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Berlusconi niega que vaya a renunciar

El primer ministro de Italia rechazó en Facebook reportes de que podría dimitir en unas horas; busca apoyo parlamentario para confirmar la ley de financiación estatal del país.
lun 07 noviembre 2011 08:43 AM
Italia aceptó, en la pasada cumbre del G20, que el FMI vigile sus avances en las reformas económicas. (Foto: Reuters)
silvio berlusconi

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, bajo una enorme presión de los mercados internacionales y de sectores rebeldes de su partido, trató el lunes de jugar sus últimas cartas para aferrarse al poder y negó reportes que aseguraban que podría dimitir en cuestión de horas. Las noticias de una posible dimisión tuvieron un impacto inmediato, haciendo subir las bolsas y los mercados de bonos gubernamentales, desalentados por los problemas políticos en Italia, que ha empeorado drásticamente la crisis de deuda de la zona euro.

Pero la negativa de Berlusconi cambió la tendencia, un indicativo de lo mucho que les gustaría a los mercados que renunciara.

Previamente, Giuliano Ferrara, director del diario Foglio y un ex ministro considerado extremadamente cercano a Berlusconi, afirmó en su página web: "Que Silvio Berlusconi está a punto de dimitir está claro. Es una cuestión de horas, algunos dicen que de minutos".

Franco Bechis, subdirector del diario Libero, pro-Berlusconi, afirmó en su cuenta de Twitter que el primer ministro dimitiría el lunes por la noche o el martes por la mañana.

Pero Berlusconi dijo en su página de Facebook: "Los rumores sobre mi renuncia son infundados".

Previamente el lunes, el diferencial de los bonos gubernamentales de referencia se elevó hasta su mayor nivel desde 1997, al 6,67 por ciento.

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Muchos analistas dicen que un diferencial por encima del 7% haría insostenible el costo de financiación para la enorme deuda pública italiana, una de las mayores del mundo.

Berlusconi estaba de visita privada en Milán para almorzar con sus hijos. El domingo prometió continuar en el poder y negó que un sector rebelde de su partido le haya arrebatado la mayoría en el Parlamento.

Pero fuentes políticas dijeron a última hora del domingo que una reunión de su partido, el PDL, lo había instado a dimitir, aunque no lo habían convencido.

Sus aliados más próximos y él pasaron el fin de semana tratando de obtener el apoyo de suficientes diputados para evitar una humillante derrota el martes en una votación para confirmar la ley de financiación estatal que ya ha perdido una vez.

Traidores

Aparte de ofrecer a los diputados indecisos puestos gubernamentales, Berlusconi califica a los rebeldes como traidores de Italia en un momento de crisis y dice que si él cae, el país debe celebrar elecciones anticipadas, algo que muchos diputados no desean.

Una derrota en la votación del martes probablemente lleve a su dimisión inmediata o a una orden del presidente, Giorgio Napolitano, de convocar una moción de confianza.

Además, la oposición de centroizquierda de Italia dice que está preparando una moción de censura contra Berlusconi. La centroizquierda podría abstenerse en la votación pendiente para exponer la falta de apoyo de Berlusconi sin torpedear una medida esencial.

"Berlusconi está marcándose un farol en un último intento desesperado para tratar de salvarse. Ya no tiene mayoría en la Cámara", dijo Dario Franceschini del principal partido de la oposición, el Partido Democrático.

El ministro del Interior, Roberto Maroni, uno de los líderes más destacados de la Liga Norte, miembro de la coalición de gobierno, dijo que era cuestión de tiempo.

"Las últimas noticias me llevan a pensar que la mayoría ya no existe y que es inútil (que Berlusconi) se obstine", dijo Maroni. La Liga también dice que las elecciones anticipadas son el único camino a seguir si cae el Gobierno.

El magnate de los medios de comunicación, de 75 años, dijo el domingo:

"Lo hemos comprobado en las últimas horas y los números son seguros: seguimos teniendo la mayoría".

Los diarios han estimado el número de posibles desertores entre 20 y 40, más que suficiente para hacer caer al Gobierno.

Berlusconi lleva reuniéndose y telefoneando a los diputados rebeldes desde que volvió de una humillante cumbre del G-20 en Francia el viernes, donde tuvo que acceder a una supervisión del FMI sobre el progreso de Italia respecto de unas reformas que ha prometido desde hace tiempo pero no ha aplicado.

Italia es la tercera mayor economía de la eurozona y sus problemas políticos y preocupaciones de deuda se consideran una enorme amenaza en la crisis de cada vez más proporciones que afronta la moneda única.

 

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