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Gingrich promete gasolina a 2.5 dólares

El aspirante republicano dijo que ese precio en EU sería realidad si llega a la presidencia de EU; expertos descailificaron la medida, ya que los precios del combustible se fija en un mercado global.
lun 27 febrero 2012 12:35 PM
La promesa Newt Gingrich podría conseguir atención mediática, pero hay poco que pueda hacer para influir en el precio de la gasolina. (Foto: AP)
Gingrich (Foto: AP)

Los precios de la gasolina están subiendo en Estados Unidos, y como si estuvieran sincronizados, los políticos están vendiendo la promesa de bajar los precios del combustible.

Newt Gingrich, que está luchando por recuperar el impulso en las elecciones presidenciales primarias del partido republicano, está liderando el camino, con la promesa de hacer que los precios bajen a 2.50 dólares por galón de nuevo.

"He desarrollado un programa para la energía estadounidense para que ningún futuro presidente jamás se doblegue ante un rey saudita de nuevo, y para que todos los estadounidenses pueden esperar un galón de gasolina a 2.50 dólares", dijo Gingrich en su presentación en el debate del miércoles de CNN.

La promesa podría conseguir atención en la campaña electoral, pero hay poco que los políticos puedan hacer para influir en el precio de la gasolina en el corto plazo, y los esfuerzos a largo plazo probablemente se complicarían debido a la naturaleza global del mercado del crudo.

"Retórica política, eso es todo lo que es", dijo Guy Caruso, un economista que dirigió la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) y trabajó como analista de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés).

"A falta de controles de precios, que fueron un desastre durante el Gobierno de (Richard) Nixon, los políticos no pueden hacer mucho por modificar el precio de la gasolina", dijo.

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Otros expertos de la industria encuestados por CNNMoney concordaron con estas opiniones.

"Esto es absurdo", dijo Paul Bledsoe, un académico del Centro de Política Bipartidista que pasó más de 20 años trabajando en políticas energéticas de Washington. "Obviamente, el precio del petróleo se fija en un mercado global. En el plazo inmediato no hay casi nada que se pueda hacer".

El plan de Gingrich para reducir los precios gira en torno a incrementar la producción nacional de energía a niveles que dejarían en segundo plano las preocupaciones geopolíticas. La forma de hacer eso, según el aspirante, es mediante la eliminación de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), la construcción del oleoducto Keystone y la autorización de más perforaciones.

"Y en ese momento, si, de hecho, los iraníes quieren hacer algo con el Estrecho de Ormuz , tal vez los chinos tienen un problema o los indios tienen un problema o los europeos tienen un problema", dijo Gingrich en un video de 28 minutos que su campaña produjo acerca del tema. "Pero no estoy seguro en ese punto que los estadounidenses tendrían un problema", agregó.

Pero a menos que la forma en que se compra y se vende el petróleo crudo en el mercado mundial sea drásticamente cambiada, Estados Unidos todavía tendría un problema muy real.

El petróleo es una materia prima global que puede ser enviada a cualquier parte del mundo. Su precio es determinado en gran medida por la oferta y la demanda mundial.

Estados Unidos tendría que retirarse del comercio mundial del petróleo y la gasolina para establecer sus propios precios, una medida que podría predisponer al país a una escasez de suministro y que la mayoría de los economistas no apoyaría.

Caruso dijo que simplemente no es una idea práctica: "Este es un mercado global con suministros fungibles. No podemos aislarnos".

También existe la cuestión de si el objetivo de nivel de producción de Gingrich es posible.

De acuerdo con un estudio de 2009 de la EIA, la apertura de áreas de perforación en la costa este, la costa oeste y la costa del Golfo de Florida proporcionaría sólo 500,000 barriles adicionales al día para 2030, lo cual no es suficiente para reemplazar las importaciones de Estados Unidos o bajar los precios mundiales.

El mundo consume actualmente 89 millones de barriles diarios, y para entonces es probable que utilice más de 100 millones de barriles. Para el momento en que la OPEP termine los recortes de producción para ajustarse al aumento en la oferta, los estadounidenses podrían ahorrar 3 centavos de dólar por galón.

"La idea de que de algún modo podemos producir tanto a nivel nacional como para mover el precio mundial es incorrecta", dijo Bledsoe.

Mientras tanto, la industria petrolera dice que al expandirse más allá de las áreas submarinas y al perforar en cualquier sitio que no sea un parque nacional, se conseguirían 10 millones de barriles de petróleo adicionales al día para 2030; más que suficiente para Estados Unidos solamente.

Todo esto no quiere decir que la producción de petróleo o sus precios sean impenetrables a los cambios de políticas. El aumento de la producción nacional estadounidense es factible, e incluso deseable, pero el impacto en el precio sería sólo marginal.

"Tenemos que hacer más energía, en todos los niveles", dijo Peter Beutel, analista petrolero de Cameron Hanover.

"Existen formas de avanzar que serían muy positivas", dijo, al tiempo que reconoció que incluso con un aumento masivo en la producción, es difícil predecir un precio determinado, como Gingrich lo ha hecho. "¿Quién puede decir si va a ser de 1.75 o 2.75 dólares?"

La campaña de Gingrich no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre cómo sería alcanzada la predicción del punto de precio de 2.50 dólares.

Por supuesto, no son sólo los republicanos los que han propuesto jugar con la política gubernamental en un esfuerzo por combatir los altos precios de la gasolina.

Durante el gobierno de George W. Bush, la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, instó al presidente a liberar crudo de la Reserva Estratégica de Petróleo del país para combatir los altos precios.

La Casa Blanca rechazó su petición , diciendo que usar la reserva para manipular los precios era "ineficaz".

Pero si atrapas a un político en un raro momento de franqueza, podrás escuchar el reconocimiento de que los precios de la gasolina están en gran parte fuera de su control. Esto es lo que el presidente Barack Obama dijo el año pasado acerca de los elevados precios de la gasolina durante la campaña de 2008:

"Estábamos en la cima de la temporada política. Tenías todo tipo de eslóganes y trucos, y políticos indignados. Ellos agitaban sus planes de tres puntos para un galón de gasolina por 2 dólares", dijo Obama.

"Y nada de esto realmente iba a hacer nada por resolver el problema", continuó. "La verdad es que ninguno de estos trucos, ninguno de estos eslóganes hizo una diferencia".

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