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Estímulo de la Fed, ¿misión cumplida?

Los mercados deben dar la bienvenida al fin del programa de compra de bonos, dice Sanjay Sanghoee; por el contrario, lo preocupante son las burbujas generadas por las bajas tasas de interés.
mié 18 diciembre 2013 06:04 AM
Los indicadores apuntan a que será Janet Yellen, y no Ben Bernanke, quien reduzca finalmente el QE. (Foto: Getty Images)
janetyellen

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) es uno de los órganos más poderosos del planeta en la actualidad, capaz de sacudir los mercados mundiales con la fuerza de una sola palabra: reducción.

Los analistas tiemblan, los inversores se lamentan, los rendimientos de los bonos suben a máximos y las acciones colapsan cada vez que surge la mera posibilidad de una disminución de su estímulo monetario. Y, sin embargo, el temor de que el mundo se acabe si la Fed ajusta de su programa de compra de bonos de 85,000 millones de dólares (mdd) al mes carece mayormente de fundamento.

Es cierto que cuando la entidad sugirió este año que podría reducir su programa (QE), los mercados cayeron en picada, pero la razón de ello fue la incertidumbre sobre la economía en general. Estados Unidos se estaba tambaleando por los efectos negativos de los recortes automáticos del "secuestro", las cifras de empleo no avanzaban, el desempleo era alto y Washington se dirigía hacia otro feo enfrentamiento por el presupuesto y hacia un rompimiento del techo de la deuda. Con el Armagedón como una posibilidad real, cualquier cosa que interrumpiera el suministro de dinero estaba destinada a causar pánico...

Las cosas son diferentes ahora, en gran parte debido al acuerdo presupuestario alcanzado por la Cámara de Representantes y que probablemente será ratificado por el Senado. La parálisis política se ha roto, el compromiso no es demasiado draconiano, los recortes del secuestro serán mayormente revertidos y el Gobierno estadounidense puede funcionar normalmente de nuevo.

El destino del techo de la deuda sigue siendo incierto, pero con las elecciones de mitad de periodo a realizarse en 2014, ningún partido político puede darse el lujo de tomar más riesgos. Además, el PIB estadounidense está creciendo más rápido de lo previsto, las cifras de empleo están mejorando de forma tangible , el desempleo se ha reducido gradualmente al 7%, y el Dow continúa rompiendo récords.

En este ambiente, una reducción de la Fed no solo sería inofensiva, sino que sería algo bueno.

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Los mercados no se desploman debido a que pequeños inversores vean malas noticias en la televisión. Se mueven debido a las acciones de los grandes inversores, que fijan el rumbo que todos los demás siguen. Sin embargo, ellos son lo suficientemente sofisticados como para darse cuenta de que el dinero fácil proporcionado por la Reserva Federal no podía durar para siempre.

Burbujas 

Más importante aún, las bajas tasas de interés también tienen un lado oscuro; de hecho pueden desalentar los préstamos por parte de los bancos (ya que son menos rentables para ellos) mientras que al mismo tiempo fomentan el endeudamiento y el gasto imprudente, lo que conduce a un sobrecalentamiento de los mercados y a la formación de burbujas de activos. A la larga, estas burbujas están destinadas a reventar y a causar un duro golpe a la economía.

De hecho, yo diría que es más probable que los mercados se depriman a mediano plazo por la incertidumbre de que las burbujas de activos se rompan que por una reducción gradual de la oferta monetaria. El estímulo ha servido para un propósito útil, respaldando a la economía cuando la incertidumbre fue alta y escoltándonos a un punto en el que el ciclo de negocios puede sostenerse a sí mismo. Pero como la medicina, que es útil para matar una infección pero puede hacer daño al paciente más allá de ese punto, el estímulo ha alcanzado el final de su utilidad. Es por eso que los mercados deberían dar la bienvenida a la reducción.

Finalmente, la presidenta entrante de la Fed, Janet Yellen , ha indicado que proporcionará orientación futura a los mercados para que se preparen para una reducción del programa de compra de bonos. Esta orientación futura permitirá a los grandes inversores considerar la reducción en el precio de sus participaciones, asegurando así un aterrizaje suave para el resto de nosotros.

Seguramente el mercado va a caer un poco, pero considerando la altura estratosférica en la que estamos volando en estos momentos, bajar unos cuantos miles de pies hasta donde el aire no está tan enrarecido será saludable para nosotros.

*Sanjay Sanghoee es comentarista político y empresarial. Ha trabajado en los bancos de inversión Lazard Freres y Dresdner Kleinwort Wasserstein. Es autor de dos novelas de suspenso, incluyendo Killing Wall Street.

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