Deserción afecta a 600,000 estudiantes

Durante 2013, cerca de 600,000 estudiantes desertaron de la educación media superior, el 70% de ellos en su primer año de estudios. Los jóvenes que dejan trunca su educación disminuyen sus expectativas de desarrollo y de acceder a un buen empleo, advirtieron especialistas.

Dejar los estudios los obliga a insertarse en cualquier ocupación, con una menor remuneración, o a caer en el fenómeno de los ninis, "ese es el drama de la deserción escolar que vive México", advirtió el subsecretario de Educación Media Superior, Rodolfo Tuirán Gutiérrez.

Además del impacto personal y laboral, la deserción también tiene un alto costo para el país. De cada 100 niños que inician la primaria, 0.07% deja sus estudios, mientras que por cada estudiante en este nivel se destinan 9,000 pesos del Presupuesto.

En el caso del nivel medio superior, el costo por alumno es de 19,650 pesos , según estimaciones del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

México tiene el primer sitio en deserción escolar de jóvenes entre 15 y 18 años, y ocupa la tercera posición entre las naciones con mayor población juvenil que no estudia ni trabaja, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Junto a la falta de recursos, el bajo desempeño escolar es un motivo de deserción para dos de cada tres estudiantes que abandonan el bachillerato en el primer año, alertó el subsecretario de Educación.

"No se puede proponer más de lo mismo: más becas, computadoras e infraestructura, y dejar intactos los factores de peso que distorsionan el esfuerzo educativo del país. Hay que enfocarse en el papel que juegan los maestros, cómo se orienta del gasto y de qué manera funcionan las escuelas", agregó la socióloga Silvia Schmelkes.

La organización Mexicanos Primero alertó en su informe ‘Ahora es Cuando' que México necesita trabajar los siguientes aspectos para lograr un avance en materia educativa:

Bajar la deserción

Se necesita dinero, planeación y acuerdos entre los niveles de Gobierno (federal, estatal y municipal) para crear soluciones de atracción y de retención de estudiantes, y el sistema cuenta con los instrumentos para hacerlo, pero hay que reorganizar recursos.

Los estudiantes, por ejemplo, se quedan en la escuela si los maestros no se ausentan. En los grados académicos más altos, la retención se logra si la participación de los propios jóvenes no es inhibida y si los maestros los retan y atraen, en lugar de decepcionarlos y desanimarlos con el tipo de aprendizaje que ofrecen.

Orientación A México le falta que exista un mapa mejor trazado de opciones de trabajo. El sistema tiene una mentalidad de adhesión al prestigio, es decir, los jóvenes acuden masivamente a pocas opciones de carreras e instituciones, creyendo que sólo en ciertas escuelas y carreras habrá oportunidades de conseguir un buen trabajo.

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Clases de mejor calidad

Aumentar el horario de aprendizaje implica un gasto mayor, pero sobre todo un cambio en cómo se administra el tiempo en las escuelas. Incrementar las horas no funcionará si el alumno sólo va a 'repetir' lo que dice el maestro, el reto es crear modelos prácticos.

Más que un buen promedio.

Mexicanos Primero señala que el estudiante debe buscar destacarse en la escuela, pero también que los programas promuevan competencias que se demandarán en su incursión al trabajo, como capacidad de trabajar en equipo, honestidad, aprender a solucionar problemas en forma razonada, cuidado del medio ambiente y rechazo a toda forma de discriminación.

A nivel internacional esto se conoce como "competencias para la ciudadanía global", pero en México hay mucho por trabajar en esos conceptos.

El 62% de los alumnos mexicanos desconocen cómo responder a temas ligados al valor de la democracia, la honestidad o la no discriminación, que -en teoría- deberían formar parte de su formación escolar, según el Estudio Internacional sobre Educación Cívica y Ciudadana, de la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo, que evaluó a jóvenes de segundo de secundaria de 38 países

Sin negociaciones

La primera exigencia en la que no puede ceder el Gobierno es que el equipo responsable de diseñar y aplicar la política educativa nacional se doblegue a una estructura sindical, cuando fue elegido para dialogar, advierte el informe.

"Es inadmisible seguir manteniendo el engaño de que pactar con el SNTE es relacionarse con los maestros", cuando el énfasis debe estar en que los alumnos terminen sus estudios y sea con educación que les funcione y sea de calidad, asegura la organización.