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¿Y los millonarios de la marihuana?

En EU, el estado de Colorado sigue nuevas medidas en cuanto a la distribución médica de marihuana; las normas incluyen requisitos de distanciamiento con áreas comunitarias, como escuelas e iglesias.
jue 31 marzo 2011 06:10 AM
Drew Brown (izq.) es uno de los distribuidores que gana a penas para sobrevivir. (Foto: CNNMoney)
marihuana colorado (Foto: CNNMoney)

Cuando Drew Brown abrió Abundant Healing, un dispensario de marihuana médica que atiende a más de 300 pacientes, soñaba con retirarse aún joven para mudarse a Costa Rica, donde pasaría sus días en una cabaña en la playa rentando tablas de surf a los turistas. Pero después llegaron las medidas regulatorias: 15 meses después, el negocio de Brown, manchado de cinta y roja y costos de conformidad, no es la maquinita de dinero que pensó que sería.

"Ganaba más dinero haciendo concreto", dice Brown. Como ex empleado de la industria de la construcción y ex obrero en una plataforma petrolera, él y su socio de negocios, Dave Schwaab, son algunos de los miles de habitantes de Colorado que incursionaron en el negocio de la marihuana legal, a finales de 2009.

Fue ahí cuando el Departamento de Justicia de Estados Unidos ordenó a los fiscales federales que dejaran de perseguir a los negocios que eran legales bajo las leyes estatales, generando el renacimiento de la industria a toda velocidad.

El uso de marihuana por parte de pacientes calificados ha sido cuasi-legal en Colorado desde hace casi una década, cuando los votantes enmendaron la constitución estatal en 2000, para permitirlo. Pero no hubo regulaciones estatales que regularan su venta y distribución. La prohibición federal sigue estando por encima de la ley estatal de Colorado, pero la aplicación de la ley fue ligera. El mercado de rápida expansión parecía prometer grandes cantidades de dinero fácil.

Pero en 2010 Colorado ajustó los tornillos. Las nuevas leyes impusieron estándares fuertes y costosos sobre cómo debían funcionar los negocios. De pronto, tener un dispensario de marihuana, que suele llamarse Centro de Marihuana Médica (MMC, por sus siglas en inglés) se volvió menos rentable que tener una licorería.

Las nuevas regulaciones incluyen requisitos de distancia mínimos entre los MMC y las áreas comunitarias sensibles, como escuelas e iglesias. Se requiere un mínimo de dos años de residencia para los dueños de MMCs. Hay restricciones para los delincuentes que trabajan o tienen una MMC. Asimismo, existen medidas de control detalladas para todas las semillas que se cultivan y por cada onza de capullos vendida en el estado.

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Las regulaciones adoptadas este mes incluyen requisitos de supervisión detallada en dispensarios y un registro meticuloso del inventario. Una ley aplicada en la legislación del estado amenazó con prohibir la venta de marihuana comestible en productos como brownies de marihuana, un gran éxito comercial del que dependen los dueños de las tiendas, antes de que las quejas públicas convencieran a los legisladores de abandonar la medida.

Quizás lo peor del caso para los dueños de los negocios es una provisión que permite que las comunidades locales adopten estándares incluso más estrictos que el estado, incluyendo restricciones directas. Con cada nueva elección, los dueños de dispensarios ahora temen que, a partir de una votación, pierdan su negocio.

Por ejemplo, el 1º de marzo fue la fecha límite para que las tiendas de marihuana en la ciudad de Loveland cerraran, seguido del voto de noviembre para que salieran de los límites de la ciudad. Un puñado de MMCs demandó a la ciudad, creando la posibilidad de un juicio para determinar si tales medidas son compatibles con la constitución del estado.

Un ambiente de negocios tan impredecible hace que sea complicado planear el futuro. La generación de millones de dólares ya no es el objetivo inmediato de muchos dueños de tiendas de esa hierba. Simplemente están luchando por sobrevivir.

"La incertidumbre nos está matando", dice Schwaab.

Abundant Healing es una de las 23 MMCs en Fort Collins, un pueblo universitario de 145,000 personas. Brown y Schwaab aún deben recuperar su inversión de 150,000 dólares en el negocio. Dependiendo del resultado de las ventas, cada uno se lleva entre 2,000 y 4,000 dólares al mes.

