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AL y Asia, ejemplos antipobreza

Según la OIT, la pobreza ha disminuido en países en desarrollo, pero no tanto en desarrollados; las políticas sociales han rebajado los niveles de pobreza en algunas naciones.
lun 14 mayo 2012 01:51 PM
La OIT presentó su Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2012. (Foto: Thinkstock)
pobres (Foto: Thinkstock)

Los niveles de pobreza han disminuido en la mayoría de los países en desarrollo en los últimos años, pero no tanto en las economías desarrolladas, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Durante años, el crecimiento de la pobreza parecía ser un problema que afectaba sólo al mundo en desarrollo; sin embargo, desde el inicio de la crisis mundial, la situación ha cambiado mucho, según el Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2012.

"Los países de América Latina y Asia se han destacado", reconoció OIT este lunes en un comunicado.

"Estas naciones han obtenido buenos resultados en la lucha contra la pobreza gracias a las políticas sociales, tanto con transferencias sociales como con medidas directas dirigidas a la erradicación de la pobreza", agregó.

El informe muestra que los índices nacionales de pobreza disminuyeron en tres cuartas partes de los países en desarrollo, en especial en aquellos que instauraron políticas sociales significativas.

Por otra parte, las tasas de pobreza aumentaron o permanecieron inalteradas en 25 de 36 economías desarrolladas debido al deterioro de los mercados laborales y de los efectos negativos de las medidas de austeridad.

En Brasil, por ejemplo, la extensión del programa de transferencia monetaria condicionada, el aumento de los beneficios sociales no contributivos a las personas de bajos ingresos y el incremento del salario mínimo contribuyeron a la reducción de la pobreza.

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En India, la ampliación de la ley nacional de empleo garantizado redujo la pobreza y el subempleo, y al mismo tiempo estimuló las oportunidades de empleo y los salarios en las zonas rurales.

La situación en las economías desarrolladas es muy diferente, subrayó OIT.

Según el informe, las tasas de pobreza disminuyeron sólo en 11 de 36 países, aumentaron en 17, y permanecieron básicamente inalteradas en ocho.

Uma Rani, una de las autoras del informe, señaló que el rendimiento de los países desarrollados estuvo vinculado a la evolución del mercado laboral, incluyendo el aumento del empleo temporal, del trabajo precario, y de los salarios bajos, así como a un incremento en el desempleo juvenil que gravó aún más las finanzas familiares.

"Las medidas de austeridad, que condujeron a una reducción de las transferencias sociales, también tuvieron graves repercusiones", afirmó Rani, del Instituto Internacional de Estudios Laborales de la OIT (IIEL), citando los ejemplos de Alemania, Austria, Canadá y Suecia.

La burbuja inmobiliaria que precedió la crisis afectó aún más los niveles de pobreza en algunos países, ya que el incremento de los precios de la vivienda causó el aumento del endeudamiento de las familias, indicó.

 "El aumento de la pobreza podría conducir a una transmisión de la pobreza de padres a hijos, reforzando las posibilidades de que a largo plazo los pobres permanezcan pobres", advirtió el informe.

"Una de las razones por las cuales ciertos grupos quedan atrapados en la pobreza es debido a los salarios bajos", señaló Pelin Sekerler Richiardi otro de los economistas del IIEL que contribuyó en la creación del documento.

"Históricamente, este fenómeno estaba asociado con el desempleo. Sin embargo, en la actualidad un número cada vez mayor de las personas que trabajan también son pobres", manifestó.

El desempleo juvenil que, por lo general, persiste mucho tiempo después de la reactivación del crecimiento, es otro factor que podría conducir a la pobreza intergeneracional, valoró.

La OIT citó como ejemplo un estudio de 2011 que mostraba que en Bélgica la probabilidad de encontrar trabajo para los jóvenes graduados después de estar desempleados durante 21 meses disminuía del 60 al 16% para los hombres, y del 47 al 14% para las mujeres.

Por otra parte, sostiene que las desigualdades no relacionadas con el ingreso como aquellas asociadas con la salud también han empeorado en muchas regiones como consecuencia de la crisis.

"Esto afecta a los países en desarrollo donde el acceso a la atención médica es muy restringido y la cobertura sanitaria limitada, pero también tiene repercusiones sobre las economías desarrolladas", dijo Richiardi.

El informe menciona a Grecia, donde muchas personas han perdido su acceso a la atención médica ya que las medidas de austeridad impusieron recortes de un 40% a los presupuestos de los hospitales públicos, y Estados Unidos donde la crisis dejó a los hogares incapaces de pagar los costos de salud.

"Esto evidentemente tiene consecuencias sobre el mercado del trabajo y un impacto sobre las tasas de pobreza en muchas economías desarrolladas", concluyó Rani.

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