La manufactura en EU se desacelera
La actividad manufacturera de Estados Unidos creció inesperadamente en agosto y menos trabajadores solicitaron ayuda la semana pasada por estar desempleados, desafiando una caída en la confianza que amenazó con empujar nuevamente a la economía hacia la recesión.
El Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM por su sigla en inglés) dijo este jueves que su índice de actividad fabril nacional bajó a 50.6 desde 50.9 en julio. La modesta caída echó por tierra las expectativas de los economistas de un descenso a 48.5.
Cualquier lectura bajo 50 indica una contracción en la actividad fabril nacional.
Un reporte separado del Departamento del Trabajo mostró que las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo cayeron en 12,000 a 409,000 en la semana al 27 de agosto, mostrando pocos indicios de un aumento en los despidos tras un desplome en la confianza empresarial y del consumidor.
"Tuvimos cifras levemente mejores y mi sensación general es que las cosas no están tan mal como dicen los titulares. Las compañías no están viendo cambios dramáticos", indicó Tom Porcelli, economista estadounidense de RBC Capital Markets en Nueva York.
No obstante, los detalles claves del sondeo de ISM fueron suaves y las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo seguían fijas sobre los 400,000, considerados como un mercado laboral estable.
Ello indicó que el ritmo de crecimiento económico se mantendrá lento, aunque redujo las probabilidades de una segunda recesión.
"El resultado neto es una desaceleración, crecimiento decepcionante por tercer trimestre, pero no una recesión", dijo John Silvia, jefe economista de Wells Fargo en Charlotte, Carolina del Norte.
Cae gasto en construcción
El gasto en construcción en Estados Unidos cayó inesperadamente en julio, al bajar los desembolsos públicos a su mínimo nivel desde diciembre del 2006, mostró este jueves un informe oficial.
El gasto en construcción cayó 1.3% a una tasa anual del 789,500 millones de dólares, la baja más fuerte desde enero. Los economistas esperaban un alza del 0.2%.
Luz al final del túnel
Los datos de gasto del consumidor hasta los de producción industrial han mostrado algo de fuerza en la economía después de que la actividad apenas creciera en la primera mitad del año.
Aunque el dato de subsidios no pesa sobre el conteo de nóminas no agrícolas de agosto, a divulgarse el viernes, no mostró evidencias de que las empresas hayan respondido a los recientes disturbios del mercado financiero despidiendo agresivamente a trabajadores.
Otros reportes sugirieron que los consumidores no bajaron su actividad en agosto. Algunos minoristas estadounidenses reportaron el jueves ventas mejores a lo esperado el mes pasado, pese a la débil confianza del consumidor y el paso del huracán Irene.
Se espera que el empleo no agrícola haya aumentado en 75,000 durante agosto, según un sondeo de Reuters, afectado por una huelga en Verizon Communications. Las nóminas subieron en 117,000 en julio.
Unos 45,000 trabajadores de Verizon iniciaron una huelga en el periodo de encuesta para las nóminas de agosto. Como no recibieron un salario esa semana, los empleados fueron considerados como desempleados en el conteo de nóminas del Gobierno.
Un funcionario del Departamento del Trabajo dijo que no había factores especiales que hayan influido en el reporte de subsidios de desempleo de la semana pasada. La huelga de Verizon había elevado las solicitudes en las últimas dos semanas.
Otro reporte oficial mostró que la productividad de las empresas no agrícolas estadounidenses durante el segundo trimestre del año fue más débil de lo calculado previamente y el crecimiento salarial fue ligeramente más fuerte, pero no lo suficiente para generar presiones inflacionarias.
La productividad bajó a una tasa anual del 0.7%, el mayor declive desde el cuarto trimestre del 2008, en lugar de una baja del 0.3% reportada preliminarmente, dijo el jueves el Departamento de Trabajo.
La productividad, que mide la producción por hora del trabajador, cayó a 0.6% en el primer trimestre del 2011.
Los economistas esperaban que la productividad de las empresas se revisara a una baja del 0.5% en el segundo trimestre. La débil cifra estuvo en línea con el ritmo lento de crecimiento económico visto durante ese período.