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El ‘tango’ argentino de la crisis

La falta de flexibilidad y una reacción tardía detonaron la turbulencia cambiaria, dicen expertos; el país debe aplicar reformas estructurales para lograr un tipo de cambio más competitivo, estiman.
mié 29 enero 2014 06:01 AM
La presidenta Cristina Fernández señaló a los bancos como los culpables de la crisis cambiaria de Argentina. (Foto: Reuters)
cristina fernandez

La falta de flexibilidad en la cotización del peso argentino frente al dólar estadounidense, las expectativas por el futuro de los estímulos de la Reserva Federal (Fed) y una reacción tardía por parte del Gobierno para tratar de frenar la volatilidad en los mercados son las principales razones que detonaron la actual crisis cambiaria del país sudamericano, coincidieron expertos.

En lo que va del año el peso argentino ha sufrido una fuerte depreciación frente al dólar de 23%. La divisa cerró 2013 en 6.51 unidades por billete verde y el martes finalizó la jornada en 8.01.

El jueves pasado tuvo su peor desplome en más de una década, al llegar a un piso de 8 unidades por dólar.

En el mercado informal, el peso argentino se ha depreciado 25% en el año, al pasar de 10.04 unidades por dólar en la última sesión de 2013 a 12.55 este martes.

Ante esta situación, el Gobierno de Cristina Fernández levantó una restricción cambiaria para permitir que los argentinos compren una cantidad limitada de 2,000 dólares , dependiendo de los ingresos declarados y con el pago de una tasa impositiva, que también fue rebajada.

"Es un primer paso que te permite aminorar esta volatilidad o la incertidumbre, pero no la elimina por completo, el problema principal es que de la noche a la mañana pueden aumentar los costos, y más en Argentina donde tienen un problema serio de inflación", comentó el analista económico James Salazar.

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La restricción a la compra de dólares fue establecida en 2011, y se endureció progresivamente hasta el punto en que sólo los argentinos que demostraran que iban a viajar al exterior podían obtener la divisa en efectivo, previa autorización del fisco. En julio de 2012 se prohibió la compra de la divisa verde para el ahorro. 

"El manejo macro de Argentina es totalmente errado, realmente de muy mala calidad (...) Tienen un régimen de cambio dual, no han podido crear un mercado cambiario libre, tipo de cambio flexible. Es un Gobierno muy intervencionista, quiere fijar los precios, de la moneda,  eso termina en crisis, en ajustes (...) y quien termina perdiendo es el país, pues se genera una crisis de balanza de pagos", dijo el investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Raúl Feliz. 

El Gobierno argumentó que levantar el llamado ‘cepo' obedeció al hecho de que el peso argentino alcanzó niveles de "equilibrio" luego de atravesar una devaluación, pero políticos opositores y economistas opinaron que el cambio de estrategia muestra una desorientación ante la crisis cambiaria.  

"El Gobierno entiende que la cotización que alcanzó el dólar (de cerca de 8 pesos) es una cotización de convergencia, razonable para la economía de Argentina", dijo el ministro de Economía, Axel Kicillof, en una entrevista publicada el domingo por el matutino oficialista Página 12.

"Es tomar la medicina un poco tarde, pero de no haberlo hecho esa semana hubiera complicado todavía más la ya de por sí precaria situación económica argentina; fue necesario sí, suficiente, no", comentó al respecto el director de la licenciatura en Administración Financiera del Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe, Oliver Ambía López. 

La agencia calificadora Moody's estimó en un estudio que el tipo cambiario podría caer hasta 12 pesos argentinos por dólar hacia fines del año.

"Si yo fuera un ciudadano me preguntaría dónde colocar mi poco o mucho dinero que tenga, en qué activos para que pierdan cada vez menos valor, y muchos van a comprar dólares, viene el mercado negro, lamentablemente, y van a seguir haciendo un círculo vicioso", dijo Ambía López.

Para que Argentina inicie una fase de recuperación sostenida y no caiga en continuas devaluaciones, el Gobierno tiene que "moverse a un tipo de cambio más realista, más competitivo; tienen que hacer reformas estructurales", sobre todo en el sector industrial y en el campo, apuntó el investigador Raúl Feliz.

Aunque el Gobierno no ha dado señales de más cambios profundos en sus políticas. En la primera mención que hizo la presidenta Cristina Fernández de la crisis cambiaria señaló a los bancos como los culpables por la devaluación.

"Los bancos: Sólo a través de ellos se pueden hacer todas las maniobras especulativas de los mercados", escribió el lunes la mandataria en su cuenta de Twitter.

Avisos y detonantes

A finales de diciembre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó a las naciones emergentes de la volatilidad que habría en los mercados ante el recorte de los estímulos monetarios de la Fed.

"La flexibilidad en el tipo de cambio es verdaderamente la primera línea de batalla contra esta volatilidad en los flujos de capital", dijo el subdirector gerente del organismo, Min Zhu, el 4 de diciembre pasado .

En los últimos años los mercados emergentes fueron apuntalados por vastas cantidades de dinero barato creado por la Reserva Federal estadounidense, y buena parte de estos fondos fueron a parar a las economías en desarrollo en busca de mayores retornos.

A medida que la Fed retira su programa de estímulos, ese flujo de dinero se está revirtiendo y las monedas de los países con mayores problemas económicos y políticos, como Argentina, se están desplomando.

"En los mercados emergentes hemos visto una salida muy notoria de inversionistas llevando estos recursos a mercados de primer mundo como Alemania, como Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá o Japón, (...) y está teniendo influencia en los tipos de cambio. Si a esto le añadimos lo mal que va una nación como Argentina, las cosas lucen mucho peor para ellos", explicó el académico Oliver Ambía López.

En el actual coctel explosivo para el país se suman la desaceleración de la economía china, su principal comprador, y una escasez de dólares por menores exportaciones, un bajo nivel de inversión extranjera y la falta de acceso al mercado internacional de capitales.

"La inyección de liquidez de la Fed ayudó a sostener ese régimen cambiario. Dos combinaciones: la postura de la Fed y el crecimiento chino, dos temas que están cambiando. Todo el mundo se da cuenta de eso y la gente empieza a acumular dólares y el Banco Central estaba perdiendo reservas, hasta que llegó el momento en que ya consideró que no era prudente perder más reservas", dijo el investigador Raúl Feliz.

Las reservas internacionales de Argentina cerraron la semana pasada en 29,063 millones de dólares, su menor nivel desde inicios de 2006. Este indicador es crítico para el Gobierno, que las utiliza para honrar sus deudas en moneda extranjera.

Las reservas del Banco Central cayeron casi un 40% desde que la presidenta Cristina Fernández impuso el control de cambios a fines del 2011. La autoridad monetaria ha tenido que inyectar dólares a diario en el mercado para mantener la economía a flote.

Además, el país padece de una elevada inflación, que el Gobierno dice fue de 10.5% de enero a noviembre de 2013, aunque firmas privadas estiman que los precios subieron 25% en todo el año pasado.

"Todo parte de la, no sé si decirle, de la insistencia o necedad del Gobierno federal argentino (...) Cuando tienes más gastos que ingresos tienes que buscar justamente como ir sobrellevando tu presupuesto día con día", comentó Oliver Ambía López.

Con información de Reuters 

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