Sector privado marca pauta a candidatos

Si la parálisis política que ha impedido a las últimas dos administraciones resolver los principales problemas económicos de México se extiende por otros seis años, el país puede pasar de su actual equilibrio de bajo crecimiento a un círculo vicioso de estancamiento, advierte el estudio 'Futuro para todos: Acciones inmediatas para México'.

El informe, presentado este martes a los candidatos a la Presidencia de México, destaca que ese entorno de parálisis defraudaría la esperanza de la población, puede erosionar aún más la credibilidad del Gobierno y empeorar el cumplimiento de la ley y el orden.

En contraste, dice el estudio elaborado por Claudio Loser y Harinder Kohli, si la próxima administración adopta una agenda de reformas bien balanceada e impulsa iniciativas audaces en su periodo, podría una vez más liberar el vasto potencial de México y construir la base de una sociedad más próspera, segura y dinámica.

Para que México pueda hacer realidad la visión anterior, logre salir de la trampa del ingreso medio y romper con el actual equilibrio de bajo nivel de ingresos, sus líderes deben implementar reformas políticas sobre siete pilares, de acuerdo con las recomendaciones plasmadas en el estudio.

Una economía mucho más competitiva es la clave para un crecimiento económico más rápido en México. Para ello se requiere fuerte capital humano, insumos físicos competitivos y acceso equitativo al financiamiento.

La educación de calidad en todos los niveles debe ser la primera prioridad de la sociedad, al ser la herramienta más poderosa para incrementar el crecimiento económico, mejorar la competitividad y promover inclusión.

En el frente de los insumos físicos, se requieren reformas energéticas fundamentales (particularmente petróleo, gas y electricidad), además de niveles mucho más altos de inversión pública y privada en infraestructura.

Profundizar la intermediación financiera, mientras que se fomenta una mayor competencia y  mejor atención a segmentos que hoy no tienen acceso al sector financiero. Todo esto apoyado en un marco de crecimiento sustentable respecto del medio ambiente. Estos son prerrequisitos para una economía competitiva.

'Cancha pareja' en la economía

Como segundo pilar se recomienda reducir desigualdades y fomentar la inclusión. Las grandes y persistentes desigualdades en México, así como la falta de inclusión pueden crear tensiones sociales y políticas, lo cual potencialmente puede llevar a conflictos y a limitar el crecimiento.

Otro aspecto sobresaliente a atacar como parte de la exclusión es el gran sector informal, caracterizado por su limitado nivel de entrenamiento y acceso al crédito y por la consiguiente dificultad para adquirir nueva tecnología.

Este sector, grande y en aumento, debilita la productividad y competitividad de toda la economía. Las fuentes que contribuyen a su formación son: una legislación deficiente, elevados costos laborales en el sector formal, sistemas de impuestos y de seguridad social mal diseñados y una gran corrupción y todo ello provee incentivos para que la informalidad opere y continúe.

Aumentar competitividad, tercer requisito

El informe destaca que una economía mexicana competitiva puede prosperar mejor en un ambiente de negocios que provea los incentivos correctos para ello. Se puede lograr un mayor fortalecimiento de la competitividad de México con el desmantelamiento de los monopolios públicos y privados, así como otros intereses creados y la promoción de mayor competencia en todos los sectores de la economía.

La legislación laboral favorece de manera desmedida la operación de sindicatos poderosos, lo que ha generado serias rigideces en el mercado laboral, encareciendo los costos de mano de obra. La falta de competencia ha hecho que muchos sectores de la economía no sean competitivos.

Macroeconomía estable y reformas

Durante la última década y media, México ha logrado estabilidad macroeconómica. Sin embargo, para permitir esa situación en el largo plazo, mientras se logra un incremento de inversión social y física, el país debe implementar un paquete integral de reformas fiscales.

Esas reformas deben buscar mejorar la eficiencia fiscal y la recaudación de los impuestos no petroleros, así como aumentar el nivel y mejorar la composición del gasto público. Si se reemplazan las normas actuales de equilibrio presupuestario por objetivos fiscales estructurales se ayudaría a incrementar la estabilidad macroeconómica, al permitir aumentos en el gasto público, más allá de lo permitido actualmente en tiempos de recesión y viceversa.

Este ambiente macroeconómico más certero permitiría al sector privado adoptar decisiones de negocio mejores y más estratégicas. Adicionalmente, el establecimiento de un fondo intergeneracional petrolero proveería equidad y apoyo crítico a la implementación de la norma fiscal estructural y ayudaría a reducir los peligros de "enfermedad holandesa" en caso de que los ingresos petroleros aumenten.

