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México se descalabra en el Índice Global de Competitividad

El país cae seis posiciones entre 145 economías en el ranking del Foro Económico Mundial; el WEF destaca que se debe dar una implementación eficiente de las reformas.
mar 02 septiembre 2014 05:01 PM
El WEF destaca que la corrupción es uno de los factores que entorpecen los negocios. (Foto: iStock by Getty)
negocios empresas (Foto: iStock by Getty)

México cayó seis escalones en el Índice Global de Competitividad 2014-2015 que elabora el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) al ubicarse en el sitio 61 desde el 55 que ocupó el año pasado, entre un total de 145 países calificados.

“Esta caída se debe a un deterioro en el funcionamiento percibido de las instituciones, la calidad de un sistema educativo que no parece cumplir con el conjunto de habilidades que la economía mexicana cambiante exige, y el bajo nivel de implantación de las tecnologías de la información, que es fundamental para la transformación”, explica el informe de la institución internacional.

Los rubros en los que peor se encuentra México son en seguridad (140), la calidad del sistema de educación (123), la eficiencia del mercado laboral (121), la confianza de los ciudadanos en los políticos (114) y la implantación de las Tecnologías de la información y comunicación (88).

“Probablemente las instituciones funcionan tan mal como siempre; si otros países avanzaron en este tema, por eso México se rezaga, por lo que es importante pensar en una reforma anticorrupción, que es un tema pendiente”, comentó el director adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Manuel Molano.

Los resultados del índice anual del WEF muestran que los beneficios de las reformas destinadas a aumentar el nivel de competencia y la eficiencia en el funcionamiento de los mercados aún no se materializan, por lo que se requiere de una aplicación efectiva que no se debe retrasar, dice el informe de la agrupación, en el que se involucraron empresarios, líderes políticos y académicos que buscan dar forma a la agenda global.

“Tiene razón (el WEF) aunque también es relativamente injusto pensar que reformas como la educativa van a dar resultados en el corto plazo y primero se necesita la formación de capital humano”, dijo el director de análisis político del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC), Antonio de la Cuesta.

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Corrupción, un lastre para los negocios

El WEF destaca que los tres factores más problemáticos para concretar negocios en México son la corrupción, que encabezó 18.6% de las respuestas, seguido de regulaciones fiscales con 14.5% y la ineficiencia de la burocracia gubernamental con 13.3%.

“Los temas son correctos, si salimos tan mal es importante que el Gobierno los atienda y más en medio del debate si el tema de la corrupción es cultural o institucional. Yo creo que es institucional y se requieren mejores reglas”, dijo Molano.

Adicionalmente resaltan el pobre acceso al financiamiento, las tasas de impuestos y la inadecuada oferta de infraestructura.

“Para mí, la cuestión fiscal es el principal obstáculo, mientras que el Gobierno siga exprimiendo con impuestos al sector formal va a seguir alimentado a una maquinaria de corrupción e informalidad”, acusó De la Cuesta.

Agregó que la corrupción es un tema que desde hace años toman en cuenta las empresas que operan en México, “y aunque hoy se diga con cinismo que es un tema cultural no es así, pero poco se ha hecho para cambiarlo”.

A México se le sumaron Arabia Saudita, Turquía, Sudáfrica, Brasil, India y Nigeria que sufrieron caídas en el listado, mientras que China consiguió subir un peldaño al sitio 28.

Contrario a lo anterior, los países que encabezaron el índice fueron Suiza, con la primera posición, seguido por Singapur, Estados Unidos y Finlandia.

¿Hay buenas noticias?

De acuerdo con el WEF, a medida que los resultados de las reformas estructurales comienzan a ser evidentes, el país aumentará su borde competitividad ya que recientemente se han observado algunos cambios, sobre todo en el mercado de las telecomunicaciones.

En este proceso el país puede seguir contando con “sus fortalezas tradicionales”, es decir un entorno macroeconómico relativamente estable (53), su gran y profundo mercado interior que permite importantes economías de escala (10 ), la razonablemente buena infraestructura de transporte (41), y una serie de empresas sofisticadas (58), que son raras en un país en etapa de desarrollo.

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