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South Pars: el proyecto de gas natural más ambicioso de Irán

El país acelera la construcción de refinerías tras el levantamiento de sanciones por parte de EU; el país espera beneficiarse del levantamiento de las sanciones a través de este moderno complejo.
lun 01 febrero 2016 05:00 AM
Vista del complejo de South Pars, en la ciudad iraní de Assaluyeh. (Foto: Reuters )
SouthPars Vista del complejo de South Pars, en la ciudad iraní de Assaluyeh. /

Al volar sobre la ciudad iraní de Assaluyeh, en el Golfo Pérsico, la primera cosa que salta a la vista durante el aterrizaje son varias grandes llamas de gas que se elevan sobre un complejo gigantesco.

Se trata de South Pars, el hogar del proyecto de energía más grande y más ambicioso de Irán, que está ganando impulso a pesar de los vientos en contra de los mercados de petróleo y gas a nivel mundial.

Aunque muchas de las instalaciones de gas y petróleo de Irán son anticuadas y están en extrema necesidad de inversión, South Pars es un modelo de cómo el país quisiera que su sector de hidrocarburos sea visto en el futuro: moderno, eficiente y productivo.

La zona se divide en varios proyectos, que los iraníes llaman fases. Las fases 15 y 16, un complejo de refinación, fueron completadas hace solo unas semanas. Pósters del presidente Hassan Rouhani, quien asistió a la inauguración de las instalaciones, siguen colocados delante de los tanques de almacenamiento de gas y de un laberinto de tuberías y válvulas utilizadas en el proceso de refinación.

“Esta planta utiliza la última tecnología. Solo usamos métodos de la más alta tecnología en esta planta”, dice Reza Forouzeh, el director de proyecto para las fases 15 y 16.

Dos ductos provenientes desde el Golfo Pérsico alimentan de gas crudo y gas condensado a la refinería. Los equipos de mantenimiento trabajan constantemente para arreglar las fugas menores, pero el equipo es totalmente nuevo y apenas necesita mantenimiento.

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“No tenemos ningún problema con el equipo, solo cuestiones menores”, dice el ingeniero de mantenimiento Siavash Vahidi. “Por ejemplo, cambiar las juntas y alguna actividad de reparación en las bombas”.

South Pars es el mayor yacimiento de gas en el mundo, al contener unos 1,800 billones de pies cúbicos de reservas. Es compartido entre Irán y Qatar.

Irán decidió explotar su parte de las reservas en los años 90 , pero la actividad en el complejo Assaluyeh a menudo se vio obstaculizada, especialmente durante los años en que el ex presidente Mahmoud Ahmadinejad estuvo en el poder.

“Para mí, el mayor desafío era lidiar con las sanciones”, dice Hamid Reza Medhavi, director del proyecto para las fases 20 y 21, donde miles de trabajadores están ocupados conectando ductos e instalando equipos electrónicos para controlar y supervisar los procesos de refinación.

Medhavi dice que las habilidades de improvisación ayudaron a los ingenieros a superar las carencias, especialmente de equipo especializado.

“Hemos encontrado soluciones para cada problema que enfrentamos con respecto a las sanciones”, dice. “Y es posible ver que, en poco más de cinco años, hemos construido esta gran planta. Se trata de un proyecto de 4,500 millones de dólares. Lo hemos hecho incluso aunque las sanciones eran muy duras”.

Ahora que la mayoría de las sanciones han sido levantadas, los responsables de South Pars quieren acelerar la construcción de las refinerías, a pesar de los bajos precios internacionales del petróleo y del gas.

Los analistas dicen que la estrategia de hidrocarburos de Irán es mucho más que ingresos, se trata también de poder geopolítico. Teherán pretende convertirse en uno de los mayores productores del mundo.

El director gerente de Pars Oil and Gas Company, Ali Akbar Shabanpour, cree que los beneficios del alivio de las sanciones yacen principalmente en facilitar el acceso a equipos sofisticados, principalmente provenientes de Europa.

Bajo el régimen de las sanciones, Irán tenía que adquirir turbinas, compresores y otros productos de alta gama a través de intermediarios, ya que no se les permitía comprarlos oficialmente a los fabricantes.

“La entrega será mucho más fácil”, dice Shabanpour. “Al principio, necesitaremos la ayuda de los proveedores, y eso será mucho más fácil de conseguir porque tendremos un rápido acceso a ellos”.

Pero se apresura a añadir que la mayoría de los contratos aún son ganados por compañías iraníes, que según él han acumulado una gran experiencia llenando el vacío que dejaron las firmas internacionales que se vieron obligadas a abandonar el país tras la imposición de sanciones.

“Recibimos más de 65%, tal vez incluso alrededor del 70% de nuestro material por parte de fabricantes iraníes”, dijo.

Ahora que la mayoría de las sanciones contra Teherán se han levantado, Irán está a punto de convertirse en uno de los mayores exportadores de petróleo y gas en el mundo. El campo de gas South Pars y este enorme complejo de refinación son clave para la estrategia futura de hidrocarburos del país.

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