Exbanqueros alaban meta inflacionaria
La meta en inflación que se impuso en 1998 para guiar la política monetaria ha sido un éxito para reconducir la economía mexicana luego de los aprietos económicos de 1994, que sumergieron al país en su crisis más profunda en los últimos años, coincidieron ex gobernadores y sub gobernadores de Banxico, además de ex titulares de la Secretaría de Hacienda.
"Yo creo que se hizo bien, pero qué lástima que no se hizo antes", aseguró el extitular de Hacienda de 1988 a 1994, Pedro Aspe Armella, durante su participación en la última mesa de la conmemoración de los 20 años de autonomía del Banco de México (Banxico).
A partir de 1998, Banxico decidió guiar su política monetaria a partir de un objetivo de interés , que en ese entonces se estableció en 12%, pues la economía venía precedida de procesos inflacionarios de doble dígito luego de la debacle financiera. Este escenario orilló a dejar el tipo de cambio fijo por el actual, que deja fluctuar al peso de manera libre -aunque en la práctica Banxico sí ha impuesto ciertos límites en el movimiento de la divisa.
Desde 2003 se instauró el objetivo en 3% +/- un punto porcentual, con el cual, la inflación promedio durante ese año se ha mantenido cercana al 4%, apuntó Miguel Mancera Aguayo, ex gobernador del Banxico de 1982 a 1998, durante la misma mesa.
"Las leyes han funcionado mucho mejor de lo que hubiéramos esperado", expresó Guillermo Ortiz, ex titular de Banxico de 1998 a 2010, en su intervención en la mesa.
Los panelistas coincidieron en que la decisión resultó muy complicada pues México era el primer país emergente que adoptaba un tipo de cambio fluctuante, por lo que las implicaciones en la economía no eran claras.
"Confieso que antes de esta experiencia pensaba que era peligroso hacer la flotación de una moneda con tan poco peso", dijo Francisco Gil Díaz, extitular de Hacienda entre 2000 y 2006, durante su participación en la mesa.
El exfuncionario subrayó que la experiencia les mostró pronto que su decisión resultó la correcta al ver que el peso mexicano era la moneda que mayor estabilidad había presentado desde la adopción de la medida dentro de las divisas con más peso a nivel mundial.
Pero Mancera dijo que aún existen retos para anclar la inflación a las metas de Banxico, pues a pesar de los grandes avances, la inflación no subyacente aún se encuentra lejos de quedar en los parámetros de la entidad.
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"Hay que tratar de encontrar fórmulas para que los precios administrados (de energéticos) puedan tener una tendencia o comportamiento distinto", apuntó.
Los precios al consumidor en México se ubicaron en septiembre en 3.39% a tasa anual , pero la inflación no subyacente, que incluye a los energéticos, llegó a los 6.20%, de acuerdo con cifras divulgadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
"Uno de los artículos (de la reforma fiscal) que está en discusión ahorita en la Cámara es uno en el cual se pone una trayectoria en el mediano plazo a los precios de la gasolina, en línea con la expectativa de la inflación. Si se logra eso es muy bueno y se atendería lo que dice Mancera", reconoció el actual gobernador de Banxico, Agustín Carstens, al terminar el panel.
