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La guerra comercial del acero está en manos de Donald Trump

Canadá, México, Brasil, la Unión Europea y Japón están entre los principales exportadores de acero a Estados Unidos y un aumento en los aranceles desataría un conflicto comercial.
mar 27 junio 2017 01:32 PM
Donald Trump
Donald Trump Los aranceles pueden ser tan altos como el presidente quiera. (Foto: CARLOS BARRIA/REUTERS)

El presidente Donald Trump podría volverse mucho más rudo esta semana con los principales socios comerciales de Estados Unidos. Su administración podría imponer grandes aranceles en envíos de acero de otros países, afirmando que suponen un riesgo a la seguridad nacional.

Los aranceles pueden ser tan altos como Trump quiera, y podrían desatar fácilmente acciones de represalia por parte de otros países, dañando a otras industrias estadounidenses.

"Esta podría ser la decisión comercial más importante que hemos visto en décadas”, dijo Edward Alden, alto miembro del Consejo de Relaciones Exteriores. “Es extremadamente significativo”.

Se espera que el secretario de comercio Wilbur Ross anuncie los resultados de una investigación sobre importación de acero. Los expertos en comercio e inversionistas de Wall Street están convencidos de que se trata de una conclusión anticipada: los aranceles llegarán. Es solo una cuestión de qué tan altos y contra quiénes.

Canadá, México, Brasil, la Unión Europea y Japón están entre los principales exportadores de acero a Estados Unidos. China, a quien Trump ha criticado por hacer trampa en los precios del acero, se encontró en el onceavo lugar el año pasado, y los expertos comerciales dicen que es un objetivo probable.

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Una pregunta clave es si la administración Trump impondrá un arancel al acero de todos los países o se limitará a países en específico.

Otra es si los países tomarán represalias con sus propios aranceles a productos estadounidenses, incluyendo aquellos fuera de la industria acerera, una guerra comercial que podría costar empleos estadounidenses.

Esa posibilidad alarma a los defensores de los agricultores estadounidenses. La industria agrícola estadounidense envía un cuarto de sus productos a otros países.

"Es algo importante y estamos muy preocupados por ello”, dijo Bob Young, principal economista de la Federación Estadounidense del Departamento Agrícola, que representa a 6 millones de agricultores estadounidenses. “El potencial existe sin duda para que otros países tomen represalias”.

Un funcionario del Departamento de Comercio dijo que los negocios estadounidenses deberán “tener la garantía de que elSecretario Ross toma un enfoque metódico y razonado a todas las recomendaciones que hace al presidente”.

Recomendamos: ¿Se debe quitar el arancel a las importaciones de acero?

Una ley de 1962 permite a Ross evadir un panel de jueces comerciales y tomar la decisión sobre los aranceles él mismo. Y al invocar asuntos de seguridad nacional, el gobierno de Trump tiene amplios poderes para determinar qué tan altos y cuánto alcance tendrán los aranceles.

La administración argumenta que Estados Unidos depende demasiado del acero extranjero para el equipo militar e infraestructura como caminos y puentes. Si las naciones productoras se volvieran en contra de Estados Unidos, no sería capaz de construir tanques y otros esenciales para defenderse.

La industria automotriz estadounidense es uno de los principales compradores de acero extranjero y se opone a los aranceles. El Consejo de Políticas Automotrices, que cabildea para GM y Ford, advirtió en mayo que imponer tarifas al acero significaría que “se perderían empleos en el sector automotriz estadounidense”.

Pero los líderes en la industria han impulsado a Trump para ir contra su competencia extranjera.

Barbara Smith, presidenta de Commercial Metals Company, una productora de acero de Texas, dijo en una audiencia del Departamento del Comercio en mayo que su empresa ha cerrado 30 locaciones en EU desde 2008 y ha despedido a 4000 trabajadores debido a la competencia extranjera. La empresa cuenta con aproximadamente 8400 trabajadores actualmente.

Los altos precios del acero estadounidense y el incremento en la competencia foránea han impulsado un gran declive en los empleos de las acereras estadounidenses. Existen cerca de 385,000 actualmente, de los 624,000 que había en 2000. Ellos son los trabajadores que Trump prometió proteger como candidato.

nullLos defensores del acero estadounidense acusan a China de vender acero a precios menores que el promedio mundial para encerrar a los competidores estadounidenses. Eso se conoce como dumping.

La administración Obama impuso un arancel del 500% a algunos aceros chinos el año pasado para contrarrestar la práctica. Las exportaciones de acero chino a EU cayeron casi dos tercios como resultado. En total, EU ha impuesto cerca de 200 medidas antidumping contra los productos de acero chino a lo largo de los años.

China también ha sido acusada de enviar acero a EU a través de intermediarios para disfrazar de dónde proviene. EU señala que las exportaciones de acero de Vietnam a Estados Unidos aumentaron en un 300% tan solo entre 2015 y 2016. La administración Obama inició una investigación sobre el asunto en noviembre.

Si Trump impone aranceles, la Organización Mundial de Comercio podría tomarlos como una violación de las leyes de comercio mundiales que podrían permitir a otros países demandarlos en una corte de la OMC, pero el equipo comercial de Trump ha señalado que podría ignorar las disposiciones de la OMC. Mientras tanto, el riesgo de represalias podría ser alto.

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Young, economista del Buró de Administración Agrícola, dijo que existen empleos estadounidenses en peligro. Él dice que los chinos fácilmente podrían imponer aranceles a la soya estadounidense, una de las principales exportaciones de EU a China. Existen cerca de 300,000 plantaciones de soya en Estados Unidos.

Algunos líderes mundiales ya están advirtiendo a Trump.

"Nos pegará muy duro”, dijo Cecilia Malmstrom comisionada de comercio de la Unión Europea en un evento de Político la semana pasada. “Tendremos que responder en distintas medidas”.

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