8% este viernes, hasta un nuevo récord y una tasa considerada insostenible para un país que necesita refinanciar 4,500 millones de euros de deuda en abril y otra cantidad similar en junio.

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Los líderes pudieron firmar un acuerdo de financiación para el Mecanismo Europeo de Estabilidad, una red de seguridad nueva y permanente que se hará operativa a partir de mediados del 2013.

Merkel dio marcha atrás antes de la cumbre en un acuerdo que hubiera obligado a Alemania, la mayor economía de Europa y la máxima aportadora de fondos, a poner hasta 11,000 millones de euros para el mecanismo en su primer año, lo que hubiera reducido su flexibilidad para recortar los impuestos antes de las próximas elecciones.

Bajo el compromiso, las inyecciones de capital, que totalizarán 80,000 millones de euros para los todos miembros de la zona euro, se repartirán durante cinco años en lugar de tres, con cuotas más pequeñas.

Los líderes de la zona euro también respaldaron formalmente el "Pacto Euro Plus", una lista de áreas para una armonización de la política económica que ha sido rebautizado tres veces por las sensibilidades de varios estados miembros.

Seis estados de la UE que no tienen la moneda única -Bulgaria, Dinamarca, Letonia, Lituania, Polonia y Rumania- se unieron a los 17 estados de la eurozona en respaldar el pacto, en parte a raíz de las preocupaciones de que pudieran ser excluidos de futuras conversaciones políticas. Reino Unido, Suecia, República Checa y Hungría siguen fuera.

Acuerdo no cumple expectativas

En otras áreas, el encuentro no cumplió las expectativas. Aunque los líderes habían acordado en principio este mes impulsar la capacidad de préstamo de su red temporal de seguridad -El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF)- hasta 440,000 millones de euros desde aproximadamente 250,000 millones, tuvieron que retrasarlo hasta mediados de año debido a unas elecciones inminentes en Finlandia. También se ha retrasado un acuerdo sobre alivio de deuda para Irlanda pendiente de los resultados de los 'stress tests' bancarios previstos para la próxima semana, que podían mostrar un deterioro agudo en los balances de las agobiadas instituciones financieras del país.

Crecen las preocupaciones acerca de que los bancos irlandeses podrían requerir más capital que los 35,000 millones de euros apartados para ellos en el acuerdo de rescate suscripto con la UE y el FMI el año pasado.

Se espera que Portugal sea la próxima pieza del dominó en caer tras Irlanda y Grecia.

Sócrates, el segundo líder de la zona euro en caer víctima de la crisis de deuda soberana del bloque después del primer ministro irlandés Brian Cowen, acudió a la cumbre a pesar de haber entregado su dimisión a última hora de este miércoles.

El político dejó claro que continuaba oponiéndose a solicitar un rescate, y dijo que cualquiera que fuera el próximo Gobierno portugués, cumpliría sus compromisos fiscales.

El presidente de Portugal celebró consultas este viernes con los líderes políticos en Lisboa para decidir si convocar elecciones anticipadas. Si lo hace, por ley no pueden celebrarse antes de fines de mayo.

Cualquier decisión sobre la petición de un rescate se tomaría por tanto en mayo, lo cual implica más semanas de limbo para los mercados.

Temores de contagio

"Está en duda si un nuevo mandato político será suficiente para implementar las inevitables medidas de austeridad, aunque la oposición se ha comprometido con los objetivos de déficit generales", dijeron economistas de Unicredit este viernes en un reporte.

En un reflejo de la incertidumbre, las agencias de calificación Standard & Poor's y Fitch rebajaron sus notas de la deuda de Portugal.

Altos funcionarios de la zona euro dijeron que Portugal necesitará probablemente entre 60,000 y 80,000 millones de euros en ayuda del fondo de rescate europeo y el FMI.

Con Portugal cerca del abismo, la atención podría trasladarse a España, que gradualmente ha recuperado la confianza de los inversores presentando reformas del mercado laboral y del sistema de pensiones, así como un plan para reforzar sus cajas de ahorros.

Mientras los diferenciales del bono portugués a 10 años frente a los bonos de referencia alemanes han trepado a nuevos máximos, los de los bonos españoles han caído a sus niveles mínimos en casi dos meses.

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo este viernes que no temía un contagio de Portugal a pesar de los cercanos vínculos económicos entre los dos vecinos. Los bancos españoles poseen alrededor de un tercio de la deuda portuguesa.

Sin embargo, prometió tomar más medidas para fortalecer las finanzas del Estado.

"En mi opinión estamos en posición de resistir la situación política en Portugal", afirmó Zapatero.

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