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Lehman Brothers, ¿un problema superado?

La quiebra de la entidad marcó el inició de la crisis en 2008, el FMI aún advierte vulnerabilidad; la sobrerregulación resultante no garantiza que se eviten nuevos episodios de turbulencia mundial.
sáb 15 septiembre 2012 06:03 AM
La quiebra de Lehman Brothers se tradujo en un exceso de regulación bancaria en el mundo, que puede limitar a la instituciones para apoyar la recuperación económica. (Foto: AP)
Lehman (Foto: AP)

A cuatro años de la quiebra de Lehman Brothers, el 15 de septiembre de 2008, no hay garantías para asegurar que el sistema financiero mundial pueda resistir otra crisis económica que provenga de Europa, principalmente.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que el sistema financiero mundial no es hoy más seguro que antes de la quiebra de uno de los mayores bancos de inversión de Estados Unidos.

 "La agenda que enfrenta el sistema financiero no es misión cumplida, sino una misión aún por cumplir", fue la advertencia de la directora gerente del organismo Christine Lagarde en junio pasado, durante el "Diálogo Anual de Líderes organizado por Süddeutsche Zeitung".

De hecho alertó que quedan pendientes numerosas cuestiones y citó el caso de las pérdidas de JP Morgan en los mercados bursátiles, banco que en mayo pasado sufrió una pérdida multimillonaria en operaciones de contratos referidos a bonos corporativos, una cifra que rebasó los 2,000 millones de dólares que originalmente habían informado sus directivos.

Esta acción debería considerarse como un disparo de advertencia, dijo entonces la directora del FMI. "Nos recuerda que lo que pensamos ‘no es verdad'. Disipa la idea de que el sistema es ahora menos complicado. Que el sistema es considerablemente más seguro. Muestra la complejidad y la falta de transparencia que persisten en el sistema. Muestra que aún persisten demasiados riesgos".

La crisis de 2008 rebasó a los reguladores

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La crisis de 2008 también demostró que la autoridad regulatoria quedó rebasada y en algunos casos fue hasta complaciente.

"Hay una posición de las dos partes. Algunos bancos corrieron riesgos que no fueron identificados en su momento por la supervisión y el marco regulatorio no estaba preparado para todas ese tipo de operaciones financieras", considera David Olivares, vicepresidente de Instituciones Financieras de Moody´s Investors Service.

En la medida en que se han puesto a la luz los riesgos que tomaron las instituciones financieras se aprietan  los controles y en muchos casos se establecen nuevas reglas, dice.

Definitivamente organismos y reguladores quedaron rebasados, agrega Santiago Carniado director de Instituciones Financieras de Standard and Poor´s (S&P).

"De 2008 a 2010 sí se vio que se tenía que ejercer una acción mucho más expedita y contundente. Este año instituciones como el Banco Central Europeo (BCE) han tenido que salir con mayor fuerza con medidas para dar tranquilidad a los mercados, pero esta crisis superó con mucho la infraestructura regulatoria y de organismos multilaterales que teníamos en varios de los mercados del mundo", lamenta.

A partir de la quiebra de Lehman Brothers, hubo un cambio en los diferentes mercados y se buscó una mayor supervisión y una mayor regulación.

"La crisis no sólo fue cuestión de buscar un culpable o dos, los reguladores fueron rebasados con la regulación que había y tendieron a empezar a crear más regulaciones sobre los sistemas financieros en los diferentes países; regulaciones que quizás han excedido las propias expectativas iniciales y la capacidad de los reguladores".

Pone como ejemplo la Ley Dodd-Frank, que si bien tiene dos años de haberse legislado, hasta la fecha es un trabajo en desarrollo porque no se ha podido implementar por parte de los reguladores. "Quizás en ese sentido se tendió a un exceso de regulación y la implementación se está volviendo muy complicada".

Para desempeñar su trabajo de manera eficaz, los supervisores deben tener la autoridad legal apropiada y los recursos adecuados, ha destacado el FMI.

"Francamente, necesitamos personas capaces y calificadas que puedan competir codo a codo con los ejércitos de grupos de presión. Los supervisores necesitan un mandato claro e una independencia operativa que esté libre de interferencias políticas o empresariales.

"En última instancia, necesitan la autonomía y el prestigio de los gobernadores de los bancos centrales", expresó la directora gerente del organismo en junio pasado.

