Gobierno griego advierte a legisladores que rechazan rescate
Las autoridades griegas criticaron a los rebeldes del partido oficialista que buscarán oponerse al nuevo acuerdo de rescate internacional en una votación parlamentaria este jueves por la noche, diciendo que sin una mayoría el Gobierno "no puede seguir", lo que esboza la posibilidad de elecciones anticipadas.
Con apoyo de la oposición, el Parlamento de Atenas está listo para aprobar el rescate de 85,000 millones de euros que Grecia necesita para evitar la cesación de pago de una deuda que vence la semana que viene.
El debate comenzará la tarde del jueves y se espera que se extienda toda la noche y las primeras horas del viernes.
Se prevé que el acuerdo sea aprobado fácilmente, dado que los partidos de la oposición comprometieron su respaldo al primer ministro, Alexis Tsipras, para asegurar que Grecia no vuelva a sumergirse en el caos financiero.
Pero la votación probará el poder de una rebelión de legisladores del partido gobernante de izquierda Syriza que se oponen a la austeridad pedida a Atenas a cambio del rescate, lo que podría aumentar la presión sobre Tsipras y llevarlo a convocar elecciones anticipadas en septiembre.
La portavoz del Gobierno, Olga Gerovasili, dijo que después de la votación parlamentaria, la atención girará hacia un encuentro de ministros de Finanzas de la zona del euro que tendrá lugar el viernes, en el que también se definirá el respaldo al rescate, el tercero para Grecia en los últimos cinco años.
No obstante, Gerovasili reconoció que en la sesión habría una rebelión parlamentaria e indicó que el Gobierno tendría problemas en los próximos meses si Syriza continuaba desunido.
"Es sabido que algunos legisladores de Syriza no votarán a favor del acuerdo", dijo la portavoz a la señal local Mega TV. "Un Gobierno que no tiene mayoría no puede seguir adelante", añadió.
Los miembros de Syriza ideológicamente más a la izquierda insisten en que el Gobierno debe mantenerse firme en las promesas por las que fue elegido en enero para revertir recortes de gastos y alzas de impuestos en marcha desde 2010, y que han tenido un efecto devastador sobre una economía ya debilitada.
Los rebeldes, que incluyen a exministros, ya votaron contra el Gobierno en un acuerdo de austeridad, enojados por la decisión de Tsipras de rendirse a las demandas de los acreedores cuando Grecia estaba al borde del abismo económico en julio.
Dado que Atenas necesita el acuerdo para realizar un pago de deuda de 3,200 millones de euros al Bando Central Europeo el 20 de agosto, Tsipras pidió a la presidenta del Parlamento, Zoe Konstantopoulou, que acelere el debate para aprobar el rescate.
