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Cuatro razones por las que EU no crece

La falta de inversión en negocios y un menor gasto del consumidor son clave en esta desaceleración; la secuela de la crisis financiera difiere de una recesión típica por su débil tasa de crecimiento.
jue 01 septiembre 2011 06:01 AM
La falta de empleo en el sector público es uno de los principales obstáculos de la recuperación de EU. (Foto: Photos to Go)
empleado con portafolio frente a edificio (Foto: Photos to Go)

Es difícil señalar exactamente qué mantiene rezagada la economía de Estados Unidos. Economistas y medios han adoptado de manera popular el término ‘La Gran Recesión' para describir todas las situaciones desafortunadas desde que el mercado de viviendas se colapsó hace algunos años, implicando que los estadounidenses han salido de una recesión típica que, en todo caso, era mucho más severa. 

No es necesario decir que la casi implosión del sistema financiero de Estados Unidos fue severa. Pero como dice Kenneth Rogoff, economista de la Universidad de Harvard, hoy la recuperación es algo que sólo se puede llamar ‘La Gran Contracción', sugiriendo que la secuela de la crisis financiera no se parece en nada a una recesión típica. 

"En una recesión convencional, la reanudación del crecimiento implica un regreso a la normalidad razonablemente vigoroso", escribió Rogoff a principios de mes en la revista Project Syndicate. "La economía no sólo recupera el terreno perdido, sino que en menos de un año, normalmente alcanza la tendencia alcista a largo plazo". 

La recesión terminó de manera oficial hace más de dos años. Sin embargo, durante el primer semestre del año, la economía difícilmente creció . De acuerdo con el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke -quien reconoció en un discurso en Jackson Hole, Wyoming, la semana pasada, que los problemas que plagan al mercado están más allá de las competencias del Banco Central- lo que se vuelve todavía más importante para los legisladores de Washington es ayudar a reimpulsar la economía. 

Los miembros del Congreso podrían estar rascándose la cabeza para saber qué hacer después, pero a lo mejor, como punto de partida, los miembros deberían ver que esta recuperación es diferente a las anteriores. 

Inversión de negocios a largo plazo: Desde 1949, la construcción ha sido uno de los mayores componentes en las recuperaciones económicas. No sólo la construcción de nuevos edificios y fábricas ayuda a que las compañías sean más productivas, también crea empleos para la economía en general mientras que cada orden de concreto, por ejemplo, requiere de trabajadores que hagan todo, desde tomar la orden hasta llevarlo de la bodega a la construcción.

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Pero a diferencia del final de otras recesiones -cuando surgía la inversión de negocios- las empresas hoy en día no están construyendo tantas fábricas nuevas o comprando propiedades comerciales. La inversión de negocios ha avanzado a un paso muy lento, en un promedio de 10.3% del PIB desde el inicio de la última recesión, siendo el promedio de ciclo de negocios más bajo desde la década de los 70, de acuerdo con el Centro para el Progreso de Estados Unidos.

Dado que, en conjunto, todas las empresas no financieras del índice S&P 500 tienen más de 1.1 billones de dólares en efectivo y en inversiones a corto plazo, la situación no recae en que las compañías más grandes de Estados Unidos carezcan de dinero para invertir. ¿Entonces a qué se le puede atribuir la falta de gastos?

"La cuestión es por qué en esta recuperación ya no se pueden financiar activos de largo plazo, de básicamente 20 años o más, y en esencia la respuesta es que existe un gran elemento de incertidumbre en esta economía", comenta Alan Greenspan, antiguo director de la Reserva Federal, en una reciente entrevista con The Financial Times.   

Greenspan ha exhortado a los legisladores y responsables políticos de Washington a dar un paso hacia atrás y dejar que la economía sane por sí misma. Sin embargo, las incomodidades de un lento crecimiento y de una tasa alta de desempleo pueden ser demasiado fuertes para aguantar. Y lo que es más, hacer nada seguramente podría ser muy poco popular de manera política, dada la cercanía de las elecciones presidenciales del 2012. 

Pérdida de empleos de Gobierno: El sector privado pudo haberse deshecho de millones de empleos durante los puntos más bajos de esta última recesión, pero parte de lo que se ha agregado a la pesadez continua de la recuperación económica es la falta de empleos de Gobierno . Por ejemplo: en julio el sector privado añadió 154,000 empleos, pero este golpe de buena suerte fue truncado por el hecho de que la economía solamente arrojó 37,000 empleos en el sector público. 

El empleo en la función pública hoy en día es alrededor de 1.9% más bajo de lo que era al principio de la recuperación: una caída de 430,000 empleos, de acuerdo con un informe reciente del Instituto de Políticas Económicas. Por el contrario, el empleo en el Gobierno subió 1.1% o, lo que es equivalente, 232,000 empleos durante la misma etapa de recuperación que siguió a la recesión del año 2000. 

Los problemas recurrentes del mercado de empleos de función pública actuales se deben, de manera significativa, a la disminución de ingresos fiscales, a los gastos que han surgido por el desempleo y a Medicaid. Gobiernos tanto locales como estatales, incapaces de manejar los déficits de manera legal (a diferencia del Gobierno federal), han estado lidiando con huecos bastante importantes en el presupuesto por medio de despidos masivos a niveles sin precedentes. Y esto probablemente continuará, no sólo a niveles locales y estatales, sino también a nivel federal, dependiendo qué decida el comité especial del Congreso asignado para reducir la deuda de Estados Unidos y encontrar la manera de ahorrar 1.5 billones de dólares. 

Gasto del consumidor: En los años que llevaron a la última recesión, los hogares claramente gastaban de más. Desde entonces, han estado trabajando para mejorar sus finanzas, pero de cualquier forma están muy lejos del punto donde los niveles de la deuda doméstica hagan sentir cómodos a los consumidores gastando más dinero y ahorrando menos. 

El consumo, que constituye aproximadamente 70% de la economía de Estados Unidos, decayó significativamente durante los puntos más bajos de la recesión y su crecimiento ha sido lento a través de la recuperación económica. Pero como hace pocos días señalaba el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, lo que ha sido más bien inusual es la disminución en el gasto en servicios discrecionales como educación, entretenimiento y comidas en restaurantes.

Gastar en lujos como éstos fue un motivador parcial de la disminución del PIB real durante la última recesión. Está abajo por un 7%, más del doble de lo que se vio disminuir el porcentaje en la recesión de principios de la década de los 80. 

Vivienda: Durante la mayoría de las recuperaciones económicas, la industria de la vivienda normalmente se recuperaba de manera importante y ayudaba a fomentar un crecimiento general. 

Vale la pena mencionar que esta vez no funcionó así. Y cada vez parece menos probable que funcione de esa manera, dadas las expectativas que indican que los precios de las casas pueden caer aún más como parte de la ofensiva de las ejecuciones hipotecarias, que con el tiempo podrían minarse de manera excesiva en el mercado de viviendas. 

Esto no sólo impacta la venta de viviendas, también quiere decir que los consumidores van a gastar menos dinero en mobiliario, aparatos eléctricos, y otros bienes y servicios relacionados con las casas. 

Bernanke reconoce que las políticas económicas que apoyan un fuerte crecimiento económico a largo plazo están más allá de las competencias del Banco Central, y ha exhortado a los legisladores de Washington a adoptar "políticas de vivienda buenas y proactivas" para poder detener la depresión en el mercado de bienes raíces.  

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