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Alemania, ¿verdugo o salvador de Grecia?

El país está en la disyuntiva de ayudar en la crisis griega o sus propios bancos, dicen economistas; una moratoria de pagos griega no es una opción viable, advierte la canciller alemana, Angela...
lun 26 septiembre 2011 06:02 AM
Alemania afirma que los eurobonos elevarán los costos de préstamo. (Foto: AP)
angela merkel (Foto: AP)

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Alemania se enfrenta a la disyuntiva de mantener su ayuda a Grecia, o aprovisionar recursos para enfrentar cualquier insolvencia que presente su propio sistema bancario ante un default de la deuda griega.

La sensación entre políticos y ciudadanos es que 'tirar más dinero a un agujero' sólo pospone lo inevitable, que es la moratoria de pagos de Grecia, razón por la que países como Alemania, Austria y Finlandia comenzaron a endurecer su posición contra los griegos, dicen economistas.

Muchos inversionistas están vaciando sus posiciones periféricas por temor a que la crisis se extienda aún más en el extranjero. Por ello, Europa estaría mucho mejor permitiendo el incumplimiento de Grecia y poniendo sus recursos a respaldar al resto de la zona euro, dice Walter Molano, economista en jefe de BCP Securities.

"No solo está en juego el futuro del sector bancario europeo, porque un impacto sería devastador, sino también las perspectivas del bloque de la moneda unificada", puntualiza.

En este entorno, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo el viernes que una moratoria de pagos de Grecia no es una opción para ella y que el daño sería imposible de predecir, por lo que el país helénico tiene que cumplir con sus obligaciones.

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"Un default de Grecia implicaría el riesgo de un incontrolable efecto dominó", afirmó en una conferencia regional del partido demócrata-cristiano (CDU) en la localidad alemana de Dortmund.

Los comentarios de Merkel se produjeron a medida que los rumores de una posible moratoria ganaron fuerza el viernes, luego que el ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, fue citado por dos diarios asegurando que una cesación de pagos ordenada con un recorte de un 50% para los tenedores de bonos era uno de los tres escenarios posibles.

Alemania tiene la disyuntiva de ayudar a sus bancos o a los países en problemas, menciona Eduardo Ávila. El subdirector de Análisis Económico de Monex Grupo Financiero resalta que en un momento de crisis podría hacer el último esfuerzo por apoyar a esas economías, pero ya en última instancia los recursos alemanes se destinarán a ayudar a sus propios bancos, dependiendo de qué tan fuerte sea el contagio de un default griego.

"Es un escenario que Alemania tiene que evaluar. Sabe que si se repliega y protege a su banca, eventualmente le puede pegar mucho más duro, pero debe tener una postura de defender a sus contribuyentes y no tener la imagen de que, por ayudar a contribuyentes griegos, va a sacrificar a los propios".

El tema es delicado y va a depender de la magnitud del contagio, señala Ávila. Sin embargo, "un caso en donde Europa se vea afectada por un contagio y Alemania límite su apoyo es el peor escenario que puede ocurrir, pero al interior de este país hay varias opiniones contrastantes y es lo que mete mucha incertidumbre al mercado, porque al final de cuentas no se sabe cuál de esas voces es la que va a prevalecer".

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, planteó este sábado la posibilidad de cambios en la manera en que la zona euro enfrenta la crisis de deuda de la región, lo que incluye un fondo de rescate más poderoso.

Schaeuble dijo que está abierto a la idea de aumentar el fondo de rescate europeo (EFSF por sus siglas en inglés) de 440,000 millones de euros, aunque eso no significa necesariamente que el Banco Central Europeo (BCE) deba proporcionar los recursos adicionales.

A Alemania le tocó compartir el costo de financiar a un país que desde su entrada a la zona euro no cumplía con los requisitos, "pero como nunca le dijo nada, se siente moralmente responsable", indica Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody's analytics.

"El sistema bancario alemán es uno de los más expuestos a la deuda soberana griega, de tal manera que si Alemania no apoya, se está apretando la soga en el cuello", advirtió. "Si Grecia cae, se va a llevar a muchos bancos alemanes, y por eso ese país está entre la espada y la pared".

En su opinión, el contagio al que Alemania le teme es por la exposición de sus bancos. "Los alemanes se están dando cuenta que a pesar de todos los esfuerzos que se han hecho, Grecia no da señales de recuperarse y esos recursos que le han dado le pegan a los ciudadanos de cada país que está contribuyendo".

Los alemanes, en específico, "están llegando a un punto de decir ‘de qué ha servido todo el dinero que le hemos dado si el problema no se ha resuelto', pero por otro lado también están perdiendo la confianza en que realmente lo que están haciendo haya sido la medicina correcta", menciona Coutiño.

El problema es que tanto Francia como Alemania tienen un sistema bancario expuesto totalmente a una moratoria de Grecia, por lo que buscan ganar tiempo, tratando de dar soluciones a las consecuencias, pero no al problema de raíz.

La economía griega ha pasado el punto de no retorno y se está colapsando, advierte Molano. El paquete de rescate de 109,000 millones de euros que se acordó hace unos meses, asumió que la economía griega decrecería 3% anual en 2011, pero probablemente se contraerá más de 5% anual.

En otras palabras, Atenas no alcanzará sus metas de ingresos fiscales por un amplio margen, señala. Se espera que este año la economía griega registre un déficit en cuenta corriente de más de 9% del PIB, lo que sugiere que la moneda griega necesitará devaluarse por lo menos 24% frente al euro para recuperar la competitividad frente a los mayores exportadores de la Eurozona.

"Dado que las maxi-devaluaciones generalmente se asocian con grandes inflaciones de transferencia, la devaluación griega probablemente tendría que sobrepasarla por casi el doble. Esto significa que el tamaño de esa economía probablemente se reduciría a la mitad, a alrededor de 140,000  millones de dólares", indica Molano.

En consecuencia, la proporción de deuda del país con relación al PIB se elevaría a más de 250%. Por lo tanto, con el fin de reducir la carga de la deuda a un rango más manejable del 50% del PIB, Atenas tendría que aplicar un recorte de alrededor de 65%.

"Hay una conciencia de que Grecia es insolvente, y el desembolso de los 8,000 millones de euros adicionales que necesita desesperadamente a mediados del mes de octubre parece sombrío. Hay una sensación de que 'tirar más dinero en el agujero del conejo griego' sólo está posponiendo lo inevitable", menciona Molano.

El Gobierno griego debe a sus acreedores oficiales (FMI, Unión Europea y el BCE) alrededor de 180,000 millones de dólares. Los acreedores oficiales son considerados superiores, y no aceptarán una reducción en el principal.

BNP se encuentra en la parte superior de la lista, con una exposición de 5,000 millones de euros, seguido por Dexia y Commerzbank, que tienen 3,500 millones y 3,000 millones de euros, respectivamente. La mayoría del resto está disperso en toda la zona del euro, lo que supone grandes problemas a la región.

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