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¿Qué tan castigado está el bolívar?

Este viernes Venezuela devaluó su moneda para aliviar las finanzas del Gobierno; el ajuste cambiario de hoy es el quinto que sufre el bolívar desde el 2003.
vie 08 febrero 2013 03:33 PM
El bolívar se negocia en un mercado negro ilegal donde suele al menos triplicar el precio oficial. (Foto: Getty Images)
bolivar venezuela

Venezuela devaluó este viernes su moneda, una medida que aliviaría las finanzas del Gobierno pero que presionaría la inflación, que en el 2012 estuvo entre las mayores del continente.

El presidente Hugo Chávez estableció un férreo control de cambio sobre la moneda en el 2003, en un esfuerzo por evitar la fuga de capitales durante un periodo de disturbios políticos y descalabro económico en el país miembro de la OPEP, a causa de un paro petrolero y un breve golpe de estado en el 2002.

Fijó el bolívar en 1,600 unidades por dólar e introdujo restricciones sobre compras de divisas.

El ajuste cambiario de este viernes es el quinto que sufre el bolívar desde el 2003. En 2004 cayó a 1,920 unidades por dólar y a 2,150 bolívares en 2005.

En 2008, el Gobierno eliminó tres ceros y emitió nuevos billetes y monedas.

Luego, en 2010, el gobierno estableció un sistema de cambio dual de 2.15 bolívares por dólar para bienes prioritarios y 4.3 bolívares por dólar para el resto de las operaciones con divisas.

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Finalmente, el 30 de diciembre de 2010 unificó el tipo de cambio a 4.3 bolívares por dólar.

En 2009 el gobierno eliminó de zarpazo un mercado de transacción de deuda pública que le permitía a privados acceder a dólares por encima del precio de regulación pero sin restricciones de volumen, luego de que esta divisa conocida como de "permuta" triplicara la cotización oficial.

Las autoridades financieras endurecieron los castigos y multas por ilícitos cambiarios e incluso prohibieron a los medios informar sobre el precio del dólar paralelo.

Urgidos de una nueva fuente de dólares para las crecientes importaciones, en el 2010 el gobierno estableció un sistema secundario de administración de divisas controlado por el Banco Central a través de la compra y venta de títulos valores soberanos y de Petróleos de Venezuela (PDVSA).

El dólar del Sitme cotizaba a 5.3 bolívares por dólar, pero fue eliminado con el ajuste anunciado por las autoridades económicas.

En el 2012 el Banco Central modificó la ley cambiaria para permitir a los venezolanos abrir cuentas en dólares en bancos locales, siempre y cuando puedan demostrar que el origen de las divisas es legal.

Los venezolanos pueden acceder a montos limitados de divisas para viajar, realizar consumos por internet y hacer estudios en el exterior. Las empresas pueden solicitar divisas para importaciones.

La moneda en la economía petrolera venezolana tiene una historia reciente de inestabilidad. Una crisis financiera en la década de 1990 llevó a una rápida pérdida de su valor mediante el establecimiento de bandas cambiarias, tipos de cambio fijos y de libre flotación, que no lograron evitar el declive de la moneda.

El debilitamiento del bolívar está vinculado a una galopante inflación, que desde 1986 es de dos dígitos, su alta dependencia a las importaciones y su carácter de país netamente rentista petrolero.

Mediante la aplicación de una ley que amplío el control del Estado sobre los precios y costos de la economía, la inflación empezó a ceder en el 2012. No obstante, cerró el año en un 20.1%, aún una de las más altas del continente.

Adicionalmente, el bolívar se negocia en un mercado negro ilegal donde suele al menos triplicar el precio oficial. El complicado sistema de cambios confunde a los extranjeros, pero los venezolanos se han convertido en expertos en operar con tasas múltiples e incluso logran ganar dinero al revender dólares a tasas del mercado negro.

Los críticos del sistema de cambios dicen que desestimula la producción nacional y golpea las ganancias de los exportadores. Además, retrasa la repatriación de capitales de multinacionales.

Durante la década de 1970, la moneda venezolana era una de las más sólidas de la región, permitiendo a sus ciudadanos disfrutar de viajes y compras en el extranjero, una época en que los venezolanos popularizaron la frase "está barato, dame dos" durante sus compras en Miami.

Esos buenos tiempos se repitieron parcialmente cuando los precios del petróleo llegaron a niveles máximos entre 2006 y 2008 y los viajeros tenían fácil acceso al tipo de cambio oficial de 2.15 bolívares el dólar.

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