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Boko Haram: amenaza económica en Nigeria

El secuestro de más de 200 niñas y otros ataques del grupo radical podrían asustar a los inversores; hacer negocios en Nigeria implica lidiar con obstáculos como la corrupción y falta de electricidad.
mar 13 mayo 2014 06:02 AM
Boko Haram difundió este lunes imágenes de quienes aseguró son las niñas plagiadas; portan vestimenta islámica. (Foto: Reuters)
niñas nigerianas difuminada

El horroroso secuestro de más de 200 niñas de una escuela en Nigeria ha dirigido la atención global a la economía más grande de África.

Nigeria ha sido uno de los destinos más atractivos para la inversión extranjera en el mundo en desarrollo en los últimos años. Grandes empresas e inversores han sido atraídos por la pujante economía del país, la abundancia de recursos naturales y la rápida expansión de la clase media.

Pero el hecho de que militantes de Boko Haram fueran capaces de llevar a cabo su ataque descarado en el internado podría asustar a los inversores occidentales. Claramente, la seguridad sigue siendo una amenaza real.

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“El Gobierno ha demostrado ser incapaz de evitar atentados con bomba a gran escala y de reducir las actividades de Boko Haram en las ciudades del norte”, dijo Geoff Porter, director de la consultora de seguridad North Africa Risk. “No creo que las fuerzas de seguridad nigerianas comprendan lo que está sucediendo”.

Hasta ahora, la economía de Nigeria parece estar soportando el dilema de seguridad. Las acciones apenas han caído desde los secuestros el mes pasado, y las empresas occidentales no han anunciado planes de un éxodo masivo.

Pero Nigeria debe vigilar la disposición de los inversionistas a asumir compromisos en el futuro.

Más de 21,000 millones de dólares de inversión extranjera fueron vertidos directamente en Nigeria en 2013, 28% más que el año anterior. El país ha atraído la mayor inversión extranjera directa en la África subsahariana desde 2007, según Ernst & Young.

No son sólo empresas de energía. Las firmas occidentales que están destinando efectivo a Nigeria incluyen a General Electric, Procter & Gamble, Yum! Brands, Hugo Boss, Nestlé, Siemens y SAB Miller.

Nigeria ha estado diversificando su economía más allá de la energía y de la agricultura de subsistencia. El PIB de la nación es ahora de 490,000 millones de dólares, apenas por debajo de las economías de países como Noruega y Suecia.

Pero este contexto alcista está siendo amenazado por Boko Haram, el grupo islamista detrás de los secuestros masivos. Su insurgencia de cuatro años ha costado más de 4,000 vidas, ha destruido innumerables escuelas y edificios gubernamentales y ha desplazado a casi 500,000 personas, de acuerdo con el International Crisis Group.

'Visión bipolar de África'

A menos que el Gobierno ponga en práctica “planes integrales para hacer frente no sólo a la inseguridad, sino también a las injusticias que impulsan gran parte de los problemas, Boko Haram, o grupos como éste, seguirán desestabilizando grandes partes del país”, dijo la organización en la alerta emitida el mes pasado antes de que ocurrieran los secuestros.

Boko Haram, al que el Gobierno estadounidense ha catalogado como organización terrorista, controla partes del norte de Nigeria, aterrorizando a los ciudadanos mediante la quema de aldeas y la ejecución de secuestros como los que han captado la atención internacional.

Los inversionistas ya estaban lidiando con una infinidad de desafíos en Nigeria, que recibe bajas calificaciones de organismos independientes en aspectos como la facilidad de hacer negocios, corrupción y acceso a la electricidad.

"Nigeria produce una escasa cantidad de energía”, dice Roddy Barclay, analista senior de la consultora de riesgo global Control Risks. Él cree que la falta de electricidad es “un gran obstáculo para conseguir inversión extranjera”.

Por otro lado, el relativamente robusto sistema jurídico del país y el bien desarrollado sistema bancario son atractivos.

“Nigeria encarna esta visión bipolar de África”, escribió Henry Egbiki, líder regional de África Occidental de Ernst & Young, en un informe de la semana pasada. “Para muchos de nosotros que ya estamos haciendo negocios en el continente, es un emocionante mercado en crecimiento de alto octanaje; para algunos otros, a menudo desde el exterior mirando hacia adentro, parece caótico, inestable e incierto”.

“La realidad es obviamente menos definida que cualquiera de estos extremos”, escribió.

Las cuestiones sobre seguridad ensombrecieron la historia de crecimiento positivo que Nigeria quería promover cuando fue sede del Foro Económico Mundial, la semana pasada.

El situación ha sido exacerbada por la limitada infraestructura de seguridad de Nigeria y la corrupción militar. Un funcionario estadounidense contó a CNN que seis asesores militares de Estados Unidos llegaron a Nigeria el viernes para ayudar en los esfuerzos de rescate por el secuestro, lo cual se suma a la presencia de contraterrorismo estadounidense que ya está en el país.

¿Huirán los inversionistas?

En el corto plazo, es probable que el impacto de la inversión extranjera en Nigeria sea dictado por la geografía.

Porter dijo que la situación de seguridad podría causar que los inversores retiren bruscamente dinero de sus inversiones de manufactura e infraestructura en el norte de Nigeria, que ha sido devastado por la violencia.

En su mayoría, la región del sur de Nigeria, rica en recursos, ha quedado a salvo de la violencia, aislando las inversiones de la industria del petróleo y el gas de empresas como GE.

Tal vez eso explica por qué el mercado de valores de Nigeria ha resistido en gran parte la reciente agitación. El índice de referencia de Nigeria ha caído sólo 1% desde los secuestros a mediados de abril.

“Sigue siendo uno de los entornos de inversión más desafiantes que existen, pero la oportunidad y las recompensas son tales que los inversores miran generalmente a Nigeria como un entorno de inversión viable”, dijo Barclay.

Pero eso no significa que una solución de seguridad esté necesariamente a la vista. Los observadores creen que la violencia podría escalar antes de las elecciones clave del próximo año.

El flujo de inversión en Nigeria podría verse perturbado si los militantes comienzan a atacar a los occidentales, lo que provocaría una respuesta militar más contundente de Estados Unidos y Europa. Porter advirtió que eso podría dar lugar a una “reacción en contra de (las marcas) de Occidente” que apenas están empezando ganar posicionamiento en Nigeria.

“Es un gran desafío, y no será resuelto de la noche a la mañana”, dijo.

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