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Europa, una crisis de tres dimensiones

Los planes de ayuda del bloque deben abarcar al sistema bancario, al fondo de rescate y a Grecia; Francia quiere crear un banco que ayude a naciones en problemas, pero Alemania se opone a la medida.
mié 19 octubre 2011 12:47 PM
El movimiento social de ‘los indignados’ en el mundo es consecuencia de la crisis, puesto que la sociedad está reclamando la falta de oportunidades y de soluciones que la política ha fallado en darles. (Foto: Reuters)
indignados europa

La gestión de la crisis de deuda de la zona euro requiere de un enfoque a tres bandas que pasa por reforzar al fondo de rescate y a los bancos débiles, junto con ayudar a Grecia, dijo el miércoles el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet.

"Lo que se necesita ahora es aclarar la gestión de la crisis en tres dimensiones: reforzar la capacidad del FEEF (Fondo Europeo de Estabilidad Financiera) para garantizar la estabilidad financiera, reforzar las hojas de balance de los bancos europeos y trabajar en una solución apropiada para un ajuste en Grecia", dijo Trichet en un discurso que marcó el fin de sus ocho años como presidente del BCE.

¿Francia y Alemania al rescate?

Los esfuerzos para lograr un acuerdo que ponga freno a la crisis de la zona euro se encuentran estancados en los mecanismos para incrementar las capacidades del fondo de rescate de la región, dijo el miércoles el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.

Sarkozy dijo a parlamentarios franceses que la polémica estaba retrasando las negociaciones.

Posteriormente, viajó a Francfort para reunirse con la canciller alemana, Angela Merkel, y otras altas autoridades para tratar de romper el bloqueo antes de la cumbre de líderes de la Unión Europea del fin de semana , según fuentes de la presidencia.

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Francia ha argumentado que la manera más efectiva de apalancar la capacidad de acción del Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera (EFSF) es convertirlo en un banco, que pueda acceder a financiamiento del Banco Central Europeo, a lo que se oponen tanto el BCE como el Gobierno alemán.

"En Alemania, la coalición está dividida sobre este tema. No es solo Angela Merkel a quien necesitamos convencer", dijo Sarkozy a parlamentarios, según Charles de Courson, uno de los legisladores presentes en el encuentro.

Sus comentarios generaron dudas respecto a si los líderes de la zona euro serán capaces de llegar a acuerdo sobre un plan claro y convincente cuando se reúnan el domingo.

Un fracaso socavaría aún más la ya debilitada confianza de los mercados financieros en el bloque monetario y en su capacidad de superar una crisis de deuda que lleva dos años y que amenaza la viabilidad de la moneda única en el largo plazo.

La incertidumbre aumentó luego de que Moody's rebajó en dos escalones la calificación crediticia de España un día después de que la agencia advirtiera a Francia que su calificación máxima "AAA" podría estar en riesgo, al tiempo que los griegos iniciaban su mayor huelga general en años en protesta contra el plan de austeridad destinado a evitar la moratoria.

La rebaja a España, que reflejó la amenaza de contagio de la endeudada Grecia, acotó una veloz escalada de las acciones.

Merkel advirtió en la noche del martes que los líderes no resolverán la crisis de deuda con una sola reunión.

"Estas deudas soberanas se han acumulado por décadas y, por lo tanto, uno no puede resolverlas con una cumbre, se necesitará un trabajo difícil a largo plazo. Sin embargo, creo que también podremos tomar decisiones importantes y relevantes", sostuvo.

La esperanza es que en la cumbre del domingo se acuerden nuevas medidas para reducir la deuda griega, fortalecer el capital de los bancos expuestos a los países más complicados del bloque y apalancar el fondo de rescate de la zona euro para evitar el contagio a las economías más grandes.

"Ustedes conocen la postura francesa y estamos apegados a ella. Creemos que claramente la mejor solución es que el fondo tenga una licencia bancaria con el banco central, pero todos conocen la reticencia del banco central", dijo el ministro de Finanzas galo, Francois Baroin, a reporteros en Francfort.

"Todos también conocen la reticencia de los alemanes. Pero para nosotros esa sigue siendo (...) la solución más eficaz", agregó.

Funcionarios de la zona euro han dicho a Reuters que un modelo alternativo, en el que el EFSF pueda garantizar una porción de la deuda nueva emitida en la zona euro, también está sobre la mesa.

Al garantizar el primer 20% o 30% de las pérdidas, el EFSF podría extenderse entre tres y cinco veces más. Con cerca de 300,000 millones de euros de su capacidad de 440,000 millones aún disponibles, el fondo podría ampliarse a más de 1 billón de euros y darle a los mercados un respiro para evaluarlo.

No obstante, analistas no están convencidos de que un plan de apalancamiento que involucre una garantía para las primeras pérdidas sea exitoso, advirtiendo que podría crear una estructura de dos niveles en algunos mercados de bonos y no tendría sentido sin un compromiso explícito del BCE de comprar deuda en riesgo.

"En el papel, esta solución tiene algunos méritos porque es expedita (...) pero en los hechos está llena de complejidades que muy probables lo hagan caer", dijo la analista Shahin Vallee del centro de estudios Bruegel en una nota.

Así como tratan de fortalecer el fondo de rescate, los líderes de la zona euro intentan además convencer a los bancos de aceptar pérdidas "voluntarias" de hasta un 50% de sus tenencias de deuda soberana griega , así como acordar un proyecto para recapitalizar a las instituciones financieras en riesgo por la crisis.

Según un sondeo de Reuters a economistas, los líderes europeos probablemente le pedirán a los inversionistas privados que asuman pérdidas por cerca del 50% de sus tenencias de deuda soberana griega, el máximo de un rango sugerido por funcionarios de la UE la semana pasada.

Grecia se mantiene sumida en la recesión y se espera que su deuda general se empine a 357,000 millones de euros (489,000 millones de dólares) este año o 162% de la producción económica anual, que pocos economistas creen que pueda ser devuelta.

Advertencia a España

Moody's rebajó la calificación de la deuda de España a "A1" desde "Aa2", la tercera de las agencias más importantes que toma acciones al respecto en las últimas semanas, y un escalón por debajo de las calificaciones de Standard & Poor's y Fitch.

La decisión de Moody's resulta preocupante para los que esperan una solución rápida a los problemas del país.

"Desde que se colocaron las calificaciones de España bajo revisión a finales de julio, no se ha presentado ninguna solución creíble a la actual crisis de deuda de la zona euro y en cualquier caso llevará tiempo que se recupere totalmente la confianza en la cohesión política y las perspectivas de crecimiento de la región", aseguró la agencia en un informe.

 

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