¿España y Alemania usan el mismo euro?

Una encuesta del Banco Central Europeo (BCE) muestra que los hogares del norte de Europa tienen una riqueza neta muy por debajo de los del sur de Europa. Los activos netos por hogar alemán son de poco menos de 200,000 euros, mientras que en España son de 300,000 euros y de 670,000 euros en Chipre. No, no es un error tipográfico.

Los periódicos alemanes se quejaron de que los alemanes pobres están rescatando a los chipriotas ricos. Esta interpretación está mal, pero la verdad detrás de estos resultados contrarios a toda lógica es aún más preocupante. Lo que la encuesta pone de manifiesto no son las diferencias de riqueza sino las tasas de cambio de facto entre las economías de la eurozona. No son medidas de riqueza neta, sino de desequilibrios. Y estos son enormes.

Desde el comienzo de la eurozona, los salarios y los precios al consumidor se han mantenido prácticamente constantes en Alemania. En el sur de Europa, el nivel general de los salarios y de los precios se ha incrementado año tras año. Durante el período, esta persistente brecha en la inflación ha conducido a una gran discrepancia en los precios de los activos.

Ésta es la razón por la que un departamento en Milán cuesta mucho más que uno en Múnich, la ciudad con precios de vivienda más altos en Alemania, pero un euro alemán compra más bienes raíces en Múnich que un euro italiano en Milán.

En el frenético debate alemán acerca de estas cifras, la atención se enfoca en la mediana de riqueza, la estadística que señala el centro exacto si uno quisiera clasificar a los hogares por riqueza. Observando la mediana, la brecha se vuelve aun más extrema.

En países con diferenciales de riqueza extremadamente grandes, como Alemania, donde unos pocos superricos poseen una gran parte de los terrenos y de los bienes raíces, la mediana es significativamente inferior al promedio.

Medidos en términos de la mediana, los hogares alemanes ocupan el último lugar entre todos los países de la eurozona, con una riqueza neta de apenas 51,000 euros, mientras que la familia chipriota mediana tiene una riqueza neta de 267,000 euros. La explicación de esta brecha es la baja tasa de propiedad de bienes raíces en Alemania, muy inferior al 50%. Esto significa que el alemán medio no posee una casa, mientras que el chipriota o español medio sí.

La mediana es el estadístico a citar cuando quieres decir que el típico alemán es más pobre que el típico español. Pero esa es una afirmación sin sentido, ya que se basa en la distribución dentro de los países. Si deseas comparar entre países, es mejor tomar la media o promedio. La diferencia no es tan dramática, pero sigue siendo muy grande.

Si el promedio de la riqueza neta alemana es de 200,000 euros por hogar y el promedio de la riqueza neta española es de 300,000 euros, y si además yo creo que los alemanes no son realmente menos ricos como nación, medidos por hogar, entonces esta brecha me indica la extensión mínima por la que Alemania y España tendrían que ajustar sus tasas de cambio reales.

Realmente, es probable que la brecha sea más grande. Resulta que yo creo que el hogar alemán promedio es más rico que el hogar promedio español. Si mi hipótesis es correcta, entonces el desequilibrio entre Alemania y España, según lo expresado por estas cifras, sería aún mayor.

En una unión monetaria, el ajuste sólo puede ocurrir a través de movimientos reales de los salarios y de los precios. Dado que Alemania no se está inflando, y no es probable que se infle en el futuro, y que no veo ninguna posibilidad de que eso ocurra, inclusive en el largo plazo; mi conclusión es que, a la larga, este ajuste eventualmente sucederá a través de una variación nominal del tipo de cambio, lo que significa que alguien tiene que salir de la zona euro o recurrir a una moneda paralela.

Para decirlo de otra manera: si la misma unidad de medida nos arroja una cifra mayor de riqueza para España que para Alemania, y cuando también tú sabes que eso no puede ser verdad, entonces debe haber algo mal con la unidad de medida.

La otra solución potencial es que podría haber un problema con los datos, pero no veo ningún defecto en las técnicas estadísticas utilizadas por el BCE. Tal vez calcularon mal los precios de las viviendas. Los estadísticos tienen dificultades para capturar los descensos en los precios de vivienda después de las burbujas. Pero este tipo de discrepancia no podría explicar una brecha tan amplia.

De hecho, esta visión también se vincula con la evidencia anecdótica. Mirando hacia atrás en 1999, mi propia experiencia fue que los restaurantes y los taxis en Berlín eran más baratos que los restaurantes o taxis en Bruselas o París, pero las diferencias ahora se han vuelto extremas.

Curiosamente, la diferencia de precios también afecta a los bienes comerciables: Los mercados europeos minoristas transfronterizos no están funcionando de manera eficiente.

Esto me hace llegar a la conclusión de que la unidad de medida no es realmente la misma a través de la zona euro, que España y Alemania tienen un euro distinto.

Ésta es también la razón por la que creo que los europeos del sur tienen un motivo racional para trasladar sus ahorros a cuentas bancarias en el norte, porque esto representaría la única forma de preservar el valor de sus euros en el largo plazo.

Por supuesto, yo no esperaría que el BCE o cualquier otra institución europea concluya que el euro no es el mismo en Alemania que en España. Es su función negarlo . Sin embargo, la imposición de controles de capital en Chipre ha sentado un precedente. Ahora tiene una nueva moneda. Yo lo llamo el euro chipriota. De acuerdo con el estudio del BCE, Alemania también tiene su propia moneda -el euro alemán- y está masivamente infravalorado.