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La ‘Odisea’ para Grecia apenas comienza

El pesimismo priva en los mercados pues se ve difícil que cumpla sus compromisos, dicen economistas; la población sacrifica su bienestar social y puede ejercer presión sobre el Gobierno, advierten.
mié 22 febrero 2012 06:00 AM
Grecia tiene frente a sí un panorama complicado para cumplir con las exigencias de la eurozona. (Foto: Thinkstock.)
crisis griega (Foto: Thinkstock.)

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Grecia alcanzó un acuerdo que evitará la bancarrota el próximo mes, pero el pesimismo ronda los mercados financieros, quienes dudan que el país cumplirá con sus compromisos por la recesión que enfrenta, advierten economistas.

"Grecia tiene un problema no sólo de liquidez, sino sobre todo de solvencia. La magnitud del endeudamiento externo hace materialmente imposible que se pueda cumplir, inclusive bajo los términos  acordados en Bruselas", dice Alejandro Díaz, investigador del Departamento de Economía Internacional en el Tecnológico de Monterrey Campus Toluca.

Los griegos amanecieron el martes con la noticia de que el país seguramente evitará la bancarrota en marzo por su masiva deuda soberana y que continuará en la eurozona... al menos por ahora.

Empero, el acuerdo logrado por las 17 naciones de la comunidad de la moneda única para dar a Grecia un crédito de contingencia por 130,000 millones de euros (170,000 millones de dólares) fue acompañado por la percepción de que el país encara muchos más años de sacrificios.

Aun suponiendo que el programa griego marche según lo previsto, la crisis está lejos de terminar, indica a su vez el equipo de análisis de HSBC Global Research. Este acuerdo ayudará a que se pague a los acreedores, ya que se canalizarán los fondos a una cuenta de depósito de garantía para que éstos sean priorizados, pero el crecimiento no se reactivará pronto.

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Con la economía actualmente en su quinto año de recesión y con caída de 7% anual en el cuarto trimestre, incluso el análisis revisado de sustentabilidad de la deuda parece optimista; hay que recordar que Grecia todavía será sujeto de revisiones trimestrales, que bien podrían significar una nueva preocupación de que vaya a recibir el siguiente tramo de fondos para el verano.

Esto se demostró en la frase final de la declaración que dice que se prestaría apoyo a Grecia "durante la duración del programa y más allá, hasta que se haya recuperado el acceso al mercado, siempre que Grecia cumpla plenamente (...) con el programa de ajuste". Así que, básicamente, se reconoce que requerirá asistencia financiera de sus vecinos de la eurozona durante el futuro previsible, subrayan los especialistas.

El acuerdo sobre un paquete de rescate de 130,000 millones de euros, aunque con estrictas condiciones, llega finalmente tras meses de incertidumbre, y evita un inmediato default del país, indican especialistas de Saxo Bank.

Sin embargo, un informe de la troika -filtrado al Financial Times- podría resurgir los temores en el mercado de que Grecia no sea capaz de alcanzar sus metas de rescate financiero. De esta manera la tendencia bajista podría retomar, tanto para las bolsas como para el euro, indican.

Estabilizar la carga de la deuda del país en 120% del PIB, que todavía es un nivel insostenible de endeudamiento, requerirá años de ajuste fiscal draconiano, un extenso programa de privatización y reformas económicas dolorosas, dice Walter Molano, economista en jefe de BCP Securities. Asegura que "ninguna de las cuales es posible en el fragmentado marco político del país".

Sin embargo, una salida desordenada del euro podría ver a Grecia sumirse en el caos, con controles de capital, escasez de bienes, quiebras bancarias y malestar social masivo. También llevaría a una profunda devaluación de la moneda.

"Utilizando la diferencia entre los deflactores griego y alemán en el transcurso de la última década, sería necesario devaluar la nueva moneda en un 20% en términos reales a fin de recuperar la competitividad laboral. Dado el diferencial  inflacionario que se asocia con maxi-devaluaciones, sería necesario que la sobre devaluación de la moneda llegara a 40% y 50% para permitir que la economía griega volver al equilibrio".

Esto significa que el Gobierno tendría que desconocer prácticamente toda su deuda con el sector privado para volver a denominar sus instrumentos en bonos de moneda local y aplicar un enorme recorte, así como obligar a los acreedores oficiales a absorber pérdidas considerables, señala Molano.

El costo que Grecia debe asumir

Antes de que se le entregue cualquier crédito, el país debe decretar unas 30 reformas y reducciones a gastos por unos 3,000 millones de euros en sueldos, pensiones y empleo. Se trata de compromisos que ha asumido previamente, pero que no ha puesto en marcha.

Alejandro Díaz, catedrático del Tec, enumera los acuerdos a los que llegó el Gobierno griego: 20% de reducción del salario mínimo, eliminación de pensiones, eliminación de seguridad social y con ello "lo que tienen en puerta es una recesión de por lo menos cinco años".

Lo que los griegos están sacrificando es su estado de bienestar, "lo están poniendo en riesgo y por la misma presión que pueden ejercer los movimientos sociales, fácilmente estos acuerdos en algún momento podrían poner en riesgo la misma gobernabilidad".

Díaz expone que Grecia no tiene los medios para cumplir. "Con estas obligaciones, ¿de dónde va a sacar los ingresos públicos para cumplir? Lo único que hacen es crear un mecanismo de aquí hasta seis meses cuando se vuelva a cumplir otro canje de otro paquete de bonos".

En el corto plazo prevalece la incertidumbre por los temas que quedan por resolver. Además, las elecciones que se llevarán a cabo en abril podrían generar dificultades para el cumplimiento de las medidas de austeridad, reconoce el área de análisis económico del banco BX+.

Bajo cualquier escenario, las expectativas son turbias, negras para Grecia, resalta el investigador del Tec. "Hasta el escenario más optimista es de recesión. Los mercados van a seguir jugando, sobre todo, a qué es lo que pasa y creo que descontaron a Grecia como país perdido, financieramente hablando".

En su opinión, ahora los mercados comenzarán a analizar la situación portuguesa, española, italiana que son fuertes en términos de deuda pública. "No son similares a Grecia en el sentido del monto de deuda, pero de todas maneras son cantidades elevadas para esas economías, sobre todo por los plazos que tienen que cumplir el pago de los bonos".

Sin embargo, los economistas de HSBC Global Research creen que el rally del euro tiene alguna energía para seguir. El acuerdo sobre Grecia ha eliminado la amenaza de incumplimiento, por ahora, una posibilidad en la que muchos bajistas sobre el euro estaban confiando para apoyar sus previsiones a la baja.

El acuerdo también muestra que el imperativo de mantener a Grecia en el euro continúa abrumando sobre otras consideraciones, con ambas partes de las negociaciones cediendo terreno en importantes áreas de contención a fin de asegurar un acuerdo.

También socava los teóricos de la conspiración quienes sostenían que algunos elementos podrían estar tratando de sacar a Grecia fuera del euro en forma de "despido implícito".

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