De 10 empleos en México 7 son informales

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En México, de cada 10 empleos que se generan alrededor de 7 son informales; es decir, no tienen acceso a ningún beneficio relacionado con la seguridad social, asegura Eduardo Rodríguez-Oreggiad, director del Doctorado en Política Pública Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública (EGAP) ITESM Campus Estado de México.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que elabora el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) de los aproximadamente 44 millones de trabajadores que conforman la Población Económicamente Activa (PEA), alrededor de 64% de los ocupados se encuentra sin acceso a seguridad social.

De acuerdo con la regulación laboral, establecida en la Ley Federal del Trabajo y en la Ley del IMSS, para una empresa el contratar a un trabajador cumpliendo las regulaciones establecidas le puede elevar los costos hasta en 60% adicional al sueldo que le paga al empleado.

"Sin considerar otros costos, en México el pago por cotizaciones es de alrededor 31%, mientras que en Estados Unidos es de 19%, en Canadá, 12% y en el Reino Unido llega a 14.5%. Las micro, pequeñas y medianas empresas son las que, en su mayoría, terminan dando trabajo en México, muchas de ellas sin otorgar prestaciones y de las compañías grandes sólo tienen un 5% de trabajo informal, que está más relacionado con la parte de honorarios".

Asegura que en México es muy caro contratar y despedir; le resulta muy complicado pagar impuestos. "Las empresas micro y pequeñas, todas estas regulaciones les resultan completamente hostiles para crear y generar empleo y tienen que buscar la forma de sobrevivir".

Ante ello, el catedrático del Tecnológico de Monterrey advierte que este tipo de empresas no puede darse el lujo de ser competitivo, sólo buscan sobrevivir y "en esa búsqueda de supervivencia hay que darle la vuelta a las regulaciones, porque sino quiebran".

El tener una tasa de informalidad tan elevada propicia que la productividad en la economía mexicana sea muy baja. Recientemente, un estudio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) mostró que la gente en México es la que más tiempo de su día ocupa en labores -remuneradas o no-: 10 horas, por encima de la media del grupo de países (de 8 horas).

El investigador dice que es cierto. "Los mexicanos trabajamos más horas, pero eso no nos hace más productivos y eso va muy ligado a que la tasa de informalidad en México es muy alta, de 65%".

La productividad es mayor en trabajos formales. "Como hay que cumplir con una serie de regulaciones y ser competitivo como empresa pones a la gente en puestos que son los más adecuados con base en sus habilidades".

Por el contrario, en un trabajo informal "un empleado termina haciendo cosas que son marginales, que no conllevan exactamente productividad" y pone el ejemplo de una vulcanizadora que sin minimizarla no añade mucho a la productividad agregada del país.

"El tener altos niveles de informalidad, reduce el pago que le dan a un trabajador por ser más productivo al tener mayor educación. Los altos niveles de informalidad hacen que en el agregado los salarios se reduzcan hasta 40%, por efecto de tener mayor educación en un trabajo".

Por ejemplo, un profesional gana 1,000 pesos, pero por el alto nivel de estudios que tiene debería ganar 1,400 pesos. Sin embargo, la informalidad baja la productividad de todos y eso se ve reflejado en salarios".

En este sentido, el líder de los telefonistas, Francisco Hernández Juárez, asegura que en México es necesaria una reforma laboral, pero "hay que ser congruentes entre lo que se quiere y lo que se propone", dice.

Si el argumento para decir que sin una reforma laboral el sector informal va a seguir creciendo y el sector formal no va a generar los empleos que el país necesita, y "lo que se propone son los contratos a prueba y el outsourcing, entonces algo no cuadra".

El diputado del PRD deja en claro que sí se requiere una reforma laboral que le permita al Gobierno impulsar el desarrollo, ser más competitivos para hacer al país más productivo, donde las empresas tengan mejores condiciones para que ser productivas y competitivas y también para que el trabajador gane.

Afirma que la iniciativa de reforma laboral que se discutía en la Cámara de Diputados y quedó detenida, "ya no saldrá en este periodo ordinario de sesiones", que termina el próximo 30 de abril, debido a que los consensos para impulsarla no se pudieron dar.

"Partidos como el PT, Convergencia y PRD, se opusieron rotundamente porque la propuesta que presentó el PRI afectaba los derechos de los trabajadores. La reforma se detuvo y creo que es lo mejor para el país y los trabajadores, pero sí debe impulsarse una reforma laboral, lamentablemente los empresarios y el gobierno tienen una manera de querer abordar este tema que nos parece francamente regresiva y si imponen sus condiciones haría retroceder el derecho laboral 100 años".

La reforma laboral que propone contempla cambios a la Constitución, porque "en México no se reconocen los derechos laborales como derechos humanos. Planteamos la salida de la Secretaría del Trabajo de las Juntas de Conciliación, porque los que determinan los conflictos laborales deben ser jueces expertos en temas laborales para que realmente sean imparciales en la resolución de los conflictos".

"Creemos que no puede haber trabajadores de primer y de segunda, con trabajadores al servicio del Gobierno, sin derechos como los del contrato colectivo, derechos de huelga; creemos que se necesita un seguro del desempleo, por eso planteamos una reforma a la Ley del Seguro Social y, entre otros aspectos, que no se esté interviniendo permanentemente en la vida sindical con la famosa toma de nota".

Es una reforma integral que va desde cambios a la Constitución, a la Ley Federal del Trabajo y a la Ley del Seguro Social.