Y no son los únicos en esta situación. Los dueños de dispensarios en Denver -que tiene la mayor concentración de operaciones de marihuana- ríen ante la percepción de estar 'arando en masa'. Erik Santus, dueño de dos locales de Lotus Medical en Denver y en Boulder, dijo que cuando abrió sus puertas en octubre de 2009, su negocio experimentó un crecimiento de ganancias de entre 50% y 100% mes con mes, en los primeros meses de operaciones. Ahora dice que un crecimiento de entre el 6% y el 8% es considerado sano , pues muchas tiendas "apenas generan lo suficiente para sobrevivir". 

Se trata de una transición para la que no todos los operadores estaban preparados.

"Hace un año y medio, solo había que tener una puerta para tener un negocio", dice Elizabeth Robinson, presidenta ejecutiva de la compañía de relaciones públicas concentrada en la marihuana médica, Grow Room Communications. "Pero cada vez que algo pasa de ser un movimiento y se convierte en una industria, el proceso duele. Todas estas regulaciones son parte del trayecto, para cualquier negocio".

Muchos defensores de la marihuana médica aplauden a Colorado por buscar manejar una industria que otros estados han intentado aplastar. De los 15 estados que permiten el uso médico de la marihuana, Colorado es el único con un modelo de autorización gubernamental y distribución para generar ganancias.

Pero algunos de los empresarios de este campo se quejan de que el estado fue demasiado lejos.

Los reguladores tienen el ojo puesto en todos los pasos del proceso de cultivo, fabricación y venta, y el estado impuso un sistema de licencias costoso y riguroso. Según el número de pacientes que atienda un MMC, las cuotas de licencia iniciales van de 7,500 a 18,000 dólares. Las nuevas reglas piden que los centros cultiven, al menos, el 70% de la marihuana que venden. Esto exige una licencia de cultivo adicional de 1,250 dólares -que se paga una sola vez-, además de la inversión de capital para la renta de un almacén, el equipo de cultivo y los gastos de seguridad.

Los requisitos fueron adoptados para que los reguladores pudieran confiar en que la marihuana estaba siendo vendida, y no fuera llevada al mercado negro. Pero para los dueños de dispensarios, la regla del 70% conlleva el riesgo de una gran falla de cultivo que afecte el abasto de la tienda, lo que sería catastrófico para muchos negocios.

La revisión de antecedentes es otro cuello de botella. Actualmente, el estado realiza más de 4,000 investigaciones a 2,376 solicitudes de negocios, según Julie Postlethwait, vocera de la División de Aplicación de Marihuana Médica del Departamento de Ingresos del estado. Los solicitantes deben ser examinados a través de 20 bases de datos para buscar, desde antecedentes penales hasta evasión fiscal y pagos de manutención infantil. Cada uno es entrevistado de forma individual. El departamento tiene hasta el 1º de julio para estudiar la información y, hasta entonces, ninguna otra solicitud podrá ser aceptada. La moratoria en nuevos negocios también podría extenderse.

"Nuestra industria es regulada más que cualquier otra industria en Colorado", dice Rob Corry Jr., abogado especializado en marihuana médica que representa a las MMCs que están demandando a Loveland. "Es mucho más fácil volverte abogado que dueño de dispensario, en cuanto a las barreras de entrada. Tenemos regulaciones muy ajustadas que amenazan con destrozarnos, al menos en el campo legítimo".

Aún así, Brown y Schwaab ven esta contracción como un periodo de agitación natural de una industria naciente, una única en la historia de Estados Unidos, pues su valor primario sigue siendo ilegal bajo las regulaciones federales.

Sólo esperan que puedan sobrevivir a esta situación.

"Estamos en este negocio para largo", dice Schwaab. "Creo que mucha gente entró a este negocio calculando los kilos de marihuana que podrían cultivar y no predijeron los costos de negocio normales. Nuestros márgenes no son distintos a los de cualquier otro negocio de ventas".

"Si logramos seguir como lo hemos hecho, podremos vivir de forma razonable", agregó. "No estaremos ganando los millones que todos creen que estamos ganando".

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