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El mundo, ante desafíos financieros: FMI

Un aumento en la aversión al riesgo llevará a los inversionistas a ser menos tolerantes, advierte; hay temor de que fracase la negociación para subir el tope de deuda de EU y el rescate de Grecia.
mar 21 junio 2011 06:02 AM
La indefinición en las crisis de EU y Europa puede hacer que los mercados pierdan la paciencia. (Foto: Photos To Go)
Sin Titulo (Foto: Photos To Go)

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Si la situación política en Estados Unidos y Europa coarta el ímpetu para alcanzar una consolidación fiscal y el saneamiento y la reforma financiera que se requieren, los mercados podrían perder la paciencia, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las medidas en torno a calificaciones soberanas negativas se han extendido más allá de Grecia, Irlanda y Portugal, hasta alcanzar a otros países de la zona del euro , lo que refleja la inquietud de que será difícil forjar el consenso político necesario para la consolidación fiscal y las reformas estructurales.

El organismo internacional también dijo que se agudizan las inquietudes de los mercados en cuanto a la trayectoria fiscal de Estados Unidos, ya que se observan pocos avances para salir del impasse político sobre la manera de llevar a cabo la consolidación fiscal necesaria.

En la actualización del 'Informe sobre la estabilidad financiera mundial', el Fondo destacó que a corto plazo los mercados tienen la atención puesta en la posibilidad de que fracasen las negociaciones para incrementar el tope de la deuda de EU, que se alcanzará a fines de agosto según las estimaciones de las autoridades de ese país, a menos que se tomen medidas al respecto.

Ante el riesgo de una suspensión de pagos temporal, los diferenciales de los CDS (credit default swaps) de EU a corto plazo han superado los de algunos países cuya calificación está por debajo de la AAA de la deuda estadounidense. Incluso, esa calificación ha quedado en duda tras el panorama negativo anunciado en abril por la calificadora Standard & Poor's.

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El FMI resaltó que persisten profundos desafíos financieros, aun si los factores de vulnerabilidad se ocultan detrás de condiciones monetarias y de liquidez sumamente acomodaticias.

La oportunidad actual para preparar el sistema financiero y económico a fin de resistir potenciales shocks sistémicos -fundamentalmente, aportando claridad a soluciones que, aplicadas en la totalidad de la zona del euro, alivien las tensiones de la periferia- podría desvanecerse de forma inesperada.

Por ejemplo, si un aumento repentino de la aversión al riesgo (causado quizá por factores no relacionados) lleva a los participantes del mercado a ser menos tolerantes con la adopción de soluciones de política incompletas.

También podría desvanecerse debido a acontecimientos políticos, ya sea porque los programas de ajuste pierden respaldo político en los países deudores o porque seguir financiando esos programas pone a prueba la paciencia de la población de los países acreedores.

Por lo tanto, el organismo dijo que a fin de prepararse para los shocks se necesita un sistema financiero más robusto, particularmente en Europa, lo que exigirá una respuesta coordinada y multinacional en materia de políticas.

Alertó que si bien se ha avanzado en el saneamiento del sistema bancario, el ritmo es demasiado lento. En primer lugar, los bancos siguen enfrentando dificultades para financiarse. Los rendimientos de sus bonos han aumentado y algunos bancos de países europeos periféricos siguen dependiendo mucho del Banco Central Europeo (BCE) para obtener respaldo de liquidez.

En algunos países, los bancos son vulnerables a un nuevo endurecimiento de las condiciones de financiamiento y tendrán que acelerar el ritmo de refinanciamiento de los vencimientos.

En segundo lugar, algunos bancos aún no han eliminado en forma suficiente los riesgos de sus balances y eso ha generado una gran incertidumbre acerca de la calidad de los activos, en vista de la tenencia de activos heredados y las considerables exposiciones en el mercado inmobiliario.

Tercero, es necesario acelerar el ritmo de recapitalización para constituir reservas contra pérdidas de activos o shocks de liquidez.

Las pruebas de tensión que realizará próximamente la Autoridad Bancaria Europea brindan una oportunidad importante para actualizar la evaluación de los riesgos en el sistema bancario europeo y para abordar el problema de los bancos de débil capitalización.

Si se determina la presencia de potenciales deficiencias de capital, será crucial constatar la existencia de planes para cubrirlas sin demora y para llevar a cabo la resolución de los bancos no viables.

Insistió en que las autoridades deben actuar ahora para robustecer el sistema financiero, toda vez que los riesgos a la baja han vuelto a pasar a primer plano, incluido el que la recuperación económica mundial quizá sea más frágil de lo que se había pensado, lo que significa que tal vez se esté agotando el tiempo para corregir las vulnerabilidades.

Al mismo tiempo, se ha reducido el margen de maniobra para contrarrestar los shocks, sobre todo por medio de mecanismos tradicionales de política fiscal y monetaria. Por lo tanto, será esencial fortalecer el sistema financiero lo suficiente para que pueda resistir grandes shocks potenciales, y para que así pueda apoyar la recuperación que está en curso.

Las prioridades clave son, en primer lugar, robustecer el actual sistema financiero, en especial para sanear el legado de la crisis en las economías avanzadas, y en segundo lugar, concluir el programa de reforma financiera a la brevedad posible.

Por último, las autoridades deben trazar una ruta que facilite la recuperación, pero que no permita la acumulación de riesgos excesivos en el futuro. Es probable que esto resulte particularmente difícil en los mercados emergentes donde las autoridades enfrentan crecientes presiones inflacionarias y una agudización de los desequilibrios financieros.

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