Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Japón recuerda su tragedia

En varias regiones del país se honró a los 19,000 muertos que dejó el sismo y posterior tsunami; el emperador Akihito, la emperatriz Michiko y el premier Noda encabezaron un acto en Tokio.
dom 11 marzo 2012 10:28 AM
Los japoneses se ganaron la admiración mundial por su compostura, disciplina y resistencia ante el desastre. (Foto: Reuters)
niño

null

Los habitantes de diversas regiones de Japón recordaron este domingo a los 19,000 muertos que el terremoto y posterior tsunami dejaron hace un año, desastre que causó además la peor crisis nuclear en un cuarto de siglo. En la localidad costera de Rikuzentakata, una de las tantas que tuvieron devastación, una sirena sonó a las 14:46 horas, el tiempo exacto en la que el poderoso sismo de magnitud 9 sacudió el noreste del país.

Un sacerdote budista con una túnica púrpura tocó una campana enorme en un templo dañado que da hacia lo que es ahora un páramo donde antes existieron viviendas.

A la misma hora en la localidad costera de Onagawa, numerosas personas oraron en silencio tomadas de la mano y de cara al mar.

En Tokio, un servicio en memoria de las víctimas tuvo lugar en el Teatro Nacional de Tokio. Asistieron al acto el emperador Akihito, de 78 años, la emperatriz Michiko y el primer ministro Yoshihiko Noda, quienes guardaron silencio, junto con centenares de personas vestidas de negro.

"Espero muchas dificultades en el camino hacia la recuperación. Espero que la gente conserve a las víctimas en sus corazones y trabaje para que la situación mejore en las zonas golpeadas por el desastre", dijo el monarca Akihito en una ceremonia televisada.

Publicidad

Incluso en el concurrido distrito comercial de Shibuya, en Tokio, los transeúntes pararon su andar y se mantuvieron en silencio antes de continuar su marcha.

Noda recordó en un discurso que el pueblo japonés se ha sobrepuesto a los desastres y las dificultades en muchas ocasiones. Afirmó que serán reconstruidas la nación y la zona circundante a la planta nuclear de Fukushima que resultó averiada durante el tsunami para que el país "resurja como un lugar mejor".

"Nuestros predecesores que trajeron prosperidad a Japón se han levantado repetidamente de las crisis, y resurgieron cada vez más fuertes. Permaneceremos al lado de las zonas que afectó el desastre y uniremos nuestras manos para concretar la tarea histórica de la reconstrucción", apuntó.

En el puerto de Ofunato, cientos de residentes vestidos de negro se reunieron en las afueras de la municipalidad para poner crisantemos blancos en memoria de los 420 muertos y desaparecidos de la ciudad.

Los residentes de Ofunato se reunieron delante de un altar improvisado, con el mar detrás de ellos. Ofunato se detuvo nuevamente 33 minutos más tarde, en el momento en que hace un año un tsunami de 23 metros envolvió la ciudad de 41,000 habitantes.

A sólo un kilómetro de la destrozada planta Fukushima, gestionada por la firma Tokyo Electric Power Company (TEPCO), donde el colapso de un reactor provocó la peor crisis nuclear desde Chernobil, los residentes de la ciudad abandonada de Okuma pudieron volver al lugar durante unas pocas horas para honrar a los muertos.

Las autoridades impusieron una zona de exclusión alrededor de la planta de 20 kilómetros y los residentes no pueden volver al lugar.

A lo largo de la costa noreste, los agentes de Policía y la guardia costera continúan la búsqueda de restos de desaparecidos pese a la disminución de las posibilidades de encontrar alguno.

El resurgimiento económico

Los japoneses se ganaron la admiración mundial por su compostura, disciplina y resistencia ante el desastre, al tiempo que sus empresas impresionaron con la velocidad a la que se recuperaron.

Como consecuencia, la economía de cinco billones de dólares podría volver a los niveles anteriores al desastre en los próximos meses, con la ayuda de una gigantesca ley de 230,000 millones de dólares destinada a una década de reconstrucción y que se acordó en una muestra poco habitual de colaboración entre el Gobierno y la oposición.

A pesar de las promesas del premier Yoshihiko Noda, muchos están cada vez más desilusionados con la capacidad de los políticos de decir la verdad y de estar a la altura de la situación, una profunda falta de confianza que un comentarista denominó "el cuarto desastre del 11 de marzo".

Políticos y burócratas fueron criticados por su caótica respuesta al desastre de Fukushima y su fracaso a la hora de afrontar los males que asolan Japón desde hace dos décadas.

"No hay liderazgo", dijo la víspera del aniversario Hiroaki Oikawa, un habitante de Ofunato de 56 años que perdió sus dos empresas pesqueras y su vivienda.

Tras una breve tregua, los partidos políticos reanudaron sus disputas, que han provocado que asumieran seis primeros ministros en cinco años y que podrían bloquear una importante reforma fiscal y paralizar otros sectores, como la creación de un organismo de supervisión nuclear más independiente.

Las manifestaciones antinucleares también sirvieron como recordatorio de que muchos quieren una actuación más decidida a la opción preferida por el Gobierno de una reducción gradual de la energía nuclear.

"¿No se han dado cuenta aún de que no es segura?", preguntó el jubilado Sachiyo Katayose, uno de los cerca de 100 manifestantes que se congregaron en el exterior de la sede de Tepco en Tokio.

Tepco, criticada por muchos por su fracaso a la hora de estar preparada para el desastre, volvió a pedir disculpas.

"Todos y cada uno de los miembros de nuestra compañía y su grupo recuerdan el 11 de marzo, y trabajaremos con todo nuestro corazón para solucionar los retos, y la seguridad será nuestra primera prioridad", declaró en un comunicado el presidente de la firma, Toshio Nishizawa, que recordó el aniversario en la central.

La lentitud en la tarea de elaborar planes para la región dañada por el tsunami y contaminada por la radiación aumenta el malestar de los sobrevivientes, de los cuales unos 326,000 siguen sin hogar, entre ellos 80,000 evacuados de las cercanías de la central.

El desmantelamiento y la limpieza de una zona del tamaño de Luxemburgo llevará décadas, con un costo incalculable y mediante tecnologías aún no desarrolladas.

Los contribuyentes, que afrontan la posibilidad de subidas de impuestos para ayudar a financiar la deuda del país, tendrán que sacar decenas de miles de millones de dólares para apuntalar Tepco, que políticamente sigue siendo poderosa.

Con información de AP y Reuters

Dinero Inteligente

Únete a Dinero Inteligente. El newsletter con consejos para cuidar tus finanzas.

Publicidad
Publicidad