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Los mercados asumen recorte a nota de EU

Subir el tope de deuda no asegura evitar la rebaja de la calificación soberana: Análisis Santander; sin acuerdo en el Congreso, el Tesoro bajará el gasto para cubrir vencimientos por 59,000 mdd: S&P.
vie 29 julio 2011 06:00 AM
El dólar se devaluaría al menos 10% si el Gobierno de EU cae en incumplimiento y le bajan la calificación a su deuda. (Foto: Photos To Go)
dolar (Foto: Photos To Go)

Las fuertes diferencias entre los partidos Demócrata y Republicano en Estados Unidos hacen casi inminente un recorte a la calificación crediticia estadounidense, aún cuando se logre un acuerdo de última hora sobre el incremento en el techo de endeudamiento, advierten analistas.

A poco más de 72 horas de que venza el plazo para elevar el límite de endeudamiento y acordar medidas de reducción del déficit fiscal, sin alcanzar todavía un acuerdo, en los mercados financieros mundiales priva la cautela y una alta dosis de incertidumbre.

Considerando el poco tiempo que queda y la brecha que separa a las dos facciones en el Congreso de EU, es difícil pensar que se presentará un paquete sólido de sustentabilidad de las finanzas públicas, aunque se logre incrementar el techo de la deuda antes del 2 de agosto, agrega Análisis Santander.

Sin embargo, esta decisión no es una condición suficiente para evitar una reducción en la calificación soberana y las probabilidades continúan incrementándose, advierte.

Para Standard and Poors, no alcanzar una solución en el Congreso estadounidense -que es el panorama menos probable- llevaría a una importante confusión, que podría ser severa si impulsa al Gobierno estadounidense al incumplimiento.

Bajo ese escenario que califica de hipotético, S&P prevé que el Departamento del Tesoro comenzará a reducir de manera importante el gasto y a preservar el efectivo para hacer pagos de intereses y tratar de mantenerse dentro del techo de la deuda.

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Es posible que el Tesoro financie exitosamente los vencimientos de 59,000 millones de dólares que vencen el 4 y 11 de agosto, y también podría hacer los pagos de seguridad social del 3 de agosto, mientras corta fuertemente el gasto discrecional y retrasa los pagos a los gobiernos de estados, vendedores y contratistas y empleados federales.

Bajo este escenario, la calificadora considera que las tasas de interés podrían elevarse 50 puntos base sobre las tasas de corto plazo y doblar sobre el largo plazo, aunque esto puede depender de que los Bonos del Tesoro pierdan el estatus de inversión segura que los inversionistas les han dado.

Una baja en la calificación de la deuda de EU cada vez se ve más probable, coincide Mario Correa, economista en jefe de Scotiabank, y el impacto en los mercados financieros probablemente no sea tan dramático; el punto es que bajen las perspectivas de crecimiento para EU de forma significativa, "eso sí creo podría generar un mayor deterioro en el desempeño de los mercados". Si hay un incumplimiento en el pago de la deuda y es temporal, que dure una semana y EU no cubre el vencimiento del 4 de agosto, algunas calificadoras mencionaron que bajarían la calificación para esos bonos en especial, pero aún estaría en el terreno de lo temporal, de lo que puede corregirse.

Pero si el Gobierno de EU llega al 15 de agosto, cuando tiene el segundo vencimiento, y tampoco lo paga, será un default de mayores consecuencias; es cuando se entraría a un escenario más complicado y, "si no tienen un plan claro para enfrentarlo, y los mercados tampoco perciben el interés político para enfrentarlo, y se baja la calificación, sería bastante rápido que se diera una revisión en las perspectivas de crecimiento y reacciones más importantes en las variables financieras".

"Los mercados esperan que no se llegue a ese punto. Hay probabilidad de que se baje la calificación de la deuda, pero no se percibe una posibilidad alta de que se dé default, ni temporal y mucho menos permanente, pero eso es algo que vamos a ver en los siguientes días; creo que la probabilidad de que eso ocurra tampoco es cero", dice Correa.

Bajo este escenario, S&P prevés que las condiciones de los mercados financieros empeorarían considerablemente en cuestión de días. La falta de pago de vencimiento de deuda y la falta de pago de intereses (aproximadamente 62,000 millones de interés deben cubrirse el 15 de agosto) constituirían un default selectivo de acuerdo con su criterio, y S&P espera que esto bajaría la calificación soberana a SD.

Incluso si la Fed y otros bancos centrales maniobran para mantener en funcionamiento al sistema financiero, "esperamos que los mercados de todo el mundo serían dañados severamente. Los costos del crédito se elevarían, los mercados de crédito corporativo estarían cerrados para todos excepto los emisores de más alta calidad".

Los consumidores y empresas probablemente detendrían su gasto en todo, menos en artículos de primera necesidad, y el valor del dólar caería 10% o más contra otras monedas principales, destaca.

Incluso si Washington elevara el techo de la deuda luego de apenas unos angustiosos días después de un incumplimiento y los mercados financieros gradualmente se abrieran en la medida que el Tesoro de EU pudiera emitir deuda (a tasas de interés más altas), estima que la economía podría caer rápidamente en la recesión.

América Latina: Liga sustancial, impacto sustancial

Un incumplimiento o baja en la calificación de la deuda de EU podría golpear duramente a América Latina. La magnitud dependerá de la duración del trastorno global, especialmente respecto a los flujos de liquidez y elevada aversión al riesgo, agrega S&P.

Quienes más sufrirían son las economías de México, América Central y el Caribe, donde el comercio, remesas y turismo relacionado con EU son sustanciales.

Aunque asumiendo que cualquier incumplimiento es solo temporal, algunos factores podrían reducir sus efectos. Las necesidades globales de financiamiento son relativamente bajas en corporaciones y sectores de gobierno en esta región.

Los sistemas bancarios dependen grandemente de los depósitos locales. Aunque aún es poco claro hacia dónde se irían lo capitales por esa mayor aversión al riesgo. S&P estima que los flujos de salida de los bancos latinoamericanos sería improbable.

Entre tanto, las reservas internacionales crecerán solventando lo que S&P considera un colchón importante que complemente la flexibilidad dada por los tipos de cambio flotantes en la mayoría de los países de Latinoamérica.

Finalmente anticipa que los bancos centrales de la región volverían a aplicar las medidas que instrumentaron en 2008 y 2009 para proporcionar liquidez a los mercados locales cuando los mercados globales de capital las retiraron.

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