Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

Expropiación, el ‘antídoto’ argentino

Con la medida aplicada a YPF, el Gobierno de Fernández pretende revertir su condición de importador; por primera vez en 17 años, en 2011 Argentina tuvo un saldo deficitario de 3,000 mdd.
dom 22 abril 2012 10:33 AM
Hasta el momento, España sólo ha reducido importaciones de biodiésel argentino como represalia. (Foto: AP)
YPF 22 (Foto: AP)

null

Argentina dejará de ser, gracias a la expropiación de la española Repsol YPF , el único país de América Latina sin control estatal del petróleo y el gas e intentará revertir su actual condición de importador de hidrocarburos. Al anunciar el pasado 16 de abril el proyecto de expropiación que fue enviado al Congreso, la presidenta argentina Cristina Fernández puso fin a dos décadas de privatización de un sector estratégico para cualquier país.

Comenzó, además, la recuperación de los Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), la empresa estatal energética que fue un orgullo para los argentinos desde que se creó, en 1922, 15 años después de que se descubriera el primer pozo en suelo nacional.

En 1925, con la construcción de la refinería de la ciudad de La Plata, a 100 kilómetros de Buenos Aires, YPF llegó a ser una de las empresas petroleras más grandes del mundo, y así se mantuvo, en una posición de liderazgo mundial, durante varias décadas.

Los proyectos de inversión extranjera en YPF comenzaron en 1955 con la firma de un contrato con la estadunidense Standard Oil para trabajos de exploración que, finalmente, nunca se llevaron a cabo, pero se consolidaron tres años más tarde con otras empresas.

Gracias a las inversiones privadas, la petrolera estatal logró extraer crudo y logró el ansiado autoabastecimiento, pero en 1963 el entonces presidente Arturo Illia anuló los contratos por considerar que la soberanía energética podía estar amenazada.

Publicidad

Así, YPF quedó en manos del Estado durante casi tres décadas, pues ni siquiera las dictaduras militares apostaron a modificar su estatus, hasta que, en 1990, el presidente Carlos Menem convirtió por decreto a YPF en una sociedad anónima.

Sólo dos años después, ese Gobierno, que quedaría marcado por la frivolidad y la corrupción, concluyó la cesión de los yacimientos a las provincias y la privatización, por lo que 46% de las acciones quedó en manos de bancos y fondos de inversión.

En 1999, en el último año de la década menemista, el español Grupo Repsol compró YPF por 15,000 millones de dólares, lo que significó la completa desnacionalización de la empresa, hasta que en 2007 el argentino Grupo Petersen adquirió 14.9% de la petrolera.

El año pasado, el Grupo Petersen aumentó su paquete accionario a 25%, pero ya era más que evidente la crisis energética que estaba sufriendo Argentina por la falta de cumplimiento de los planes de inversión.

Las cifras son contundentes. En la última década la producción petrolera argentina, incluyendo a otras empresas además de Repsol, se desplomó desde los 43 millones metros cúbicos registrados en 2002 a los 33.2 millones obtenidos el año pasado.

En el caso específico de la firma española, su producción petrolera se redujo en 50% en sólo 10 años, hasta llegar a un mínimo de 11.3 millones de metros cúbicos en 2011, mientras que el gas pasó de 13 a 10.6 millones de metros cúbicos en el mismo lapso.

Según el Gobierno, la caída de las reservas energéticas se contradice con las ganancias obtenidas por Repsol, ya que desde 2003 sus ventas crecieron en 113% e implicaron un promedio anual de ingresos por 1,434 millones de dólares.

Con estos niveles de producción, Argentina dejó de autoabastecerse y tuvo que comenzar a importar energéticos, hasta que en 2011, por primera vez en 17 años, tuvo un saldo deficitario de 3,000 millones de dólares.

Esto significa que este país sudamericano compró más combustibles de los que vendió, lo que encendió definitivamente las luces de alarma para el Gobierno, que encontró en la expropiación el único camino para tratar de recuperar su soberanía energética.

Dinero Inteligente

Únete a Dinero Inteligente. El newsletter con consejos para cuidar tus finanzas.

Publicidad
Publicidad