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Deuda a largo plazo afianza estabilidad

La estrategia de Hacienda de priorizar pasivos a varios años flexibiliza las finanzas: economistas; la medida envía a inversionistas una señal positiva de la estabilidad y solidez del país, aseguran.
jue 20 diciembre 2012 06:03 AM
La estrategia del Gobierno mexicano de priorizar la deuda de largo plazo da una señal positiva a los mercados. (Foto: Getty Images)
deuda

La estrategia del Gobierno federal orientada a priorizar la deuda de largo plazo envía a los mercados financieros una señal positiva de mayor estabilidad y solidez de las finanzas de México, destacan economistas.

"Tener la deuda a largo plazo otorga mayor flexibilidad y solidez al manejo de las finanzas públicas del país, además de que tratan de aprovechar las tasas bajas de largo plazo", dice el economista en jefe de Scotiabank, Mario Correa.

La Secretaría de Hacienda anunció este miércoles la disminución de los montos a colocar para los Certificados de la Tesorería (Cetes) a 28 y 91 días en el primer trimestre de 2013 frente al último trimestre de 2012. En contraste, incrementó el monto a subastar en bonos a cinco años en 500 millones de pesos para quedar en 8,500 millones.

Aunque el plazo promedio de la deuda no debería subir con el aumento de 500 millones de pesos en el bono a cinco años, al parecer ésta será la política que seguirá la Secretaría de Hacienda a lo largo de 2013, indica el subdirector de Estrategia de Renta Fija de Análisis Santander, Salvador Orozco.

Orozco comenta que en la conferencia que sostuvieron analistas con funcionarios de Hacienda, se destacó que el techo de endeudamiento será menor en 2013 (de 435,000 millones a 415,882 millones de pesos de acurdo con la Ley de Ingresos), lo cual será positivo para el mercado de tasas.

Se espera que una vez aprobado el Presupuesto la dependencia dé a conocer el Plan de Financiamiento. De acuerdo con los Criterios Generales de Política Económico, el aumento de la participación de la deuda en moneda local en el total y el crecimiento de la madurez promedio de la deuda interna reflejan la creciente confianza de los mercados internacionales en la estabilidad del país y reducen la vulnerabilidad de las finanzas públicas a cambios en el entorno externo.

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Ahí se destaca que la importancia de la estabilidad macroeconómica se debe a que un ambiente estable facilita la toma de decisiones económicas por parte de las empresas, las familias y el gobierno.

Para el caso de México, la consolidación de la estabilidad ha resultado en una reducción del riesgo país, lo que mejora los términos en los que el gobierno y las empresas tienen acceso al financiamiento del exterior.  

Para el director de Análisis para América Latina de Moody´s Analytics, Alfredo Coutiño, la deuda a largo plazo retrasa la curva de vencimientos, lo que permite tener la tranquilidad de que los pagos de deuda se harán en dos o tres años y generar estabilidad de precios y solidez en las tasas de interés.

"En México existen las condiciones para que se eso se dé, con una inflación de alrededor de 4%, con un tipo de cambio relativamente estable y una economía con perspectivas de crecimiento de alguna manera positivas, aunque no prometedoras", indica Coutiño.

El analista resalta que el país tiene la capacidad de reestructurar su deuda de corto a largo plazo, "pero básicamente es porque confían en la estabilidad y porque quieren quitar compromisos de corto plazo para dedicar recursos a otro tipo de proyectos".

El 80% de la deuda neta del Gobierno federal corresponde a endeudamiento interno y 80% está compuesto por instrumentos de largo plazo a tasa fija, de acuerdo con la SHCP.

El plazo promedio de los valores gubernamentales aumentó de 1.5 años al cierre de 2000 a 7.8 años a junio de 2012.

Para el economista en jefe de Scotiabank, Mario Correa, el tratar de aprovechar tasas bajas con plazos largos es consistente y "quizás esa sea la intención principal: mejorar el perfil de la deuda pública, además de que recurrir en menor medida al financiamiento de corto plazo da más estabilidad".

Correa puntualiza que hay dos cosas que implican mejorar el perfil de la deuda, una es alcanzar un plazo más largo y la otra aprovechar las tasas de largo plazo que se encuentran en niveles relativamente bajos.

"Normalmente las tasas de largo plazo son más elevadas porque implica dar un premio mayor por el riesgo de invertir a más largo plazo, mientras que el problema con las tasas de corto plazo es que pueden ser más volátiles".

Si las condiciones de la economía cambian en un año, por ejemplo, y el Gobierno federal se está financiado a corto plazo tendrá que salir al mercado bajo condiciones de apuro, mientras que si tiene buena parte de su deuda a siete, ocho o 10 años no tendría tanta urgencia para salir a conseguir el financiamiento, porque están en una posición más sólida, subraya.

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