Hacienda descalifica subsidio a gasolina
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público insistió que el subsidio a la gasolina es regresivo y sólo beneficia a los que más tienen, por lo que a partir de 2013 revisará mes con mes cómo evolucionan los precios de ese energético.
"El apoyo a la gasolina es un subsidio regresivo del que no se benefician quienes menos tienen y que además genera daños al medio ambiente, es algo que puede revertirse, pero no de un día a otro", dijo el responsable de las finanzas públicas del país, Luis Videgaray Caso.
"Por los efectos inflacionarios que tendría y el impacto que tendría en los bolsillos de las familias mexicanas no sería razonable hacerlo. Se tiene que revisar mes a mes y es lo que hará la Secretaría de Hacienda en el uso de sus facultades el próximo año", advirtió el funcionario al comparecer ante las Comisiones Unidas de Hacienda y Presupuesto.
Con relación al balance fiscal, el secretario de Hacienda señaló que es una medida prudente, que debe tomarse, no debe postegarse más. " El déficit en la meta de balance se introdujo en el ejercicio de 2009 por la crisis y se continuó en 2012 con desequilibrio presupuestal, y para evitar la vulnerabilidad por factores provenientes del exterior hay que tener una meta en balance en ceros, es momento para hacerlo", indicó.
Explicó que en el presupuesto "no sólo estamos siendo absolutamente transparentes con la meta de balance al no incluir en ella la inversión en Pemex, que de acuerdo con la ley, la inversión en Pemex no se considera en la meta de balance. La inversión en Pemex es la más rentable para el sector público y genera su propio retorno y no tiene el mismo significado económico que tiene un déficit presupuestal".
Durante su intervención, Videgaray Caso precisó que como parte de la reforma fiscal y energética hay que replantear completamente la relación fiscal que existe en Pemex y la Hacienda Pública Federal.
"Hoy en día Pemex tiene el tratamiento de una entidad de control presupuestal directo y esto no es algo que venga desde la nacionalización de Pemex y a veces hace difícil distinguir entre el manejo de la empresa pública estatal y las finanzas públicas de la administración federal".
"Algo que tenemos que hacer como Gobierno -bajo la convicción de que Pemex y sus reservas sigan siendo propiedad del Estado mexicano- es que tenemos que tener una relación fiscal mucho más moderna que permita maximizar el patrimonio de los mexicanos y no necesariamente los periodos fiscales del año o del trimestre; esta será una de las premisas para trabajar en la mesa del diálogo con las diversas fuerzas políticas para construir una reforma hacendaria y no se trata que Pemex aporte menos impuestos, sino que invierta más recursos para el desarrollo de México y hoy el sesgo de corto plazo que introduce esta relación de control presupuestal directo no necesariamente lo permite", señaló.
