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Salinas ‘reprueba’ a los países ricos

El ex presidente dice que manejaron la economía peor que cuando criticaban a naciones en desarrollo; Carlos Salinas desmarca su mandato del neoliberalismo y llama “dádiva” al programa ‘Oportunidades’.
jue 24 noviembre 2011 06:01 AM
Paradójicamente, el hombre que dio inicio a la privatización de la banca, ahora considera que es indispensable que el sistema de pagos vuelva a manos mexicanas. (Foto: Jorge Garaiz)
carlos salinas (Foto: Jorge Garaiz)

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Carlos Salinas de Gortari, ex presidente de México, ‘reprueba' a los países desarrollados en su manejo económico, e incluso sentencia que su estrategia resultó peor a la que años atrás estas naciones presumían. El político desliga la crisis mexicana de 1995 de la que se vive actualmente , e incluso las distingue. Detalla que la diferencia radica en que, en ese entonces, el país no estaba sobreendeudado, pues con las privatizaciones se había pagado deuda interna y con el llamado Plan Brady -programa creado para reestructurar la deuda de países en desarrollo- se abatió la deuda externa.

"Lo que sucede en los países industrializados hoy es que los maestros resultaron reprobados, ¿cuántas veces vinieron a decirnos a los países en desarrollo, ‘ustedes no están haciendo bien las cosas, deberían de aprender de nosotros'? Y resulta que estos maestros vinieron a hacerlo peor de como nos criticaban en épocas previas que se hacía en nuestra región", expresa el ex mandatario.

" México estaba (en 1995) afortunadamente con un nivel de deuda bajísimo, de los niveles más bajos de su historia y prácticamente sin déficit fiscal, por eso es que se pudo salir un poco relativamente (sic) más rápido de la crisis, aunque el efecto de las quiebras por el efecto de las tasas de interés, hizo que la deuda volviera a duplicarse", añade.

El hombre que gobernó a México de 1988 a 1994 dice que, a raíz de la crisis de 2008, los países pasaron de la quiebra financiera a la necesidad de salvar a los bancos "y entonces los quebrados son los Gobiernos y ahora no sólo es la insolvencia gubernamental, sino la presión sobre sus monedas. Es un círculo vicioso que no acaba de resolverse".

Uno de los personajes más polémicos del México moderno defiende algunas de las medidas implementadas en su sexenio, por ejemplo, las privatizaciones. "Los bienes son para remediar los males", dice.

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Literalmente: en su Gobierno empezó a vender propiedades del Estado para obtener recursos, mismos que fueron utilizados para "pagar la deuda pública, la redujimos, abatimos el servicio de la deuda y con eso pudimos duplicar el gasto social sin déficit fiscal".

Salinas omite su sexenio al referirse a la crisis. Para él, "en el 95" cuando ya era presidente Ernesto Zedillo, la situación ‘reventó' y con ella las tasas de interés que pasaron de 7% a un 100%.

"Quebraron familias, quebraron empresas, quebraron todos los bancos... los particulares y los del Gobierno, todos los bancos", recuerda.

Paradójicamente, el hombre que dio inicio a la privatización de la banca, ahora considera que es indispensable que el sistema de pagos vuelva a manos mexicanas.

"Cuando se entregaron (los bancos) se dijo ‘ah, es que los de fuera sí van a tener el dinero y la fortaleza para que no vuelvan a tener problemas' y ahora resulta que las matrices andan quebrando... Entonces ¿qué están haciendo? Le están exigiendo a las subsidiarias que les remitan las utilidades para salir de su problema en su país de origen", acusa Salinas de Gortari.

"Nos quedamos en el peor de los mundos posibles: sin bancos mexicanos y sin crédito para los mexicanos. Por esto los senadores -en un estudio que cita el ex presidente- llaman  ‘un error de proporciones históricas'".

Se desmarca del neoliberalismo

Carlos Salinas de Gortari hace una crítica al sistema neoliberal que, según él, se establece en México en 1995. El ex presidente señala que en el país hubo una ‘década perdida', pues "durante más de 10 años, México obtuvo una gran cantidad de recursos del exterior, entre exportación de petróleo, remesas de migrantes mexicanos que enviaban dinero a México, inversión extranjera directa y turismo; con esos cuatro rubros cada año casi entraron 100,000 millones de dólares".

Salinas recuerda que, además, en esa época la economía de Estados Unidos y la mundial tuvieron el periodo de expansión más largo de la historia, y México creció por debajo del promedio de América Latina. "Vamos, debajo de Haití, cuando teníamos esta afluencia extraordinaria de recursos", enfatiza el ex mandatario.

El mismo Salinas escinde su Gobierno del neoliberalismo, modelo que ha sido relacionado con su mandato. Asegura que está alejado de la realidad y es parte de los 'estereotipos' que se han creado.

"Claro que introdujimos medidas como privatizaciones para obtener recursos y realizar programas sociales sin déficit fiscal, claro que desregulamos una economía en la cual hasta la producción de cerillos estaba sobreregulada por el Estado, por llegar a los excesos. Claro que establecimos la autonomía del Banco Central, ¿por qué? Pues para quitarle al presidente de la República la facultad de imprimir billetes por su orden y a discreción", señala el político.

Estas decisiones han sido juzgadas por los mexicanos como prácticas neoliberales, pero Salinas asegura que otros gobiernos del mundo con tendencia política de centro, izquierda y de derecha también las pusieron en marcha.

"Mi administración trabajó bajo el principio del liberalismo social, que es una corriente de pensamiento y acción enraizada en la historia de México y que enfatizaba, sí, estas medidas para darle eficiencia al mercado y también evitar los abusos del Estado, pero en la cual el pueblo dejaba de ser objeto y se convertía en sujeto de su propia transformación", asegura el ex presidente.

"Oportunidades, un clientelismo"

En un ejercicio de autocrítica, Carlos Salinas considera que en su sexenio faltó que el programa social que puso en marcha, Solidaridad, se institucionalizara y no dependiera de las decisiones del Gobierno en turno. "En el momento en que no se institucionalizó, el siguiente Gobierno pudo desaparecerlo y, entonces, terminar con una opción que empoderaba a los más pobres".

Al desaparecer el programa, Salinas de Gortari dice que se dejó a la ciudadanía a expensas de la dádiva del Gobierno con programas focalizados, como Oportunidades.

De este programa, el ex presidente dice: "Llegan a una comunidad, levantan un censo y dicen ‘hemos decidido que tú eres pobre, tú sí y tú no', ya ahí empieza un problema en la armonía de la propia comunidad (...) Y después les dicen ‘dado que te hemos declarado como pobre, entonces cada X periodo de tiempo vas a recibir un apoyo para que en la estadística dejes de serlo'".

Salinas cuestiona dónde queda el esfuerzo y la corresponsabilidad para ser parte de una solución y no sólo un cliente más. "Le llaman clientelismo a los que reciben esa ayuda", dice, y recurre al dicho "no me des pescado, enséñame a pescar".

La solución, indica, está en el empoderamiento de los sectores vulnerables y que estos participen conjuntamente con el Estado.

"Sí, se necesita el recurso público, pero no como dádiva, sino como un medio que empodere a los que menos tienen. Eso es formar ciudadanía, esa es la alternativa ciudadana", concluye el ex presidente Salinas.

Lee la entrevista completa aquí 

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