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El Banco de Inglaterra recorta tasa para estimular la economía del Reino Unido

El Banco de Inglaterra reduce su tasa de interés clave por primera vez desde 2009 y aumenta en 60,000 millones de libras su programa de compra de obligaciones del Estado.
jue 04 agosto 2016 06:49 AM
Recorte
Recorte La entidad recortó su tasa referencial de financiamiento a un mínimo histórico de 0.25%, desde 0.5%.

El Banco de Inglaterra (BoE) recortó este jueves su tasa de referencia a un nuevo mínimo histórico de 0.25%, para respaldar a la economía británica, amenazada por la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea (UE).

El BoE aumentó además en 60,000 millones de libras (79,000 millones de dólares) su programa de compra de obligaciones del Estado y destinó hasta 10,000 millones de libras a la adquisición de obligaciones corporativas.

La flexibilización monetaria se propone afrontar un crecimiento que será "claramente más débil" de lo esperado, a causa del Brexit, indicó el instituto emisor.
La casi totalidad de los inversores y una gran mayoría de los analistas preveían el recorte en 0.25 puntos porcentuales de la tasa, que desde marzo de 2009 se hallaba en 0.50%.

En 2009, la decisión buscaba sacar a la economía de la recesión en que la había sumido la crisis financiera internacional.

El Reino Unido se pronunció en el referéndum del 23 de junio a favor de la salida de la UE. El resultado tomó por sorpresa a la mayoría de los observadores y creó una gran incertidumbre sobre las consecuencias del proceso de separación, que podría llevar por lo menos dos años.

Varios indicadores —como la caída vertiginosa de los índices "PMI" en los servicios y el frenazo del mercado inmobiliario— confirmaron en las últimas semanas los temores de una desaceleración de la actividad o incluso de una nueva recesión.

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El gobernador del BoE, Mark Carney, multiplicó en los días siguientes al referéndum sus intervenciones televisivas, para asegurar que la institución haría todo lo que fuere necesario para estabilizar el sistema financiero.

La posibilidad de un derrumbe de los mercados parece haberse alejado, a pesar de la depreciación de la libra esterlina, pero el BoE deberá infundir seguridad sobre las perspectivas de crecimiento económico.

La primera reunión del Comité de Política Monetaria (CPM) del BoE posterior al Brexit, en el mes de julio, dejó las tasas sin cambios por estimar que los datos económicos disponibles en ese momento eran aún insuficientes para tomar medidas al respecto.

Pero uno de sus miembros, Martin Weale, que anteriormente había defendido la prudencia, cambió de opinión tras la publicación, el 22 de julio, de un desastroso índice compuesto de gestores de compras PMI, que cayó a su nivel más bajo desde abril de 2009.

Presiones

La presión sobre el BoE aumentó además por el hecho de que el nuevo ministro de Finanzas, Philip Hammond, excluyera cualquier iniciativa gubernamental de reactivación económica hasta el próximo otoño (boreal).

El programa de compra de activos, o de "flexibilización cuantitativa", consistente principalmente en la compra de obligaciones del Estado, fue lanzado por el CPM en marzo de 2009 y alcanzó en julio de 2012 los 375,000 millones de libras y se mantuvo desde entonces en ese nivel.

La elevación de ese nivel apuntaría a adquirir créditos considerados "seguros" en manos de los fondos de pensión o de compañías de seguros, para incitarlos a invertir en activos de mayor riesgo, como por ejemplo las obligaciones corporativas o el mercado de acciones.

El Banco de Inglaterra recortó sus tasas de interés por primera vez desde 2009, reactivó su programa de compras de bonos e informó que tomaría "todas las acciones que sean necesarias" para lograr la estabilidad de la economía británica tras la decisión del país de abandonar la Unión Europea (UE).

El banco central espera que la economía se estanque durante el resto de 2016 y que registre un débil crecimiento económico durante el próximo año. El organismo recortó su tasa referencial de financiamiento a un mínimo histórico de 0.25%, desde 0.5%, en línea con las expectativas del mercado.

El Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas) también lanzó dos nuevos esquemas de estímulos: uno para adquirir hasta 10,000 millones de libras en bonos corporativos con grado de inversión y otro —que podría alcanzar las 100,000 millones de libras— para garantizar que los bancos sigan ofreciendo créditos luego de aplicar el recorte de tasas de interés.

La libra esterlina retrocedió 1% contra el dólar tras el anuncio, mientras que los rendimientos de los bonos del gobierno británico cayeron a mínimos históricos y el principal índice bursátil de Londres ganaba 1%.

La mayoría de los miembros de la Comisión de Política Monetaria (MPC) del BoE además esperan recortar nuevamente este año la tasa referencial a "cerca, pero apenas por encima de cero", si la economía arroja un desempeño más débil de lo previsto.

"Tras la decisión de Reino Unido de dejar la UE, el tipo de cambio ha bajado y el panorama para el crecimiento en el corto a mediano plazo se ha debilitado marcadamente", manifestó el banco central en su reporte trimestral sobre inflación.

El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, dijo que el organismo tomó medidas porque el panorama económico había cambiado severamente después del referendo sobre el "Brexit".

"Al actuar de manera anticipada y exhaustiva, el MPC puede reducir la incertidumbre, alentar la confianza, detener la desaceleración y respaldar los ajustes necesarios en la economía británica", dijo en rueda de prensa.

"El banco continúa preparado para tomar cualquier medida que sea necesaria para lograr sus objetivos de estabilidad monetaria y financiera mientras el Reino Unido se ajusta a esta nueva realidad y avanza hacia nuevas oportunidades, fuera de la UE", agregó Carney.

No todas las medidas fueron unánimes

El ministro de Finanzas, Philip Hammond, se mostró satisfecho con el recorte de tasas y dijo que el Gobierno y el banco central contaban "con todas las herramientas necesarias para apoyar la economía al comienzo de este nuevo capítulo".

Las autoridades del MPC no estuvieron completamente de acuerdo sobre cómo responder a los efectos del "Brexit". El recorte de la tasa de interés referencial y la medida que busca apuntalar a los bancos para que traspasen los beneficios a los consumidores —conocida como Esquema de Financiamiento Periódico (TFS)— obtuvieron respaldo unánime.

Pero tres miembros del panel —Kristin Forbes, Ian McCafferty y Martin Weale— se opusieron a la decisión —aprobada finalmente— de elevar el límite de las compras de bonos del Gobierno a un monto total de 435,000 millones de libras esterlinas, desde los 375,000 millones de libras esterlinas que alcanzó a fines de 2012.

Forbes también se opuso a las compras de deuda corporativa, una medida que tomó el BoE por breve periodo tras la crisis financiera, pero que ofrece más beneficios al mercado financiero que al crecimiento económico en sí mismo.

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