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Summers, el rival del estímulo de la Fed

El exjefe del Tesoro ha cuestionado la efectividad de la flexibilización cuantitativa de la entidad; Larry Summers ha dicho que el Gobierno debe impulsar la economía aumentando su gasto.
mar 30 julio 2013 06:05 AM
El exdirector de la Universidad de Harvard ha señalado que lo que realmente impulsa el gasto son los mayores ingresos.  (Getty Images)
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La Casa Blanca podría estar a punto de colocar a un prominente escéptico de la flexibilización cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) en la Reserva Federal: Larry Summers.

En sus discursos, editoriales, y estudios recientes, este economista que ha emergido recientemente como la opción número uno para ser el próximo jefe de la Fed ha cuestionado con frecuencia la sensatez del programa de compra de bonos realizado por el Banco Central estadounidense para estimular la economía.

Summers dijo que la flexibilización cuantitativa, que está destinada a bajar las tasas de interés, ha hecho menos por impulsar la economía de lo que la gente piensa y a menudo ha destacado las desventajas potenciales del programa.

En un desayuno organizado por el The Wall Street Journal el mes pasado, Summers planteó la posibilidad de que la QE estuviera creando una burbuja y añadiendo tal vez un problema de desigualdad de ingresos a la nación. "Ciertamente hay evidencia anecdótica de persecución de rendimientos por parte de inversores que buscan ganar más que las tasas de retorno completamente seguras", dijo. "¿En qué medida eso refleja aumentos deseables... Y en qué medida refleja movimientos hacia burbujas es un juicio que las autoridades de política monetaria tendrán que hacer eventualmente".

El exdirector de Harvard también ha desestimado las preocupaciones planteadas por Warren Buffett y otros de que terminar la QE podría impactar a los mercados. En abril de 2011, en una reunión de economistas, dijo que era una tontería la idea de que habría un gran salto en las tasas de interés cuando la Fed se retirara del mercado de bonos. "Cierto conocimiento de las nociones del tipo de mercado eficiente lo conduciría a uno a ser más bien escéptico ante la idea", dijo en aquel entonces.

Las tasas de interés, de hecho, han aumentado considerablemente en los últimos dos meses tras sugerencias de Ben Bernanke de que la Fed pronto comenzaría a reducir su programa de flexibilización cuantitativa .

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En esa misma conferencia, Summers dijo que había dudas sobre que la Reserva Federal hubiera "explorado múltiples instrumentos" para bajar las tasas. Para él estas cuestiones persisten. En un editorial para Reuters el verano pasado, el candidato escribió que "hay una rareza en este renovado énfasis en la flexibilización cuantitativa".

Era poco probable que las tasas de interés ligeramente más bajas que podrían ser generadas por más compras de bonos de la Fed obligaran a las empresas a aumentar los préstamos o a realizar nuevas inversiones, indicó.

En una conferencia de fondos de cobertura en abril, de acuerdo con el Financial Times, Summers expresó que su veredicto sobre la QE era básicamente "Bah..." No es una gran ayuda, pero tampoco es una gran afectación. "Si la QE no va a tener un gran efecto en la demanda, tampoco tendrá un gran efecto sobre la inflación ", señaló, según el reporte.

Una de las principales justificaciones de Bernanke para la QE es algo que se llama el efecto riqueza. El exsecretario del Tesoro de Bill Clinton no se cree eso. Dice que sólo porque el mercado de valores está en niveles más altos no significa que la gente gastará más. Asimismo, ha argumentado que lo que realmente impulsa el gasto son los mayores ingresos y, en todo caso, debidos a tasas de interés bajas. La QE ha reducido los ingresos no los ha elevado.

Si Larry Summers hubiera sido el presidente de la Fed hace cinco años, la flexibilización cuantitativa podría no haber ocurrido. En septiembre de 2008, en un editorial en el Washington Post, el economista sugirió que Bernanke bien podría empacar sus maletas e irse a casa. Con las tasas de interés ya tan bajas, dijo que no había mucho más que el Banco Central pudiera hacer para impulsar la economía.

La institución, desde entonces, ha comprado 2.3 billones de dólares en bonos del Tesoro e hipotecarios. Las tasas de interés a largo plazo, medidas según los bonos del Tesoro a 10 años, cayeron a 1.4% el pasado verano, desde 3.6% en septiembre de 2008, pero se han recuperado recientemente a casi 2.6%.

El académico, sin embargo, no siempre ha estado firmemente en contra de la QE. En octubre de 2011 escribió que sería una buena idea que la Fed aumentara sus compras de bonos hipotecarios, pero esto era en el contexto de cómo salvar al mercado inmobiliario. Ahora que los precios inmobiliarios se están recuperando, no está claro si el expresidente de Harvard apoyaría nuevas compras.

Esto es lo que no sabemos: ¿Cuánta de la crítica contra la QE de este personaje realmente ha sido acerca de la QE. Summers ha argumentado frecuentemente que el Gobierno Federal debe pedir prestado más dinero para destinarlo a la infraestructura y a otros proyectos. Decir que la Fed y sus políticas tienen un potencial limitado para impulsar la economía y desventajas reales refuerza su argumento para más gasto. Y, ciertamente, Bernanke también ha abogado a veces por un mayor gasto.

Pero en ausencia de más dinero para gastar en Washington, Bernanke ha presionado más con la QE de todos modos. Y aunque el actual titular de la Reserva ha dicho que podríamos estar llegando al final del programa de compra de bonos, se ha comprometido a continuar el programa mientras el desempleo continúe alto. Si Summers cree todo lo que ha dicho en los últimos cinco años, ¿por qué habría de continuar el programa?

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