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Guerra de divisas, ¿la nueva amenaza?

Japón es el último país acusado de devaluar su moneda deliberadamente para alentar el comercio; sin embargo, algunos analistas afirman que una guerra cambiaria se libra desde hace años.
jue 24 enero 2013 12:12 PM
Las políticas de los bancos centrales para alentar el crecimiento debilitan en la práctica a las divisas.  (Foto: Cortesía CNNMoney.com)
guerra de divisas (Foto: Cortesía CNNMoney.com)

Japón ha sido criticado esta semana por políticas que algunos afirman devalúan deliberadamente al yen, pero los analistas dicen que los temores de una abierta guerra de divisas son exagerados.

La retórica política se caldeó después de que el Banco de Japón (BoJ) anunciara planes para hacer compras indefinidas de activos en un esfuerzo por estimular la economía nipona, que recientemente ha caído en recesión.

Jens Weidmann, presidente del Banco Central de Alemania, criticó al Banco de Japón por ceder a la presión del recién elegido primer ministro Shinzo Abe. Weidmann advirtió que el banco corre el riesgo de perder su independencia, lo que podría llevar a una "politización de los tipos de cambio."

El ministro japonés de economía, Akira Amari, respondió sin demora. En una entrevista con el diario Financial Times el miércoles, Amari dijo que Alemania se ha beneficiado del tipo de cambio fijo que mantiene el Banco Central Europeo. Por lo que  "no está en posición de criticar", dijo Amari respecto a Weidmann.

El yen ha perdido cerca del 12% de su valor frente al dólar estadounidense desde octubre, toda vez que los inversionistas en el mercado de divisas previeron una mayor flexibilización monetaria del BoJ. No obstante, el yen se ha recuperado en los días que siguieron al anuncio de la entidad sobre las compras sin un plazo determinado, una medida que no fue tan drástica como algunos habían temido.

"El yen japonés sigue negociándose a niveles más altos tras el resultado de la reunión del BoJ, que aparentemente dio la impresión de instrumentar una flexibilización sin realmente llevarla muy lejos," señaló Marc Chandler, jefe global de estrategia cambiaria de Brown Brothers Harriman.

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Los bancos centrales tienen que obrar con mucha cautela. Sus políticas, dirigidas a impulsar el crecimiento económico, debilitan en la práctica las monedas nacionales.

Japón ha insistido en que no busca deliberadamente devaluar su moneda, argumentando que la caída del yen tiene más que ver con una corrección del mercado tras un periodo de fortaleza.

Pero el hecho es que un yen más débil, que vuelve a los productos japoneses más competitivos en el mercado global, es una gran ayuda para la economía japonesa dependiente de la exportación.

De la misma forma, la economía de Alemania está batallando y los exportadores alemanes podrían verse perjudicados si el euro se aprecia, lo que explica la señal de advertencia para Tokio.

"La razón principal por la que los europeos están preocupados es por la desaceleración del crecimiento", explica Kathy Lien, directora de estrategia cambiaria en la firma BK Asset Management.

Además, hay preocupación de que otras naciones puedan adoptar medidas similares, dando lugar a la denominada devaluación competitiva, también conocida como guerra de divisas.

Algunos analistas dicen que una leve guerra de divisas lleva librándose desde hace años.

"Hemos estado en medio de una guerra de divisas por algún tiempo, con algunos bancos centrales devaluando sus monedas a través de la flexibilización cuantitativa y otros respondiendo mediante la intervención", comenta Lien.

Sin embargo, no toda flexibilización monetaria ha tenido como efecto monedas débiles. En Estados Unidos y Europa, los bancos centrales han mantenido políticas de tasas de interés a mínimos récord e instituido varios programas de compra de bonos, pese a ello, el dólar, la libra y el euro se han sostenido relativamente fuertes.

"Japón está tratando de usar la política monetaria para estimular la demanda de sus exportaciones. Pero mientras (esa política) se limite a Japón, yo no creo que sea un problema grave," dijo Jeffrey Bergstrand, profesor de finanzas de la Universidad de Notre Dame y experto en comercio internacional.

Con todo, la tendencia a bajar las tasas de interés y devaluar las divisas  ha activado las alarmas en los mercados emergentes.

Las autoridades de Corea y Tailandia fueron las últimas en expresar su preocupación por la rápida apreciación de sus monedas conforme la flexibilización monetaria en Japón y Estados Unidos aumenta la demanda de activos de mayor rendimiento.

Brasil también se ha quejado de la avalancha de dinero que ha causado la subida en el valor de su moneda, el real, y exteriorizó preocupaciones sobre una burbuja de activos. En marzo, el ministro brasileño de economía criticó el "tsunami monetario" desatado por los recortes de las tasas de interés en Estados Unidos, Japón y Europa.

Esta tendencia podría producir una intervención más directa en el mercado de divisas, y tal vez incluso controles de capital en algunas economías emergentes, opina Julian Jessop, economista de Capital Economics. Pero dadas las débiles perspectivas de crecimiento global, los gobiernos de los países desarrollados quizás no tengan otra opción que continuar debilitando sus monedas, agrega.

"Esto podría ser simplemente una parte del precio que hay que pagar para una recuperación mundial sostenida", concluye Jessop.

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