Los inversores se alejan del euro
La crisis de deuda de la zona euro todavía no ha producido un daño significativo en la imagen del euro, pero las turbulencias han llevado a los inversores extranjeros a vender la deuda del bloque, dejando en los actores locales la responsabilidad de llenar ese vacío, indicó un reporte del Banco Central Europeo. En su análisis anual al rol del euro, el BCE dijo que la participación de la moneda en los portafolios globales de divisas descendió a 25% el año pasado desde un 25.4%.
Además, el BCE reconoció que persiste el declive en la popularidad de la moneda iniciado en el 2010, a medida que la crisis de deuda de la zona euro se intensificaba.
La pequeña caída en la participación del euro está muy lejos de preocupar al Banco Central.
El BCE dijo que el euro había probado ser "relativamente resistente" a las complicaciones de la región.
Sin embargo, los inversionistas han cambiado su comportamiento como resultado de la crisis y han vendido los bonos emitidos por Grecia y otros países altamente endeudados, dijo la entidad.
"El análisis encuentra evidencia de un agudo declive en la demanda extranjera por los títulos de deuda emitidos por países específicos del área euro y una moderada reducción para el área euro como un todo durante la intensificación de la crisis en el segundo semestre de 2011", dice el informe.
También hay evidencia de que los inversores están sustituyendo deuda alemana y de otros estados clave de la zona euro por bonos de países percibidos como de mayor riesgo.
"Un 78% de los consultados indicaron que la crisis de deuda soberana del área euro había afectado su estrategia de manejo de reservas", agregó.
El vacío dejado en la periferia de la zona euro está siendo llenado por los bancos locales de estos países, muchos de los cuales están usando los préstamos ultrabaratos del BCE para financiar sus compras.
El informe también abordó la creciente importancia del yuan de China en el sistema financiero global, diciendo que su continuo ascenso era evidencia adicional de que el mundo estaba encaminado hacia tener tres monedas globales de importancia, no sólo el euro y el dólar.
