Estados Unidos, medalla de oro en carrera bursátil
Si hibernaste los últimos cinco años, te perdiste la impresionante carrera del mercado bursátil estadounidense .
Las acciones estadounidenses no sólo superaron su deprimente desempeño de la última década, sino que dejaron atrás al resto de los principales mercados.
Desde finales de 2009, el S&P 500 ha generado un retorno total anualizado (incluyendo dividendos) de aproximadamente 16%. Es un promedio muy impresionante basado en estándares históricos. Y también es un resultado muy sólido si consideramos que la mayoría de los principales mercados de valores produjeron rendimientos anuales modestos de un solo dígito en el rango medio-a-alto. Algunos, como los otrora favoritos del parqué China y Brasil, sufrieron caídas anuales.
En otras palabras, Estados Unidos ha sido el mejor lugar para los inversionistas.
Dinero fácil
El extitular de la Reserva Federal, Ben Bernanke, jugó un importante papel en esta racha bursátil estadounidense. Bernanke orquestó las políticas de emergencia que impulsaron los activos de riesgo como las acciones y estabilizaron la confianza en la economía.
En opinión de Phil Orlando, jefe estratega de renta variable en Federated Investors, “Bernanke y la Fed son los que merecen el mayor mérito por reparar la economía”.
Por supuesto, es lógico pensar que las acciones se recuperarían después de la Gran Recesión. A principios de 2009 estaban profundamente sobrevendidas ya que los inversionistas temían justificadamente el colapso del sistema bancario y una depresión económica.
Pero la recuperación del mercado también se vio alimentada por la revolución energética de Estados Unidos, y por las medidas agresivas de reducción de costos que dejaron a la América corporativa en un estado austero.
El mercado de valores demostró ser lo bastante resistente como para superar una serie de obstáculos importantes, entre ellos la lenta recuperación de Estados Unidos, la disfunción política en Washington y la crisis de la deuda europea.
¿Terminó la fiesta?
Pero ahora el estímulo monetario de la Fed se está desvaneciendo y se espera que las tasas de interés suban el próximo año.
Con todo, no cantemos el fin del mercado alcista. Las alzas no son ya tan fuertes, pero seguramente continuarán. “Estados Unidos sigue siendo el lugar donde hay que estar,” dice Orlando.
Federated Investors cree que el índice S&P 500 subirá de su nivel actual de unos 2,075 a 2,350 puntos (un aumento de más del 13%) a finales del próximo año y luego escalará hasta 2,600 a fines de 2016.
El tuerto en un reino de ciegos
El optimismo se ve impulsado por la economía de Estados Unidos, cuya salud parece relativamente buena en comparación con la desaceleración de China y el estancamiento de Europa y Japón.
“Creemos que la economía estadounidense seguirá superando a muchas otras del mundo en los próximos cinco años y generará el crecimiento de los beneficios necesario para sostener el actual rally accionario”, escribió hace poco Joseph Quinlan, principal estratega de mercado de U.S. Trust.
El experto destacó la “habilidad única de Estados Unidos para aprovechar las tecnologías disruptivas”, como la robótica, la seguridad cibernética, la impresión 3-D y la computación en la nube.
Morgan Stanley predijo recientemente que la actual expansión de Estados Unidos podía convertirse en una de las más prolongadas, durando hasta 2020 o más allá.
Si está en lo cierto, los sectores económicamente sensibles como el industrial, el consumo discrecional, el financiero y las TI tendrán una racha estupenda.
Orlando cree que es posible que las autoridades de Japón y algunos mercados emergentes finalmente corrijan el rumbo, tornando esos mercados más atractivos. “Pero hasta que eso suceda, y asumiendo que suceda, Estados Unidos es el vagabundo mejor vestido en el baile de moda”, dijo.
