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Estados Unidos sigue los pasos de Japón

El país podría tener alto endeudamiento y bajo crecimiento como los que registra esa nación; para evitarlo, los partidos deben acordar un aumento gradual de impuestos y recortes de gastos.
vie 25 mayo 2012 06:01 AM
Japón ha registrado un crecimiento anémico durante mucho tiempo y su deuda se ha disparado, lo mismo que le ocurre a Estados Unidos.  (Foto: Thinkstock)
estados unidos y japón (Foto: Thinkstock)

Estancamiento político. Alta deuda nacional. Tasas de bonos por los suelos. Una población que envejece. Advertencias sobre más rebajas de calificación.

¿Suena como Estados Unidos? En efecto. Pero esas características también describen a Japón, el país que los expertos fiscales señalan a menudo como una advertencia sobre el riesgo de cargar demasiada deuda nacional durante demasiado tiempo.

Desde un desplome bursátil y una crisis bancaria hace más de 20 años, Japón ha registrado un crecimiento anémico durante mucho de ese tiempo y su deuda se ha disparado.

Se prevé que la deuda del país sea del 239% del tamaño de su economía a finales de este año. La deuda bruta de Estados Unidos, en contraste, es de poco más del 100% del PIB.

"Están en un lugar que nosotros desaconsejamos", dijo Barry Anderson, un ex funcionario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El prolongado estancamiento económico es un riesgo al que Estados Unidos sería más vulnerable que a una crisis repentina en la que los inversores del Tesoro huyeran y exigieran mayores tasas de interés, señalan muchos expertos.

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Si bien muchos países con largos períodos de alta deuda nacional han tenido que pagar mayores tasas de interés por pedir préstamos, ése no es siempre el caso, de acuerdo con un estudio reciente realizado por los economistas Ken Rogoff, Carmen Reinhart y Vincent Reinhart.

Los investigadores estudiaron 26 episodios de deuda excesivamente sostenida en economías avanzadas. En 11 de los casos, las tasas de interés eran bajas o casi iguales a como habían sido durante los años de una relación deuda-PIB más baja.

Japón se encuentra entre estos casos. A pesar de varias rebajas crediticias en la última década -la última de las cuales se produjo esta semana por parte de Fitch Ratings -, su bono a 10 años opera por debajo del 1%.

En Estados Unidos, que sufrió su primera rebaja el verano pasado, los bonos del Tesoro a 10 años han estado operando por debajo del 2% y registraron un nuevo mínimo récord a mediados de mayo.

"Aquellos que esperan que los mercados financieros envíen la señal de advertencia (respecto a la deuda) a través de mayores tasas de interés... podrían esperar durante un largo tiempo", escribieron Rogoff y los Reinhart.

Pero para los conservadores que dicen que eso significa que el gasto de Estados Unidos debe ser reducido de inmediato para evitar un estancamiento a largo plazo, no tan rápido, dicen los economistas.

"Este documento no debe interpretarse como un manifiesto para un rápido desapalancamiento de la deuda pública en un entorno de crecimiento extremadamente débil y alto desempleo", escribieron los autores.

No obstante, los investigadores también emitieron una advertencia a los liberales que dicen que el Gobierno no debería preocuparse por la deuda ahora, porque la economía necesita ser estimulada y es muy barato pedir dinero prestado.

La investigación destaca la correlación entre el alto nivel de deuda y el bajo crecimiento . "Pone en duda la opinión de que el alza de la deuda gubernamental es un tema sin importancia simplemente porque los mercados actualmente están felices de absorberla", advierten Rogoff y los Reinhart.

Bajo casi todas las medidas económicas y demográficas, los problemas fiscales de Estados Unidos son todavía menos urgentes que los que encara Japón hoy en día, dijo Nariman Behravesh, economista en jefe de IHS Global Insight.

En su opinión, el mayor problema relacionado con la deuda que enfrentan los estadounidenses actualmente es el estancamiento en Washington .

"Tenemos una crisis política en Estados Unidos", dijo.

Hay muchas ideas sobre cómo Washington podría frenar el crecimiento de la deuda sin poner en peligro la economía. Por ejemplo, los legisladores podrían introducir gradualmente un aumento de impuestos y recortes de gastos con el paso del tiempo. Podrían acordar un plan creíble que eliminara las graves restricciones fiscales hasta que la economía esté más fuerte.

Sin embargo, lo que falta es cooperación política.

Pero como Behravesh dijo: "Si tenemos cuidado, podemos resolver esto de manera sensata".

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