El actual marco de la política monetaria debe continuar, sirviendo a México con solidez y credibilidad como lo ha hecho hasta ahora.

Fortalecer el Estado de Derecho

En el contexto internacional, la legislación mexicana es reconocida por ser transparente, clara y consistente. No obstante, la posición relativa del país es muy baja en cuanto a cumplimiento; particularmente en el seguimiento justo de los procesos legales contra los sospechosos de haber cometido algún delito.

La reforma legal de 2008 ordena cambiar el sistema de justicia para junio del 2016 y pasar del actual modelo inquisitorial a uno acusatorio, incluyendo la vía de la justicia alternativa y juicios orales. Estos esfuerzos ayudarán a crear un sistema más eficiente y a mejorar el Estado de Derecho.

La pronta implementación de este plan y una mejoría general en el sistema legal son fundamentales para el mejoramiento de la estructura institucional y el ambiente de negocios del país.

Restablecer la ley y el orden

El estudio, considera que en general, la democratización y descentralización han contribuido a mejorar la gobernabilidad a nivel federal. Sin embargo, México aún enfrenta una corrupción generalizada.

Sin reducir significativamente el nivel de corrupción, es imposible alcanzar el estatus de economía desarrollada. Aunque toma tiempo eliminar la corrupción, debe ser el núcleo de la agenda de cualquier gobierno reformista.

Recomienda que la próxima administración adopte un programa que ponga fin a las normas carentes de transparencia y a las actividades públicas o privadas que busquen obtener rentas por vía de la corrupción, así como reducir el poder de intereses creados, tales como los de los sindicatos.

Además, México enfrenta otros dos grandes retos de gobernabilidad que son subproductos (no previstos) de los procesos de democratización y descentralización. Primero, el "reto del federalismo fiscal", ya que los gobiernos estatales obtienen la mayoría de sus ingresos de transferencias que vienen del gobierno federal y de este modo no se sienten obligados a representar los mejores intereses de sus ciudadanos y del área que gobiernan.

Una mayor dependencia en la recolección local de impuestos incrementaría el incentivo a gobernar bien y proveer servicios de mayor calidad, mientras que permitiría aumentar la base tributaria a largo plazo.

Segundo, "la rendición de cuentas de los gobiernos estatales y municipales" es un reto igualmente importante, pero ha sido olvidado en esta etapa. La rendición de cuentas debe ser un tema fundamental en la agenda del federalismo mexicano a través de mecanismos que disuadan comportamientos inadecuados, fomenten buena gobernabilidad y reduzcan significativamente la corrupción.

Finalmente, e igualmente importante, México debe revertir el incremento sin precedentes en la violencia y el crimen que ha ocurrido durante los últimos cuatro años, lo que se puede lograr mediante un enfoque multidimensional y sostenido.

Consolidar la posición global de México

Al mismo tiempo de preservar su relación privilegiada con Estados Unidos, México necesita ampliar el foco de sus relaciones con el exterior.

Por ello, es crucial poner mayor atención en América Central para disminuir el narcotráfico y promover una región más próspera. Se requieren vínculos más estrechos con el resto de América Latina, incluyendo Brasil, para la diversificación de las relaciones económicas de México y la reducción de su gran vulnerabilidad a los impactos externos de su vecino del norte.

En un contexto global más amplio, México necesita fortalecer simultáneamente sus relaciones con la Unión Europea y considerar a Asia como socia y no sólo como competidora, especialmente China e India (que podrían llegar a ser las economías más grandes para 2050).

En paralelo, México debe mantener su compromiso con el multilateralismo y jugar un rol activo en la gobernabilidad global a través de su membrecía en organismos como el G20, el Foro de Estabilidad Global, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio y las Naciones Unidas.

La implementación de este paquete integral de reformas permitiría que México rompa con su actual "equilibrio triste" y alcance durante los próximos treinta años la visión aquí delineada. Los resultados pueden incluir un ingreso per cápita 3.5 veces mayor que los niveles actuales, así como elevar la estatura de México como un jugador importante en la economía mundial.

Pero el informe expone que este no es un desenlace garantizado. Bajo las condiciones actuales y con las reformas políticas estancadas, el PIB per cápita podría aumentar al doble, aunque lo más probable es que el aumento sea menor si las condiciones internas o externas se deterioran aún más.

El ingreso per cápita ha crecido sólo 20% desde 1980 y sin cambios fundamentales, el futuro podría ser una réplica del pasado.