Llantas recicladas: negocio redondo
“Apostamos al futuro, a los incentivos del Protocolo de Kyoto y a mejores normas para mejorar el ambiente”, afirma Rafael Rubio, presidente de Neohábitat, empresa de Ciudad Juárez que recicla unas 900,000 llantas usadas al año.
Neohábitat exporta a EU bolitas de caucho de un milímetro que se mezclan con concreto para construir autopistas silenciosas y seguras. También envía nylon a China para confeccionar camisas, suministra fibras de acero inoxidable a empresas nacionales y genera recubrimientos para pisos (usados en hospitales y gimnasios) y polvo para fabricar balatas.
La compañía, que invirtió 3.5 MDD para construir su planta en Chihuahua, tuvo ventas estimadas en 1.5 MDD para 2007. Y Rubio planea levantar otra planta en el DF, con capacidad para reciclar 1.3 millones de llantas al mes.
En EU y la Unión Europea, nuevas leyes exigen a las empresas que adquieran productos como impermeabilizantes o recubrimientos de losetas hechos de material reciclado y no de materiales como el negro de humo.
“Hay mucho potencial, si consideramos la cantidad de llantas desechadas (unos 30 millones) en México”, dice Francisco Martha, de la Cámara Nacional de la Industria Hulera (CNIH).
Elías S. Sacal, presidente de Grupo Recyhul, invirtió 12 MDD en la localidad mexiquense de Ocoyoacac, para hacer los mismos productos que Neohábitat. Recicla un millón de llantas al año.
Uno de sus principales nichos es la proveeduría para fabricar pasto sintético y otros materiales para canchas deportivas. Para una de futbol, por ejemplo, de 8,000 m2, se requieren unos 20,000 neumáticos.
“Queremos instalar una planta en Argentina”, comenta Sacal, quien proyecta abrir varias recicladoras, con inversión de 1 MDD, en la frontera norte.