Algo positivo que quizás haya traído esta crisis, es la evidencia que debe haber más transparencia y más información de los jugadores del mercado hacia el mismo mercado.

Santiago Carniado, de S&P, expone que hay regulaciones como Solvencia II, en la parte de Seguros, o Basilea III, para los bancos, que si  bien ha habido cierta reticencia a nivel mundial para adoptarlo no es que esté mal, tiende a fortalecer a las instituciones en el mercado que al final dará un mejor apoyo para las economías.

"Hay un contraste entre cosas positivas y negativas que vino a dar la crisis, pero no ha acabado. En Europa se están viendo impactos que se conjugan ahora con la crisis de la deuda gubernamental que van a afectar y están afectando fuertemente a los sistemas financieros europeos y con la conectividad que existe no dejas a los demás mercados aislados del problema".

David Olivares, de Mooyd´s, cree que todavía hay algunas áreas de oportunidad, en términos del marco regulatorio que en algunos países se tenía que fortalecer.

"Al encontrarse problemas en varias áreas de los sistemas financieros, se aprietan las tuercas, se publican nuevas reglas y se fortalecen algunas que ya existían, eso es más que nada lo que hemos visto".

"Estamos viendo un marco regulatorio mucho más robusto, un regreso a operaciones financieras más sencillas, mayor escrutinio público por parte de los inversionistas al tipo de riesgo que están invirtiendo y una demanda por mayor transparencia".

Banca en crisis limita crecimiento económico

Para el director de S&P en México, Víctor Herrera, la crisis en el sector financiero es como un péndulo que después de la quiebra de Lehman Brothers se fue hasta el otro extremo, en donde todo el mundo quiere tener todo regulado.

"Y eso, lo único que va a hacer, será frenar el libre flujo de recursos y de capital para las entidades productivas y para los emprendedores, pero cuando empiece ese reclamo de la falta de financiamiento vamos a ver que ese péndulo empieza a acercarse más hacia el centro".

Quizás el péndulo antes de la crisis estaba del otro lado, demasiado liberal y ahorita está tal vez demasiado conservado. "Con tiempo, el péndulo encontrará un punto donde las entidades y los instrumentos estén regulados y  no entorpezca el libre flujo de capitales para poder financiar a las empresas y a los individuos", dijo.

"Eso es precisamente  lo que están anticipando los banqueros de que tanto requerimiento de capital va a encarecer y va a alentar el flujo de créditos, también aquí en México, aunque no lo hemos visto porque los créditos están creciendo a ritmo sano", agrega Santiago Carniedo de S&P.

Por lo que se ha visto en Europa, este proceso de desapalancamiento tardará tiempo en darse, estima Víctor Herrera y pone el ejemplo de España cuya deuda pública es de 75.9% de su PIB, pero "nadie se fija que el crédito al consumo en España es 82% del PIB; deben más los particulares que el Gobierno y hubo bancos que cometieron el error de prestar hipotecas o dar créditos al consumo, pero también hubo un error de la gente que los tomó".

El crédito total de España con particulares, empresas y bancos es casi 400% del PIB; en Inglaterra e Irlanda es 500% del PIB y son procesos que tardarán muchos años en bajar a niveles de deuda que sean aceptables, alerta Herrera de S&P. Un nivel manejable para es quizás hasta 120% del PIB, "pero cuando hablas de 300% y 400% se está expuesto a otros riesgos importantes", añade.

David Olivares, de la calificadora Moody´s, considera que los retos que tienen los  bancos en términos de capitalización se tienen que enfrentar de manera inmediata, fortalecer el capital porque a final de cuentas es la base para poder soportar crecimiento.

"Si no se tiene un capital robusto, difícilmente se podría estar pensando en una expansión amplia del crédito . Es uno de los retos que hay a nivel global y, por supuesto, estamos viendo que Basilea III se va a implementar con una gradualidad importante en la mayoría de los países.

"Eso atiende al hecho de que el capital no es robusto en la mayoría de los países y la tarea primordial es primero fortalecer el capital de acuerdo a una regla  más robusta y a partir de ahí pensar en seguir creciendo el negocio, la cartera. No quisiera decir con esto que no habrá crecimiento, sino que el hecho de tener ese tema pendiente sí puede hacer que el crecimiento se dé a tasas menores".

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