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El primer día de un ‘cierre de Gobierno’

Si no logra financiar sus gastos, EU deberá escoger qué servicios no son esenciales para funcionar; el mayor impacto sería entre empleados federales, que serían ‘suspendidos’ sin goce de sueldo.
jue 26 septiembre 2013 01:37 PM
Los trabajadores que sigan laborando durante el cierre recibirán su sueldo hasta que la parálisis administrativa termine.  (Foto: Cortesía CNNMoney)
cierre gobierno (Foto: Cortesía CNNMoney)

Todavía hay una oportunidad para que los legisladores estadounidenses aprueben, antes del fatal martes, un proyecto de ley a corto plazo para financiar al Gobierno y evitar así que éste interrumpa servicios y actividades (una suspensión o parálisis conocida como government shutdown).

Pero si no lo hacen, entonces ¿qué ocurrirá?

Una de las primeras decisiones será fijar una línea divisoria entre los servicios y los trabajadores federales considerados esenciales y no esenciales. O, en el más sutil lenguaje de quienes establecen los planes de contingencia, "exceptuado" y "no exceptuado".

Los de la primera categoría son aquellos excluidos de la suspensión, esto es, operarán durante el cierre o shutdown. Los otros no operarán hasta que el Congreso vuelva a sus cabales y decida financiar al Gobierno.

Los trabajadores que seguirán laborando durante el cierre recibirán su sueldo, pero en la mayoría de los casos no se les pagará hasta que la parálisis administrativa termine. Los que no trabajen, sujetos a una licencia obligatoria o furlough no percibirán salario alguno.

Las actividades esenciales son aquellas que atañen a la protección de la vida y la propiedad.

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A detalle: La economía de EU peligra por parálisis

Y también entra en esta categoría el acto mismo de ‘apagar las luces' u organizar el cierre de una dependencia gubernamental a causa del shutdown. Después de todo, alguien tiene que quedarse para apagar el interruptor antes de salir.

Igualmente están exceptuadas las entregas de prestaciones como el Seguro Social, cuya financiación no depende de las asignaciones que los legisladores etiquetan cada año.

Con toda probabilidad, las decisiones que tomen las agencias acerca de cómo gestionar el cierre tendrán que ser aprobadas por el consejo general de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca (OMB, por sus siglas en inglés), como fue el caso durante las suspensiones ocurridas en la década de 1990.

"(El cierre) fue totalmente manejado por la OMB por determinación legal," apuntó Charles Konigsberg, quien fue director adjunto de la Oficina en ese momento.

En las suspensiones o shutdowns anteriores, la categoría de esencial englobaba muchas cosas, entre ellas: el control de tráfico aéreo y otros mecanismos de seguridad en el transporte, la seguridad nacional, el manejo de residuos peligrosos, las inspecciones alimentarias, la protección de fronteras, el mantenimiento de la red eléctrica y la asistencia en caso de desastre. Y también incluyó el pago de las prestaciones sociales.

Igualmente incluyó la recaudación de impuestos, la emisión de bonos estadounidenses, además de cualquier otra función necesaria para la preservación del sistema bancario y monetario del país.

¿Qué pasará exactamente esta vez si el Gobierno ‘baja la cortina'?

Las agencias federales aún no han revelado públicamente sus planes. Pero si los planes que presentaron en 2011 sirven de guía, menos del 40% de los empleados federales serán ‘suspendidos' sin goce de sueldo. Con todo, eso todavía equivale a cientos de miles de personas.

Más información: 'Cierre de Gobierno' amenaza a EU

El porcentaje de cada agencia varía, puede ser mayor o menor. Todo depende de cómo se ajusten sus actividades a la definición legal de lo que está exceptuado.

El Departamento del Interior dijo en 2011 que cerca del 76% de sus empleados estarían sujetos a esas licencias obligatorias o furloughs. Esta dependencia, que supervisa los parques nacionales y el servicio de prospección geológica de EU, dijo que mantendría 9,100 personas para completar las actividades de cierre, cuidar y preservar el orden y la seguridad, entre otras cosas.

Otros 8,000 empleados seguirían laborando porque ocupaban cargos que dependían de fondos distintos a las asignaciones presupuestales de ese año.

El plan del Departamento de Defensa, por el contrario, estipulaba que todo el personal militar en servicio activo se presentaría a trabajar. Pero la mayor parte del personal civil sería ‘suspendido'. Y los únicos contratos nuevos que el departamento suscribiría serían para aquellos que realizaran tareas consideradas esenciales, exceptuadas.

En tanto que algunas posiciones en el Gobierno federal están automáticamente excluidas de la suspensión, como el presidente de Estados Unidos y los miembros del Congreso.

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