Los bonos del Tesoro alcanzan récord
Los inversores extranjeros prestaron en septiembre más dinero al Gobierno estadounidense que en cualquier otro mes desde hace más de un año, ya que la intensificación de la crisis de deuda de Europa fortaleció el atractivo de seguridad que ofrecen los bonos del Tesoro. Los extranjeros incrementaron las compras de bonos del Tesoro en 24,400 millones de dólares hasta 84,500 millones, la cifra más alta de flujos netos de capitales desde agosto del 2010, dijo el miércoles el Departamento del Tesoro.
China, el mayor acreedor extranjero de Estados Unidos, incrementó sus tenencias en 11,300 millones de dólares, a 1.148 billones de dólares, luego de haber salido de parte de algunas tenencias en agosto.
Los mercados temían en septiembre que Grecia pudiera caer en moratoria del pago de deuda, al tiempo que crecieron las preocupaciones de que otros países como Italia, España e incluso Francia no puedan implementar las necesarias reformas impopulares para ordenar sus finanzas.
Durante septiembre, los inversores también estuvieron inquietos de que Estados Unidos pudiera caer en una recesión que podría llevar a la Reserva Federal a lanzar más medidas de estímulo monetario.
"Septiembre fue un mes difícil para la confianza del mercado y se ve reflejado en estas cifras", dijo Michael Woolfolk, estratega cambiario de BNY Mellon en Nueva York.
El impacto de la aversión de riesgo entre los inversores fue también evidente en la demanda extranjera por acciones estadounidenses. Los inversionistas vendieron 19,200 millones de dólares en acciones estadounidenses, la mayor salida neta mensual en unos cuatro años.
Los flujos generales en valores estadounidenses de largo plazo, que incluyen acciones, bonos corporativos y deuda emitida por las agencias de financiamiento hipotecario Fannie Mae y Freddie Mac , subieron a 68,600 millones de dólares desde 58,000 millones en agosto.
Incluyendo activos de corto plazo como notas, Estados Unidos captó un flujo neto de 57,400 millones de dólares en septiembre frente a 89,300 millones de dólares el mes anterior.
Japón gastó unos 8 billones de yenes (100,000 millones de dólares) para desacelerar la apreciación del yen frente al dólar que minaba las exportaciones niponas. En intervenciones pasadas, Japón ha invertido la mayoría de los dólares adquiridos en bonos del Tesoro estadounidense.
