Lección Innox: arriesgar para ganar

En 2003, Edgar Romero, Juan Carlos González y Roberto Ibarra juntaron 100,000 pesos para crear Innox, una pequeña empresa de software.

 Al año, no sólo recuperaron su inversión, sino que empezaron a exportar a Canadá. Pero el incremento de la competencia en maquila de software los orilló a transformarse. En 2006 cambiaron su modelo de negocio y lo llamaron Innox 2.0.

“Ya no hacemos maquila, inventamos una solución para que el cliente se distinga de sus competidores”, señala Ibarra, coordinador de Mejora en Desempeño de Procesos.

El giro de la empresa, con sede en Zapopan, tuvo su costo. Sus ventas bajaron 12% en 2006 y en un año dejaron de percibir 80% de sus ingresos vía el sector público para tratar de obtener el mismo porcentaje de ingresos en contratos con el sector privado.

Prevén que cerrarán 2007 con ventas por 6 millones de pesos (mdp), pero confían en que ahora su potencial de crecimiento es mucho mayor.

“Nos enfocamos en una de las etapas de la cadena de consumo a la vez. Al detectar un área de oportunidad, mediante soluciones tecnológicas logramos que el cliente se distinga de su competencia por factores que no sean el precio”, precisa Romero, coordinador de Gestión y Promoción.

Y enumeran algunos ejemplos: para Cygnus, proveedor de sistemas GPS para automotores, crearon un software que, además de rastrear autos, emite alertas automáticas por desvíos de ruta o alteraciones físicas, que obligan al vehículo a detenerse, proyecto valuado en 1.5 mdp.

La arrendadora de Porsche y Audi (Arrendamas) les pagó 350,000 pesos por una solución para evaluar riesgos crediticios, con la que en seis meses lograron su meta anual de crédito con sólo 20% del personal.

El grupo refaccionario APC adquirió por 400,000 pesos una plataforma que duplicó en un año su número de sucursales, al controlar de forma remota ventas e inventarios de sus unidades, con lo que redujeron los faltantes y previnieron fraudes.